36 EDICIÓN

Dansa València se afianza con una reflexión sobre la identidad

El festival, espacio de referencia y encuentro de la danza contemporánea, concluye este domingo una edición en la que primaron las obras que bucean en la condición humana y el folklore

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

"Yo creo que lo que define a Dansa València es ser la plataforma de la danza contemporánea española". María José Mora, directora artística del festival de danza contemporánea Dansa València, explica así lo que define al festival, que este domingo concluye su edición número 36. Lo que dice es fácil de comprobar: no tanto por la programación, que desde el miércoles 19 ha ocupado los principales espacios escénicos de la capital valenciana, sino, sobre todo, por lo que se observa en los alrededores de los teatros. Abrazos, encuentros y muchas y constantes conversaciones entre programadores, artistas, periodistas y otros agentes del sector, todos mezclados con el público aficionado a la danza contemporánea, local y visitante, ha sido la tónica de unas jornadas en las que las entradas de los espectáculos estaban prácticamente agotadas y que han sido recibidas por el público con mucho éxito.

La cartelera de la edición de 2023 no incluía grandes estrenos, pero sí han pasado por Valencia algunos de los nombres más destacados de la creación actual fundamentalmente del panorama nacional. Algunas de las compañías, como la del Premio Nacional de Danza 2018 Antonio Ruz que presentó en el Teatro Principal su Pharsalia, reflexionaban en sus obras sobre la condición humana.

Otros, como Poliana Lima, Luz Arcas, Laimperfecta, la compañía Mucha Muchacha, Natalia Fernandes o Marco da Silva Ferreira han representado trabajos que investigan sobre la identidad y el folklore. También hubo espacio para el talento local (Rosa Sanz, Paula Serrano o Mar García y Javi Soler, entre otros). "Siempre tratamos de programar de tal manera que quien venga coja el pulso de la creación contemporánea española", explica Mora.

Dansa València funciona de manera más o menos intencionada como feria del sector. Los creadores han tenido la posibilidad de presentar sus propuestas en dos espacios de encuentro con programadores y gestores, y el festival está comenzando, además, a trabajar también con agentes internacionales para contribuir a la programación internacional de las propuestas presentadas en el festival.

Renacimiento del festival

Lograr que el festival sea una verdadera plataforma para el sector es uno de los empeños de la actual directora artística, que lleva en el cargo desde 2021. Dansa València es un festival histórico, pero a pesar de que había conseguido consolidarse como uno de los más importantes del territorio estatal, al pasar los años fue decayendo hasta casi desaparecer por la falta de apuesta de los responsables políticos del momento. María José Mora estuvo primero en el festival como bailarina, después fundó su propia compañía -Marea danza- y más tarde, se convirtió en gestora cultural. Formaba parte del equipo de Dansa València cuando en 2021 se presentó al concurso público abierto por el Instituto Valencià de Cultura que debía seleccionar el nuevo proyecto de trabajo para el festival. Y lo ganó. El primer año, justo saliendo de lo peor de la pandemia, se encontró con una programación y presupuestos ya cerrados. Por lo que la de 2023 es, en realidad, su segunda edición al frente.

El comentario más mencionado entre los asistentes a la edición de 2023 es que el ambiente volvía a ser el que fue en sus mejores años. Mora se había marcado esa meta, lograr que sea una plataforma real de apoyo y referencia y para conseguirlo comenzó a trabajar en varias iniciativas que, después de dos años, comienzan a dar sus frutos.

María José Mora (derecha), directora artística del festival de danza contemporánea Dansa València, durante una de las sesiones de la actividad 'Pitch & Match, rueda de presentación de proyectos'.

María José Mora (derecha), directora artística del festival de danza contemporánea Dansa València, durante una de las sesiones de la actividad 'Pitch & Match, rueda de presentación de proyectos'. / DANSA VALÈNCIA / JOSÉ JORDÁN

"Estos días estamos viviendo la fiesta de la danza", explica con una sonrisa la directora que atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA tras terminar una de las actividades de presentación de proyectos a programadores y gestores. "Pero lo realmente importante para mí es el trabajo de todo el año en una doble dirección: ampliar el público que acude al festival y a espectáculos de danza en general y apoyar a los artistas en sus procesos de creación y comercialización".

Para lograr lo primero Dansa València ha contado este año con la segunda edición de Itinerarios activos, una actividad de mediación que dirige la periodista especializada en danza y gestora cultural Sara Esteller y que consiste, fundamentalmente, en acercar al público ajeno a la danza a los espectáculos. "Se elabora un cuestionario que se lanza a la ciudadanía y se seleccionan tres grupos de personas de diferentes edades y procedencias a los que se les explica, en unos talleres, el contexto de varias de las obras que se muestran en el festival, que después acuden a ver y por último, tras las representaciones, se encuentran con los artistas y les pueden preguntar o comentar lo que les ha parecido", explica Esteller. Para ella, comenta, es muy emocionante comprobar este año que las caras que conoció el año pasado este año vuelven a estar en el público por su propia iniciativa. "Es impresionante ver cómo descifran los espectáculos y cómo los viven", explica Mora, "y cómo, un año después, nos contactan para contarnos que van a ir a ver tal o cual espectáculo".

Además de esta iniciativa, el festival desarrolla otras actividades de mediación con el público. En la edición de 2023, por citar sólo un par de ejemplos, han llevado a cabo un taller durante los meses de febrero y marzo con un grupo de adolescentes en riesgo de exclusión social, en colaboración con la Fundación Per Amor a l'Art cuyo resultado pudo verse en los días previos al festival; así como el taller / verbena Me gusta bailar pero se me da fatal, también abierto a la ciudadanía, o una actividad de danza contemporánea para gente mayor.

Una de las reuniones de la iniciativa Impuls a la dansa (Impulso a la danza) promovida por el festival Dansa València.

Una de las reuniones de la iniciativa Impuls a la dansa (Impulso a la danza) promovida por el festival Dansa València. / DANSA VALÈNCIA / JOSÉ JORDÁN

Impulso local a la danza

En paralelo a "la fiesta de la danza" que describe Mora, hay un trabajo anual que su equipo ha puesto en marcha en los municipios de la provincia que pretende conectar a los creadores con los espacios locales. "Los artistas lo que reclaman siempre es espacio y apoyo para poder trabajar y es lo que estamos trabajando en este programa". Se refiere a Impuls a la dansa (impulso a la danza), una línea de trabajo que fomenta la formación de los gestores culturales locales en danza contemporánea para que puedan programar en sus teatros y salas esta modalidad artística. El año pasado participaron seis municipios, que este año continúan en el programa, que se ha ampliado a un total de once. "Yo confío mucho en lo pequeño, en generar un altavoz local que vaya creciendo", afirma Mora. Los programadores aprenden historia, comunicación y las propias claves artísticas de la disciplina y ceden espacios municipales a los creadores durante un tiempo para que puedan dar forma a sus obras. Con esto, explica la directora, se activa la relación entre la danza y las comunidades locales. "Luego nos vemos aquí en los días del festival y consolidamos la relación".

Estas redes locales que el festival comienza a tejer también tienen una correlación en las alianzas que el festival está estableciendo hacia fuera del territorio, con colaboraciones como un laboratorio de movimiento en los patios de tres centros escolares (uno en Valencia, otro en Cádiz y otro en El Prat de Llobregat), o la relación con Graner, el centro de creación de danza y artes vivas de Barcelona, asociado al Mercat de les Flors.

"Yo no quiero que el festival crezca más, el festival está más que consolidado", afirma rotunda Mora. "Tenemos un trabajo muy estable ya con los programadores, lo que queremos es que se impliquen más agentes y no solamente el gobierno valenciano. Este es un proyecto estratégico para la danza contemporánea española, pero esto tienen que verlo también las instituciones nacionales para poder hablar ya no sólo de que la danza española circule por el mundo, sino de procesos, de residencias, de creación..."