FÚTBOL (CHAMPIONS) | REAL MADRID-BAYERN

De la locura blanca al enfado del Bayern: "Hay que tener huevos para levantar la bandera"

Los jugadores bávaros se mostraron muy enfadados por la anulación del gol de De Ligt en el descuento que habría signficado el empate

El Real Madrid, que jugará su 18ª final de la Copa de Europa, busca su 15º título en la Champions

Ancelotti, eufórico: "Ha pasado otra vez. Una afición que empuja, unos jugadores que creen y vuelve a ocurrir. Es algo mágico"

Los jugadores del Real Madrid celebran la victoria ante el Bayern.

Los jugadores del Real Madrid celebran la victoria ante el Bayern. / J.J.Guillen / EFE

163 segundos pasaron entre el primer gol de Joselu y el segundo. Dos minutos y 43 segundos (del 87’18” al 90’01”) en un estadio que entró trance con el primer tanto del ariete y que estalló de euforia con el segundo ante unos bávaros que observaban perplejos cómo perdían el billete para una final en la que ya se veían. La historia de otro milagro, de otra noche histórica en el Bernabéu en la Champions, que le abre la puerta a la que será su 18ª final de la Copa de Europa. Y ahora, como rezaban las camisetas que lucieron los jugadores en la celebración con los aficionados, ¡A por la 15ª!

Cuando el árbitro pitó el final los jugadores del Real Madrid corrieron eufóricos a abrazarse con los compañeros que entraban del banquillo y lo celebraron como si ya hubiesen ganado la 15ª Copa de Europa. En realidad, muchos aficionados afirmaban ya lo daban por hecho solo por la forma en que han logrado derrotar al Bayern en otro partido que ya está en las páginas de oro del club. Bellingham se abrazó a un Joselu lloroso que aún no se creía lo que acababa de pasar. El inglés se llevaba las manos a la cabeza y el ariete no era capaz de explicarle cómo había pasado. Pocos lo disfrutaron más que Jude, que era nuevo en esto de las noches mágicas del Bernabéu en las Copas de Europa. Joselu, que había rematado diez veces a puerta en Champions y había marcado cinco goles, se convertía en el héroe inesperado. Un jugador que le costará al Real Madrid dos millones el próximo verano, cuando el club ejecute la opción de compra por él.

Indignación en el Bayern: "Es una vergüenza"

En el lado del Bayern, Matthijs de Ligt, se mostró muy crítico con la acción que habría supuesto el empate del conjunto alemán, cuando el Real Madrid ya había conseguido darle la vuelta al marcador. “Ha sido una vergüenza. Todos sabemos las reglas, si el fuera de juego no está claro tienes que dejar jugar. Estoy muy triste, lo teníamos cerca, pero no ha podido ser", lamentó. Szymon Marciniak anuló el tanto del conjunto bávaro en el último minuto por un fuera de juego justo. Como el colegiado no dejó terminar la acción, donde Antonio Rüdiger podría habilitar con su pierna atrás, el VAR no pudo intervenir.

Tuchel también habló de ese gol anulado: "Está bastante claro y va contra cualquier norma del fútbol moderno lo que ha pasado. El asistente levantó la bandera es algo raro porque nunca puede estar seguro. Tener los huevos de levantar la bandera es un error importante. El árbitro tiene la posibilidad de no pitar, pero toma la decisión de pitar. Lo aceptamos, hemos perdido, las cosas son así... pero esto no habría pasado al revés".

El técnico del Bayern se mostró muy molesto con lo ocurrido: "Esto es una semifinal y no es el momento de cometer errores y de pedir disculpas, como ha pedido Marsiniak. Queremos que sea el mejor el que pite estos partidos. En Madrid teniendo en cuenta las circunstancias, tenemos que estar a la altura. Hemos tenido muchas ocasiones de contragolpes. Hemos tenido grandes oportunidades de contragolpear y eso nos ha dado oxígeno. Casi hemos llegado a la meta. No sé si es la derrota más amarga, nunca me ha gustado perder y no entendemos por qué no ha sido suficiente".

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, celebra la clasificación para la final de Wembley con su hijo Davide.

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, celebra la clasificación para la final de Wembley con su hijo Davide. / Mariscal / EFE

Euforia blanca: "Esto el Madrid"

Por su parte, en el bando madridista, uno de los más eurfóricos era Vinicius, el hombre del partido, que puso en valor la capacidad del conjunto blanco para hacer lo imposible en esta competición. “Esto es el Real Madrid, siempre creemos en nosotros y ha pasado una vez más. Vamos a por la 15ª. Cuando jugamos en casa sentimos la unión de nuestro equipo y que siempre va a hacer la diferencia”, declaraba. El brasileño dijo sentirse “afortunado de poder jugar con esta camiseta” e hizo alusión a sus orígenes. “Salí de Sao Gonçalo. Normalmente, la gente no sale de ahí y estoy haciendo una gran historia con este equipo y con esta afición que me ama tanto. Yo lo soy todo para ellos”, expresó el atacante.

Ancelotti estaba satisfecho, pero con la mesura que le caracteriza: "Ha pasado otra vez. Una afición que empuja, unos jugadores que creen y vuelve a ocurrir. Es algo mágico. Hemos jugado bien, hemos tenido la fuerza de no perder la cabeza cuando nos han marcado. Los jugadores han hecho una temporada que nadie esperaba. Yo tampoco, porque llegar a la final es un éxito, pase lo que pase. Si pienso en los días que faltan, lo vamos a pasar muy bien. Pido la hora para celebrar en Cibeles. Hay una alegría en los jugadores que es contagiosa. La afición ha marcado la diferencia durante muchas veces. Parece normal hacer esto en este magnífico estadio con esta afición magnífica".

El técnico habló Joselu: "Joselu ha estado fantástico, ha aportado mucho esta temporada. No ha tenido mucho tiempo. pero es el reflejo de lo que hay en esta plantilla. Ha sumado mucho sin perder la confianza. Hemos tenido muchos problemas, las lesiones y nunca nos hemos quejado. El equipo ha tenido la oportunidad de demostrar el carácter de esta plantilla".

Sobre el árbitro y la polémica jugada en la que anuló el gol al Bayern apuntó: "La última jugada es bastante clara porque el asistente levanta y el árbitro pita. Es un árbitro que ha pitado una final del Mundial. Ellos se quejan de eso y nosotros del gol anulado a Nacho, porque Kimmich se ha tirado". Y concluyó apuntando que "el Real Madrid es una familia bien manejada por el presidente, un club con una historia que pesa y los jugadores tienen la suerte de vestir esta camiseta. Aquí hay un capitán que es Florentino, que es un fantástico presidente que ha creado esta generación de futbolista que busca otra Champions".