ELECCIONES 13-F

Cs se agarra al segundo debate y la caída del PP para resistir en Castilla y León

Igea busca con el segundo debate otro golpe de efecto

La meta de Ciudadanos pasa por resistir y mantener representación

Atacan a Mañueco por el "fracaso" si no acaban con Cs ni frenan a Vox

Francisco Igea e Inés Arrimadas.

Francisco Igea e Inés Arrimadas. / CLAUDIA ALBA.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Cuando faltan cinco días para las elecciones de Castilla y León —que todos los partidos miran con óptica nacional y para el PP se han convertido en una cita clave— la dudosa cifra de participación puede condicionar todo. Alfonso Fernández-Mañueco dedica los esfuerzos finales a pedir movilización y arenga a sus filas para convencer a familiares y amigos de que el domingo vayan a votar. La supervivencia de Ciudadanos en esa comunidad también tiene que ver con la participación, y sus principales dirigentes reconocen que la campaña del candidato, Francisco Igea, cesado de manera sorpresiva junto al resto de sus consejeros tras el adelanto electoral, está aumentando sus posibilidades de resistir.

Prácticamente todas las encuestas dan por hecho que Igea podría sostener su escaño por Valladolid. En Ciudadanos aseguran haber detectado una mejora en la tendencia que en el caso de Madrid era inexistente del todo. “Hay una subida fuerte en la variable de voto más simpatía en todas las encuestas. Tenemos que ser capaces de traducirlo en papeletas”, explican en la cúpula naranja. Las opciones se concentran en Valladolid, Palencia, Salamanca y León. En el resto de provincias es imposible. “El debate de este miércoles es vital”, dirigentes nacionales.

La campaña de Ciudadanos dio un vuelco justo al empezar cuando se conoció el positivo por coronavirus de Igea. La infección le obligó a estar los primeros días en casa y delegar el protagonismo en la exconsejera de Sanidad, Verónica Casado, que se ha implicado de lleno en mítines y actos a pesar de no concurrir como cabeza de cartel. El primer debate televisado de la semana pasada (Igea lo tuvo que hacer desde casa) se convirtió en un cara a cara con Mañueco que tendrá su segunda réplica esta noche.

“Es fundamental que lo haga exactamente igual que el otro día. Retrató a Mañueco y puede volver a hacerlo”, insisten en el partido, reconociendo que el debate fue el primer gran impulso de la campaña. Muchas esperanzas están puestas en el segundo duelo. El hecho de que el PP lleve días desinflándose influye mucho en sus expectativas. Como publicó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, los populares llevan días notando un descenso en los sondeos por culpa, al menos en parte, de haber generado la esperanza de replicar el éxito de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha terminado multiplicando su presencia en la región con el objetivo de frenar el auge de Vox, que podría conseguir en torno a la decena de representantes. “Si tengo que pactar, aunque no les necesite, prefiero hacerlo con el partido de Ortega Lara a quienes lo hacen con sus secuestradores”, zanjó en Valladolid este martes.

La dureza del discurso popular (también Pablo Casado en los últimos días) es visto como un síntoma de debilidad en Ciudadanos. Los naranjas entienden que cuanto más se escoren a Vox más margen tienen de crecimiento por el centro derecha. No sólo eso. Ciudadanos cree que el adelanto electoral de Mañueco “le sentó fatal al PP desde el primer momento” porque, a diferencia de lo que ocurrió en Madrid, fue incapaz de explicarlo. “Trató de taparlo con encuestas y ahora todas dan a la baja. El marco de desplome está ahí y puede ser irreversible”, consideran en el cuartel general naranja.

Ciudadanos sufrirá una debacle en comparación con 2019, cuando sacó 13 diputados. Pero su meta ahora es la supervivencia. En la Asamblea de Madrid desaparecieron y ahora un escaño sería suficiente para dar por incumplido uno de los objetivos de Mañueco: matar políticamente a su socio de gobierno. “Si tenemos suerte podemos darle un disgusto aún mayor”, explican en el entorno del candidato sugiriendo la opción de rascar algún otro procurador. “Eso sería el mayor golpe”, zanjan. Muy pocos sondeos auguran esa posibilidad, pero el debate electoral, aseguran, puede ser decisivo en su caso.

“La gente percibe egoísmo y partidismo al haber convocado sin motivo. El candidato tampoco está teniendo ‘punch’ y lo de la reforma laboral les ha dado la puntilla”, reflexionan dirigentes muy cercanos a Inés Arrimadas. Que el voto erróneo de un diputado del PP, Alberto Casero, mano derecha de Teodoro García Egea, terminara salvando la ley estrella del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido un mazazo interno muy importante para los populares. La imagen de descontrol y que se frustrara una operación que habría tambaleado la coalición en mitad de la campaña castellanoleonesa revitaliza a los rivales del PP. A Ciudadanos, cuyos votos permitieron además aprobar la reforma pactada con patronal y sindicatos, le permite marcar perfil propio.

La lectura en el núcleo duro de Arrimadas, decidida a pelear por la supervivencia de su partido aunque sea con escasa representación, es la de que el PP podría firmar un fracaso el 13-F aunque gane las elecciones. “Si te quedas lejos de la mayoría absoluta, Ciudadanos resiste y Vox sube, no habrás cumplido ninguno de tus resultados. ¿El adelanto para qué?”, zanjan.

En el partido de Santiago Abascal también esperan ese fracaso del PP. Como publicó este diario, el partido espera obtener entre diez y doce representantes en las Cortes (ahora tienen uno) y confían en ser decisivos para la formación del próximo gobierno. Con independencia de si entran o no al ejecutivo autonómico (el PP aspira a que no lo haga sumando más que la izquierda o a que sencillamente a Vox no le compense si no tiene un número relevante de procuradores), el partido tiene claro que hará sufrir a Mañueco con un ‘acuerdo duro’ que no estará basado en simples compromisos como ocurrió en la pasada legislatura. “Hemos aprendido de Madrid y Andalucía. No nos va a volver a pasar”, zanjan.