Jornada 31 en LaLiga

El Barça enmienda sus errores y el Real Madrid avanza tranquilo hacia el título

El equipo de Ancelotti descuenta una jornada para hacerse con el campeonato y el Barça vence ‘in extremis’ al Levante tras superar tres penaltis

El Atlético vuelve a tropezar frente a la ‘clase baja’ de la categoría y el Villarreal firma un empate antes de completar la machada ante el Bayern

El Mallorca es el único equipo involucrado en la lucha por la permanencia que consigue ganar, el Cádiz cae al descenso y el Alavés se hunde

El jugador del Barcelona FC Pedri celebra su segundo gol del partido contra el Levante.

El jugador del Barcelona FC Pedri celebra su segundo gol del partido contra el Levante. / REUTERS/Pablo Morano

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Los cromos de fútbol se han convertido en ocio adulto. Una actividad bohemia que se ha trasladado de los patios de colegio a algún rincón de un mercadillo, donde aún pervive el intercambio. Ya no hay caras raras en los quioscos, trincheras de lo analógico, cuando se piden. Los niños prefieren los sobres del FIFA, donde obtienen cartas digitales modificadas que se presentan con una pasarela de fuegos de artificio. Es lo que se da en llamar como Ultimate Team. Más efímero, pero más espectacular. [Así va LaLiga]

Fuera de esta nueva ola están las imágenes torcidas en el álbum que acaba como mantel cuando no se termina. Es una pena, porque los cromos afianzan la memoria y permiten saber quiénes han sido los destacados y los ausentes de la temporada, además de ser una base de datos para aprender geografía. 

¿Dónde nació Lucas Vázquez, jugador del Real Madrid? En Curtis, provincia de A Coruña. ¿Y Gareth Bale? En Cardiff, capital de Gales, el lugar al que quiere volver más rápido que un dragón. ¿Pedri? En Tegueste, corazón guanche. El Zipi del Barça. El Zape, en Los Palacios y Villafranca, pura Sevilla. ¿Luuk de Jong? Suizo en la partida, neerlandés en la vida y salvador en el Ciutat de Valencia.

Lo más importante de un álbum es la portada. Y el 2-3 entre el Barcelona y el Levante serviría para ilustrar un dossier de venta de esta competición, en la que restan apenas siete jornadas. Es la sinopsis perfecta de la actual fase del campeonato, en la que todos los equipos se juegan algo. El capital por quedar lo más alto posible, la permanencia, Europa o la condición de aspirante al título, como el Barça de Xavi. Este tiene algo especial. Un espíritu que el fútbol le ha conferido por todo lo que le ha dado.

Es una de las explicaciones para un partido sin cordura, donde el Barça sufrió tres penaltis en contra. Cada cual, más claro y con nombre propio: Dani Alves, Eric García y Lenglet. Ninguno arrojó gran discusión, como si lo hizo el lanzador de cada pena máxima por parte del equipo granota. El primero, del Comandante Morales, jugador que debería figurar siempre en la primera página. Dentro. Segundo, de Roger, para la lamentación eterna, detenido por Ter Stegen. Tercero, para empatar 2-2, de Melero.

Nunca en la historia de LaLiga le habían pitado al Barça en contra tres penaltis. Y contra semejante adversidad solo queda reaccionar con igual fuerza. Como la fusión de Dragon Ball entre Goku y Vegeta, como Zipi y Zape. Así irrumpieron Pedri y Gavi en una segunda mitad pasada por la magia de sus botas. Dos jugadores de póster, cuando deberían estar aún colgándolos en sus habitaciones. 

Cambiaron el sentido del partido, empujando con sus travesuras a la enésima asistencia de Démbéle (11 en 14 partidos) para Aubameyang (10 goles en esta temporada) en el primero azulgrana. El segundo, fabricado por ambos, con el pundonor de Gavi y la providencia de Pedri, que asiste como dispara y viceversa. La lucha contra las contrariedades la culminó el que más ha tenido que verlas de frente: Luuk de Jong, el Hombre de Hojalata de este Barça al que Xavi ha devuelto el corazón.

Cromos madridistas 

El oficio de entrenador es parecido al del coleccionista. Busca que todos y cada uno de sus cromos aparezcan en el álbum. A Carlo Ancelotti, técnico madridista, le ha costado llenar la página, pero en el momento clave de la temporada ha ido añadido cartas. Venció al Getafe (2-0) con facilidad y tirando de secundarios. 

Comodines imprescindibles para encarrilar LaLiga y exhibirse como el mayor candidato a reinar en Europa. Habrá propuestas mejores, pero la mística que rodea a la escuadra blanca convierte a cada peón en un adhesivo dorado, de los que valen por tres normales. El primer gol fue de Casemiro, tan preciso en el remate como desprendido a la hora de protestar y llevarse una amonestación que le impedirá jugar frente al Sevilla. 

El segundo tanto, de un operario como Lucas Vázquez, que asomó para certificar un triunfo que descuenta una jornada hacia el título y le permite construir un puente sólido hacia vuelta de cuartos frente al Chelsea (goleó 0-6 al Southampton). No todo fueron aplausos. 

Aunque Carletto quiere incorporar a las rotaciones a Gareth Bale, el Bernabéu considera que el “order” de “Wales, golf, Madrid” sigue vigente y lo ve como un mercenario. Pitos en el cambio y en los remates a los que el delantero respondió con una sonrisa. No jugaba en el coliseo blanco desde el 26 de febrero de 2020, en octavos de la Champions ante el City.

El Mallorca vive


Al Atlético, la jornada de transición hacia la vuelta de los cuartos de la Champions le sentó como una piedra en el riñón tras perder frente al Mallorca (1-0). No le va bien medirse a la clase baja de la categoría, frente a la que se ha dejado 11 puntos. Más llevadero fue el intervalo para el Villarreal, que igualó al Athletic (1-1) antes de viajar a Alemania para reivindicar ante el Bayern (venció 1-0 al Augsburgo) un espacio en las semifinales. Es ahí donde la aldea gala sigue en Europa, En LaLiga se conforma con estar en puestos de Conference, competición de la que huyó la temporada pasada gracias a conquistar la Europa League. 

Simeone se retrajo en sus pensamientos, esperando que llegue cuanto antes la oportunidad de demostrarle al Manchester City (empató 2-2 ante el Liverpool en el duelo del fin de semana) que en el Metropolitano puede caer hasta la luna. Aprovechó la situación el Mallorca  para conseguir un triunfo vital (1-0) con un tanto de Vedat Muriqi desde el punto de penalti, aprovechando la pena máxima cometida por Reinildo. Ambos llegaron en el mercado de invierno, por lo que su lugar en el álbum de LaLiga estaría en las páginas finales, que se reservaban para las incorporaciones que llegaban fuera del cierre de edición. 

A Muriqi, “doblemente feliz, por el gol y por los tres puntos”, un aficionado mallorquinista pondría su carta encima de alguno de los que empezaron el curso y que han dado bastante menos que este delantero kosovar cedido por el Lazio. El ariete vivió de niño el conflicto entre su país y Serbia. Entendió lo que significa la necesidad, el pegamento más fuerte con el que su familia se defendió de las penurias, ayudado, según él dice, por Dios. Muriqi es un cromo de los que cualquiera pegaría en su nevera, porque recuerda lo que es la resistencia. El Mallorca llevaba siete derrotas consecutivas y ahora 'encadena' un triunfo. 

¿Con qué se junta la victoria? Con la jornada siguiente. Y así, hasta el final. Javier Aguirre, técnico bermellón, que ha sentido más de una vez lo que es ejercer de salvavidas, sabe que lo importante no es cuántas veces te haya salido repetido un cromo. La clave es el último sobre, donde, a cara o cruz, se decidirá tu destino. La diferencia entre que el álbum sea una obra completa y redonda o un proyecto inacabado más sobre el que recrear el dolor de descender a Segunda. 

El Alavés agoniza

A veces, los clubes cambian y frotan los sobres. Cruzan los dedos, a ver si influyen en el contenido de un envoltorio y este les devuelve la carta del entrenador de la salvación. Método confuso que no le está funcionando al Granada y mucho menos al Alavés. Se va a vivir por todo lo alto la Semana Santa en el templo nazarí, rezando para que el 4-2 encajado en Sevilla sea eso, la pasión antes de la resurrección. La derrota de los Rubén Torrecilla, que están uno por encima del descenso, es de las que hacen daño. 

El gol del capitán Víctor Díaz en los últimos minutos del tiempo reglamentario para poner el 2-2 abría la ventana hacia un punto vital. El partido duró hasta el 99 y el conjunto hispalense no solo fue capaz de llevarse los tres puntos. Ganó por dos, con tantos de Rafa Mir y el Papu Gómez que restauran el sentido del conjunto de Lopetegui. Este se había dejado llevar de tal manera en los últimos tiempos que parecía descarrilar incluso de los puestos de Champions. 

Tendrá que defender plaza ante el Betis, que no hace más que afinar la puntería para el duelo con la historia de La Cartuja en la final de la Copa del Rey. Quiere llegar con el pecho henchido a este duelo el Valencia, que visita al Rayo Vallecano en el partido que cierra la jornada (21:00 horas).

‘Chandalismo’ verdiblanco

Aunque él lo niega, sabe Pellegrini que su foto en la orla de la magnífica temporada verdiblanca aparece con chándal. Será la mística del algodón, que él relega a la cuestión de anécdota, pero cada vez que se despoja del traje o el polo, su equipo suma de tres. Así lo hizo ante el Cádiz (1-2), que se vio remontado con un tanto de penalti transformado por Borja Iglesias

A Sergio González, técnico del equipo gaditano, la acción sancionada le pareció “de risa”. Fue muy trágica. Es de las que generan cromos para olvidar que querrías sacar de tu colección. Como aquel del bosnio Mirsad Hibic, atendido por el fisioterapeuta debido a una lesión. Y no uno cualquiera, Domingo Pérez, cuya atención a un rival suscitó el célebre ‘¡pisalo, pisalo!” de Carlos Bilardo en el Sánchez Pizjuán, acompañado de un “los de colorado son los nuestros”. 

China vibra con Wu Lei

Precisamente, en Vitoria se preguntan cuáles son los suyos después una derrota del Alavés en el 94 (1-0) en el Sadar, donde Julio Velázquez se estrenó sin éxito. Ni el penalti detenido por Pacheco pudo evitar que el equipo babazorro pusiera un clavo más en el ataúd, el inmueble del colista. En la última jugada, la desgracia se abrazó a Ximo Navarro, que no acertó a despejar la pelota y la jugada terminó en el gol de Budimir. El punzón de Osasuna, que ha participado en cuatro de los últimos cinco tantos de su equipo. El descenso a los infiernos del Glorioso -hay sobrenombres que matan- ha coincidido con el bajón de Joselu, el proveedor casi monopolístico de goles del Alavés (lleva la mitad de los tantos). 

El Elche miró desde su resquebrajada ventana cómo sus rivales, a excepción del Mallorca, iban tropezando. La presión de tener todo tan de cara le pasó factura. La vitrina quebró con los balonazos de David Silva, que ofreció una exhibición como si tuviera 20 años para decretar el 1-2 en el Martínez Valero. O más bien, con la experiencia de 36 y el atrevimiento de un adolescente. El cromo del prodigio de Arguineguín es una de esas joyas de colección que te gustará enseñar a las nietas o nietos para convencerles de que existen los genios de la lámpara.    

Mientras las audiencias mundiales se concentraban sobre el duelo en la cumbre de la Premier entre el Manchester City y el Liverpool, el público chino, para el que se nacieron las franjas televisivas a deshora, se volvía ‘loco’ con el tanto de Wu Lei que aseguraba la permanencia del Espanyol a costa del Celta (1-0), condenado a la tierra de nadie. Uno de esos cromos exóticos, imposible de ver entre los Sandokanes o los Paquis del pasado. Melenudos tractores que han sido sustituidos por futbolistas atléticos y tatuados. Y todo esto lo sabemos gracias a los cromos, retratos que culturizan como si fuerna un atlas antropológico. Que no termine nunca el sipi, nope, sipi, nope… 

Resultados de la jornada 31 en LaLiga

Sevilla 4 - 2 Granada

Cádiz 1 - 2 Betis

Mallorca 1 - 0 Atlético

Villarreal 1 - 1 Athletic

Real Madrid 2 - 0 Getafe

Osasuna 1 - 0 Alavés

Espanyol 1 - 0 Celta

Elche 1 - 2 Real Sociedad

Levante 2 - 3 Barcelona

Rayo Vallecano - Valencia (lunes, 21:00 horas)