Jornada 26 en LaLiga

No a la guerra en LaLiga: el perdón de Dembélé, la paz de Courtois y el tratado de ‘Mbappino’

El Barcelona golea al Athletic con un sensacional partido del atacante desterrado (4-0)

Yéremi Pino (Villarreal) se saca un póquer magistral y el Sevilla manda ante el Betis

El portero del Real Madrid apacigua las armas del Rayo y Lodi “recibe lo que merece”

Los jugadores del FC Barcelona, el francés Ousmane Dembélé (i) y el neerlandés Frenkie de Jong, celebran el segundo gol del equipo blaugrana durante el encuentro correspondiente a la jornada 26 de primera división que disputan este domingo frente al Athletic Club en el estadio del Camp Nou, en Barcelona.

Los jugadores del FC Barcelona, el francés Ousmane Dembélé (i) y el neerlandés Frenkie de Jong, celebran el segundo gol del equipo blaugrana durante el encuentro correspondiente a la jornada 26 de primera división que disputan este domingo frente al Athletic Club en el estadio del Camp Nou, en Barcelona. / EFE / Alberto Estevez

Denís Iglesias

Denís Iglesias

El fútbol, como gran manifestación humana que es, tiende hacia el belicismo en su lenguaje. Tácticas, estrategas, comandantes, armas, combates… Las crónicas están cargadas de pólvora incluso en un contexto tan sensible como el de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. En la Enclopedia Británica el término “paz” no aparece hasta 1901 mientras que "guerra" está desde la primera edición. En Wikipedia, “paz” tiene entradas en 140 idiomas por los 164 de “guerra”. 

No es fácil cambiar el lenguaje, pero las potencias de LaLiga, el G7, los que ocupan puestos europeos (Champions League, Europa League y el adicional de Conference League), firmaron la paz esta jornada con victorias. Solo el Betis cayó en el derbi contra el Sevilla.

[Así va LaLiga]

Pedri es Iniesta

La reconciliación es la única llave que cierra las grietas junto a la memoria histórica. Lo experimenta Dembélé, jugador del Barça que obtuvo el perdón temporal de parte de un Camp Nou que le silba siempre que sale. Metió un gol y dio dos asistencias, firmando un expediente superlativo en apenas 20 minutos en la goleada ante el Athletic (4-0).

Por primera vez en muchos meses, el templo barcelonista terminó aplaudiéndole. Fue un encuentro más de la voltereta azulgrana, impulsada por Aubameyang y los refuerzos. Así, hasta una nueva goleada en la que sumó otro obrero silente, Luuk de Jong, que repele la parodia y que igualmente ha recuperado su carta de ciudadano barcelonista.

Terminó la faena Depay, la conexión con la primera vuelta donde fue el único sostén ofensivo. Completó el dominio Frenkie, otro que se impulsa con la buena marcha del club. Las continuas llamadas a la euforia de Laporta por fin se traducen en el campo y ser del Barça vuelve a ser “lo mejor que hay”, como se escuchó en el regreso del público al barrio de Les Corts.

La orientación de este equipo ha cambiado de tal modo que Xavi ha conseguido sumar a Ousmane, más que válido para la causa que acepta hasta mercenarios desterrados como él que un día fueron llamados a filas como líderes de batallón. El conjunto azulgrana ha creado un planeta donde el eje de rotación es Pedri (ausente por lesión durante meses), «el mejor del mundo» para su técnico, quien añadió una desafiante comparativa: "Me recuerda a Iniesta". Amor al primer pase.

La calma es un argumento que se valora incluso más que la garra. Su mejor embajador es Yéremi Pino, jugador del Villarreal que elaboró un tratado de efectividad ante un Espanyol (5-1) que no presentó combate. Le cayeron cuatro goles del atacante canario y uno de Boulaye Dia. El tanto de Keidi Baré fue una pausa en el desarrollo triunfal del equipo de Unai Emery.

Es difícil crear un relato sobre la paz con el interés que genera la confrontación. En ocasiones hay una naturalidad en el éxito que no engrandece. “No sé ni qué decir. El balón lo voy a llevar a Las Palmas. ¿Metí con la izquierda? Pues no me acuerdo. Como si es con el culo. Mientras cuente…”, explicaba tras su gesta el rebautizado ‘Mbappino’, como le han apodado sus compañeros.

En todas las retransmisiones de LaLiga lució un rótulo de ‘No a la guerra’, que en el Levante - Elche que abrió la jornada aparecía casi en medio de la pantalla. El mensaje terminó al lado del marcador de cada encuentro. No es fácil darle la importancia que merece. El propio equipo granota lo mostró en los videomarcadores y el meta georgiano del Valencia, Giorgi Mamardashvili, exhibió una camiseta el lema antibelicista. Se echó de menos un posicionamiento común, como sucedió en otras ligas.

El Real Madrid fue pacifista, apagando el “a las armas” de Vallecas (0-1), uno de los campos con mayor espíritu guerrillero. El Rayo quería hacer tambalear el liderato blanco e impulsarse para la vuelta del partido de Copa del Rey ante el Betis. Pero se encontró con la intervención del mayor apagafuegos mundial: Thibaut Courtois

Los porteros son los que mayor capacidad de decisión tienen sobre las guerras del fútbol. Defienden el fuerte. Son los únicos capaces de relajar la tensión solo empleando sus manos. Aunque un desliz de estos apaciguadores puede afectar al resto de sus compañeros.

No es únicamente un meta que gane puntos, es que sus paradas conquistan títulos. Va camino de igualar su mejor registro histórico, que data de la temporada 2013/2014, cuando militaba en el Atlético: 0,71 goles por partidos encajó. Este curso va por 0,75. Si a esto se le suma el bisturí de Benzema y Vinicius, asociación que volvió a aparecer para el único gol del partido, le basta, por ahora, al Real Madrid en LaLiga. Fuera de ello hace frío si nada más entran en juego, como mucho, catorce futbolistas. 

Derbi sevillano sin incidentes

Por eso tan importante no tocar a tu guardián si este cumple con su labor. Hay entrenadores que arriesgan cambiando de porteros, negando el rol de meta titular o suplente, que responden a psicologías muy diferentes. No solía acabar bien como tampoco lo hizo el trueque en la cancillería del Betis, a la que volvió Claudio Bravo, quien entregó al Sevilla (2-1) algo tan sagrado como el triunfo en el derbi de la existencia. 

El chileno cometió un penalti que transformó Rakitic y después estuvo blando en el tanto de Munir, dándole alas a un jugador perdido. Podría considerarse una labor humanitaria en otro contexto, pero nunca en un partido de máxima rivalidad que demostró que puede jugarse sin incidentes y con total euforia. El Sevilla llegaba con demasiadas cuentas pendientes de la eliminación en Copa. El Betis intentará tomárselo esta semana como un varapalo civil que olvidar con una clasificación para la final copera. 

La Real Sociedad hizo el camino inverso, lamiéndose las heridas de la eliminación en la Europa League y el siniestro total del derbi ante el Athletic con un triunfo ante Osasuna (0-1) con gol de Elustondo. Imanol Alguacil apostó por el Carnaval y disfrazó su planteamiento con un once inédito, con Illarramendi, Nais, Pacheco y Ander Martin. Firmó un tratado de paz reivindicándose como potencia de LaLiga preparada para ingresar en Europa una temporada más. 

Cabeza de turco


A veces es cuestión de saber el espacio que a uno le corresponde. Como en geopolítica. Intentar que las posiciones no se vuelvan imperios y tener capacidad transfronteriza como le sucede en los últimos tiempos al Atlético de Madrid. Los de Simeone confirmaron su marcha ascendente ante el Celta (2-0) con dos goles y una asistencia de Renan Lodi, el perfecto ejemplo de estado libre asociado. 

Amnistiado de labores defensivas, muestra una versión solidaria en ataque. Algunos quisieron ver en él un enemigo para Reinildo, que llegó en el mercado de invierno para rivalizar en el carril zurdo. “Lo mejor es no lo que no se ve, es el primero que le ha ayudado. La vida y el fútbol te acaban devolviendo lo que haces con momentos como estos”, dijo de él Simeone tras el encuentro.

En los malditos sucesos de la guerra se hacen estadísticas que deshumanizan. Una de las comparativas más difundidas es la del parte de bajas y las diferencias entre el ejército de Ucrania y Rusia. No hay tiempo ni capacidad para entrar en matices cualitativos. En el fútbol, sí, sobre todo cuando se trata de futbolistas como Enes Ünal, autor de un doblete frente al Alavés (2-2) que permitió al Getafe salvar un punto en inferioridad numérica por la expulsión rearbitrada de Jorge Cuenca. 

El ariete, que ahora lleva trece goles, fue en sus anteriores destinos cabeza de turco y no por haber nacido en Bursa, sino por las expectativas no confirmadas que consideraron el Manchester City o el Villarreal, que lo enviaron de corresponsal a diferentes conflictos sin obtener a cambio casi nunca (en el Twente neerlandés metió más goles que años tenía: 19 por 18) el crecimiento esperado. Hoy es uno de los delanteros más en forma de la competición. Solo Benzema lleva más goles que él y está empatado con Vinicius y Raúl de Tomás

“No me lo merezco”


En tiempos de paz se pide no caer en el maniqueísmo, porque en la guerra no se puede ser equidistante. Con los entrenadores sucede algo parecido. Por su estilo, los hay que están condenados a ingresar en el bando de los villanos, como Bordalás, agobiado por las diferencias entre el Valencia que tiene en su mente y el que a veces salta al campo. Ganó frente al Mallorca en la previa a la vuelta a la semifinal de Copa gracias a un gol de bandera de Gabriel Paulista (0-1). Bálsamo tras cuatro meses en el dique seco. Su chut parecía imaginado y repetido hasta la saciedad en su mente durante la recuperación. 

Luis García Plaza, técnico del Mallorca, no quiere estar en el lado de la historia de los derrotados. Se desesperó ante los fallos de los suyos y acabó expulsado por reclamar una amarilla. En sala de prensa mostró su frustración. “No me lo merezco”. Al borde del llanto. “Estoy hundido”. Cabeceando una y otra vez. “He visto a Xavi pegar en el pecho a un árbitro o al Cholo salirse. A mí no me dejan moverme”. Y avanza: “Esto va a ser un sufrimiento hasta el final”. 

Para todos los que se encuentran en su lugar, el mejor ejemplo de resiliencia es el de Alessio Lisci, que ha revivido al Levante, un equipo que había fallecido hace meses. No en cuerpo, que mantenía por la profesión, sino en alma, que se había disuelto tras firmar la peor racha sin ganar de un equipo en Primera. Goleó al Elche (3-0) para firmar un siete de nueve en las últimas jornadas que le sitúa a seis puntos de la permanencia a falta de lo que haga el Granada en el partido de cierre contra el Cádiz. Otra contienda agónica, donde puede haber un derrotado o dos, según el resultado. 

Los granotas se ha reconciliado consigo mismos y con su grada. Han sacado la moral del vencido, tan difícil de interpretar cuando uno se expone al conflicto semanal que supone la competición. Estos combates y disparos deberían ser los únicos por los que deberían preocuparse Andriy Lunin, portero ucraniano del Real Madrid, y sus compatriotas.

Resultados LaLiga 


Levante 3 - 0 Elche

Mallorca 0 - 1 Valencia

Getafe 2 - 2 Alavés

Rayo 0 - 1 Real Madrid

Atlético 2 - 0 Celta 

Villarreal 5 - 1 Espanyol

Sevilla 2 - 1 Betis

Real Sociedad 1 - 0 Osasuna

Barcelona 4 - 0 Athletic

Granada - Cádiz (lunes, 21:00 horas)