CASTILLA Y LEÓN

Los problemas del pueblo atravesado por la cascada más bonita de Castilla: desprendimientos, desbordes...

La crecida del caudal provocó recientemente desbordes de agua en este bello pueblo de Burgos que atrae a 1.500 turistas al día en verano y se estudia hacer obras para impedir nuevos episodios

En 2019, la borrasca Elsa dejó varias viviendas situadas al lado del torrente al borde del precipicio

Imagen de la cascada de Orbaneja del Castillo, en Burgos.

Imagen de la cascada de Orbaneja del Castillo, en Burgos. / EPE

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Hay días, sobre todo cuando se producen tormentas o hay un deshielo rápido, que la cascada más fotografiada de Castilla y León, en el precioso pueblo medieval de Orbaneja del Castillo, en Burgos, baja atronadora, a plena velocidad por sus varias caídas de agua hacia sus pozas de color azul turquesa repletas de níqueles.

La cascada, que divide el pueblo en dos barrios (Villa y Puebla), brota de la Cueva del agua del circo rocoso de origen kárstico que abraza el pueblo, uno de los conjuntos de arquitectura popular mejor conservados de Burgos. El torrente del agua, que en su día movía las piedras de cinco molinos harineros, va a parar al río Ebro.  

Hace unas semanas, hubo un pequeño “problema” en el cauce del cañón cuando atraviesa la localidad y se desbordó en uno de los tramos urbanos, obligando al Consistorio a poner sacos de arena para contener el agua. “Fue cuestión de solo dos días, es un problema que esperamos solucionar pronto. Es cuando hay crecidas y solo en una calle. Es un problema muy particular; ya han estado los ingenieros para solucionarlo”, cuenta el alcalde pedáneo, José María Martínez.

Vista del cañón de agua que cruza Orbaneja del Castillo, en Burgos.

Vista del cañón de agua que cruza Orbaneja del Castillo, en Burgos. / AYUNTAMIENTO DEL VALLE DE SEDANO

Núcleo urbano

La obra será ejecutada por el Consistorio perteneciente al valle de Sedano, ya que el proyecto les corresponde al encontrarse la cascada en núcleo urbano, según informa a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA una portavoz de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que apunta que el Ayuntamiento sí debe obtener un “informe favorable” del organismo para que se lleve a cabo, además de contar con su asesoramiento.

Proyecto

“Y lo óptimo, como este caso, es que Ayuntamiento y la CHE estén en contacto desde el inicio para que el proyecto sea correcto”, señalan fuentes de la Confederación del Ebro. 

Lo cierto es que el paso contante del agua durante lustros ha ido provocando pequeños daños en el casco urbano, en él convivieron en su día mozárabes, cristianos y judíos y que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1993. Por ejemplo, las escaleras que discurrían en paralela a la cascada han sufrido episodios de deterioro y desprendimientos. En 2019, por ejemplo, la borrasca Elsa dejó varias viviendas, que están al lado del torrente de agua, al borde del precipicio. Esto se debe a que la piedra sobre la que se asienta el pueblo es toba, que es muy porosa.

Recientemente, se han realizado obras de mejora en las calles y se ha ampliado el aparcamiento en una de las entradas del pueblo, que cuenta con solo 52 habitantes, pero que recibe a decenas de miles de turistas de todos los años -en verano 1.500 personas lo visitas a diario- para conocer la peculiar cascada que atraviesa la localidad, que hace frontera prácticamente con Cantabria.