HISTORIA

Los héroes del Dos de Mayo... de 2024

Cerca de mil voluntarios de diez nacionalidades recrearán en Madrid con mosquetes, cañones y caballos los hechos que en 1808 desataron el levantamiento de los madrileños contra los franceses. Cuatro de ellos explican por qué lo hacen

Fusilamiento de Manuela Malasaña en la recreación de 2023 en la Puerta del Sol.

Fusilamiento de Manuela Malasaña en la recreación de 2023 en la Puerta del Sol. / CLARA BREA / @IN_LIVING_COLOR_PHOTOGRAPHY

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

De todos los actos lúdicos con que la Comunidad de Madrid celebrará sus fiestas del Dos de Mayo, uno de los momentos centrales es la recreación histórica de los sucesos que en aquel 1808 levantaron en armas al pueblo madrileño. El año pasado se retomaron en la Puerta del Sol después de ocho años suspendidos. Y este 2024 la Asociación Voluntarios de Madrid 1808-1814, encargada de poner en escena estos episodios ha echado el resto. Desde el día 1 hasta el domingo 5 de mayo vienen organizando representaciones en distritos como Vicálvaro, Fuencarral o Barajas e incluso en municipios fuera de la capital como Torrejón de Ardoz.

Con todo, los grandes momentos serán la recreación en la Puerta del Sol de la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, el capítulo que cimentó las leyendas de personajes como Daoiz y Velarde, y el hecho que disparó todo en la Plaza de Oriente: los incidentes en torno al secuestro por las tropas del general francés Joaquim Murat del infante Francisco de Paula que empujó a los madrileños a reclamar las armas. Ambas recreaciones tendrán lugar en la tarde de hoy. Además, el sábado 4 de mayo por la mañana, los ejércitos de Wellington y de José Martín Díez, El Empecinado, desfilarán desde la plaza de Isabel II hasta el Retiro como ocurrió tras la liberación de Madrid en agosto de 1812.

En total, en un momento u otro de la semana, alrededor de un millar de recreadores participarán en las actividades, todos ellos, insisten desde la asociación, sin cobrar nada sino al contrario, pagando de su bolsillo uniformes o gastos de desplazamiento. "Habrá portugueses, irlandeses, británicos, alemanes, belgas, franceses, italianos, malteses, polacos y no sé si me está olvidando alguna nacionalidad", afirma Alfonso Sabán, presidente de Voluntarios de Madrid 1808-1814. También españoles, por supuesto. Cuatro de ellos explican sus motivos.

Ana Micó, 34 años, profesora de francés. Manuela Malasaña

Profesora de francés en un colegio del barrio de Sanchinarro, Ana llegó por amor al mundo de las recreaciones históricas. La pareja que tenía entonces se dedicaba a ello. "Yo veía sus fotos y alucinaba", cuenta, "hasta que un día me dijo que me prestaban el vestuario y que fuera a una". Fue en Lerma, en la provincia de Burgos, donde en 1808 el pueblo también se levantó contra los franceses con el cura Merino al frente. Ella interpretó a una de las mujeres que llevaban agua a los guerrilleros. Y se enganchó. De eso hace 12 años.

Desde entonces, asegura, ha ido cogiendo tablas. "Ya tengo mis numeritos montados: voy robando a los franceses que caen muertos y cositas así". Y se ha ido haciendo con su propio uniforme procurando que sea lo más fiel a la época: una enagua, una falda larga, una blusa blanca fruncida con un corpiño y un delantal. "Al final son trajes caros, porque te lo tienes que hacer a medida con una costurera, a lo largo de los años vas haciendo una inversión en una cosa, otro año compras otra y los vas haciendo poco a poco". Entre sus últimas adquisiciones está una madroñera para el pelo "preciosa". "Para que te hagas una idea, solamente esa redecilla no sé si me costó 70 u 80 euros".

El uniforme le ha permitido también participar en recreaciones más o menos fidedignas de episodios de los tercios, del siglo XVII. Y se está planteando en sumarse a alguna representación de batallas de la guerra civil. Pero es en la guerra de la Independencia en la que más veces ha tomado parte, no solo en Madrid, también en Bailén, en Vitoria, en Portugal, en Galicia, en Badajoz, en Tarifa... Lo cual no deja de tener su aquel siendo profesora de francés. "La verdad es que tengo el corazón dividido cuando recreo, porque a los franceses les tengo mucho cariño", asegura. "Mi madre me envió interna a un colegio y en distintos periodos he vivido allí un total de dos o tres años. Y es verdad que estos hechos sucedieron hace muchos años, pero en general veo que Francia es un país al que en España tenemos manía. Caen mal".

manuela malasaña

Ana Micó, profesora de francés, caracterizada como Manuela Malasaña. / CEDIDA

La posibilidad de ser por primera vez Manuela Malasaña, la joven costurera que en el imaginario popular se enfrentó a los franceses con unas tijeras, le surgió el año pasado. "Cuando preguntaron quién se animaba, yo que soy muy poco vergonzosa, me lancé", afirma. Por edad daba bien el perfil. "Y quedó precioso", recuerda. "Me fusilaron allí, en la Puerta del Sol, y fue todo muy épico. Es tan realista que yo tenía la adrenalina por las nubes pensando que me iban a matar. De todas las recreaciones que llevo creo que fue la más bonita". Tanto como para repetir este año.

Preguntada por qué participa en estas recreaciones, Ana asegura que es la manera más fácil de viajar en el tiempo, "como meterte en una máquina del tiempo durante un fin de semana". Además, añade, "me siento orgullosa de revivirlo y de reivindicar el papel de la mujer en aquella época. Aunque no lo parezca, tuvimos un papel muy importante, hacíamos mucha labor de enfermería, de abastecimiento, llevando agua para combatir el calor...".

Carlos Liñán, 29 años, administrativo. Luis Daoiz

El común origen andaluz brindó a Carlos la ocasión de convertirse en uno de los héroes de la defensa del Parque de Artillería de Monteleón. El capitán Daoiz era sevillano; él, aunque lleva más de seis años en Madrid, donde trabaja como administrativo en una aseguradora, malagueño. Y cuando fue propuesto para darle vida, se lo tomó en serio. "Como su casaca y su uniforme son de los poquísimos que se conservan, en el Museo del Ejército de Toledo, había de donde copiar", explica. Y con una de factura bastante similar llevó fotografías a una costurera para que le hiciera los cambios necesarios. "Siempre hay alguna medida que se va y el dinero llega hasta donde llega, pero con el tiempo lo vas perfeccionando. El año pasado fui con el calzón y el chaleco blanco, que es como iría un oficial fuera de servicio. Este año procuraré ir enteramente de azul, que es como Daoiz iría el Dos de Mayo de 1808". Llevará, además, un sable prestado "similar al que usaría la caballería ligera francesa".

Conoció el universo de las recreaciones cuando aún estaba en la universidad, estudiando la carrera de Historia, y un compañero le invitó a participar en una en homenaje al general Reding, artífice de la victoria de Bailén, primera derrota en campo abierto del ejército napoleónico. Fue algo después, precisamente en una recreación de la batalla de Bailén donde conoció a una persona que cuando se instaló en la capital le permitió entrar en contacto con la asociación Voluntarios de Madrid 1808-1814, con quienes ha seguido participando en estas actividades. De esta forma ha participado en representaciones en Astorga, Girona, Zaragoza, Tarifa o una en Malta en 2018 en la que se dieron cita unos 600 recreadores de toda Europa.

Carlos Liñán como el capitán Luis Daoiz en una recreación de 2023.

Carlos Liñán como el capitán Luis Daoiz en una recreación de 2023. / CEDIDA

A su juicio, lo que aportan estas recreaciones es "visibilidad". "Uno puede y debe acudir a los museos y a los libros para informarse, para aprender y para sacar sus propias conclusiones. Pero como ya decían los museólogos de los años 60, muchas veces hay que sacar la historia, el patrimonio, el arte a la calle. Si lo tienes que llevar al metro, lo llevas al metro. Si tú no quieres ir a la historia, no te preocupes, que la historia va a ir a ti, de una forma, además, entretenida y amena". La respuesta, está convencido, es positiva: "La gente está viendo a un hombre de carne y hueso como tú, vestido como se iría en la época y empatiza con el sufrimiento, con el padecer que tendría ese personaje".

Miguel Reseco, 64 años, profesor de física. José Blas de Molina y Soriano

Cerrajero de profesión, a José Blas de Molina y Soriano le reserva la historia un papel destacado en los hechos del Dos de Mayo. A él se atribuye la frase que desencadenó el motín. El general francés Joaquim Murat había ordenado el traslado a Francia de los dos únicos miembros de la familia real que quedaban en España, la reina de Etruria, María Luisa, y el infante Franciso de Paula. Partían cada uno en un carruaje, María Luisa en el primero y Francisco de Paula en el segundo y Molina, que había visto salir el primero, llegó corriendo y empezó a gritar. "¡Traición! ¡Nos han llevado al rey y quieren llevarse a toda la familia real! ¡Matad a los franceses!". Los disturbios fueron reprimidos a tiros por las tropas de Murat, que causaron los primeros muertos, y terminaron de encender la insurrección de los madrileños.

Atraído por el personaje, con sus luces y sus sombras, Miguel Reseco, profesor de física en Secundaria y aficionado a la historia, decidió utilizar su nombre para el blog en el que escribe sobre temas del pasado, muy significadamente sobre la guerra de la Independencia, pero no solo. Es, además, autor de tres libros. "Yo he sido de la época de Hazañas bélicas, El sargento Gorila y Capitán Trueno y tal vez por eso me haya interesado siempre la historia bélica", relata. "En un momento dado, me pasé de los grandes hechos y las grandes batallas a las que se perdían, a las derrotas. Y me interesó mucho el Dos de Mayo. Las victorias muchas veces son fruto de una casualidad, de la meteorología, de la geografía... Y muchas veces se desaprovechan, los victoriosos demuestran que no saben cómo gestionarlas. En las derrotas, en cambio, se ven los grandes actos de humanidad de los vencidos, el altruismo, la caridad, la piedad...".

Miguel Reseco, que recreará a José Blas de Molina Soriano.

Miguel Reseco, que recreará a José Blas de Molina Soriano. / CEDIDA

Esa preocupación por el Dos de Mayo fue lo que le acabó por embarcar en el mundo de las recreaciones. Hace algo menos de una década vio un desfile y quiso saber más. "Y la verdad es que esta gente son como una mafia", ironiza, "te van arropando, te van arropando y de repente te encuentras con que ya tienes un uniforme propio y un mosquete y tienes que ir a algún acto".

Entre las razones para participar en estos eventos, identifica dos. "Hay una parte que seguramente no te reconocerá nadie y que es egoísta, y es que te lo pasas bien, te lo pasas muy bien", reconoce. "Pero, fundamentalmente, el motivo es divulgar. De alguna manera, a quien ve una de estas recreaciones, más allá de lo que es un espectáculo, a lo mejor le queda una imagen para recordar o para reflexionar sobre el hecho de que antecesores suyos se dejaron la piel por lo que ahora tenemos. Uno lo hace con el ánimo de que el público, y en especial las nuevas generaciones, sepan que tuvimos una historia de gente sacrificada. Al fin y al cabo, si uno se siente orgulloso de sus padres, de sus abuelos, intenta imitarlos".

Alfonso Sabán, 34 años, abogado. Juan Martín Díez, 'El Empecinado'

Aún era estudiante cuando un domingo de 2008, tomando unas cervezas, un amigo le comentó que estaba colaborando en la organización de una recreación histórica de la batalla de Somosierra por el segundo centenario del enfrentamiento entre las tropas napoleónicas y españolas en el paso madrileño. El amigo le acabó liando, a él y a otros cuantos, les consiguió unas ropas "para salvar un poco el papelón" y fueron. "Fue increíble. Había decenas y decenas de caballos, la caballería polaca, los lanceros, cañones..., de todo. Me quedé impactado".

Ninguno de sus compañeros de entonces se enganchó, pero él sí. Dieciséis años después, Alfonso ya no es estudiante sino abogado especializado en propiedad industrial y no solo ha participado en más de un centenar de recreaciones históricas en varios países, es que además preside la Asociación Voluntarios Madrid 1808-1814, encargada de organizar todos los actos históricos de esta semana del Dos de Mayo en Madrid y otros municipios de la Comunidad, algo que le lleva ocupando "de menor a mayor intensidad" los últimos nueve meses.

Lo más complicado, asegura, "más aún que la financiación, es la burocracia", la gestión de permisos, autorizaciones y licencias con las distintas administraciones, pese a contar con la bendición entusiasta de la Comunidad de Madrid. "Nuestro gran valedor es, sin duda, la Comunidad de Madrid, la Consejería de Cultura y Turismo y Presidencia de la Comunidad de Madrid , que valoran esto, lo toman como suyo y lo impulsan. Hay distritos como el de Barajas o este año Vicálvaro o Fuencarral que también se involucran. Y otros que no ayudan y generan una burocracia inadmisible", protesta.

Alfonso Sabán, presidente de la Asociación Voluntarios de Madrid 1808-1814, como Juan Martín Díez, 'El Empecinado'.

Alfonso Sabán, presidente de la Asociación Voluntarios de Madrid 1808-1814, como Juan Martín Díez, 'El Empecinado'. / CEDIDA

Gestionar al cerca de millar de recreadores que en algún momento u otro participarán este año tampoco es sencillo. Solo en la representación en la Puerta del Sol de la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, y de los sucesos con el infante Francisco de Paula, en la Plaza de Oriente, participarán 400 voluntarios simultáneamente, con un cañón en el primer caso y un carruaje y varios caballos en el segundo. La fidelidad al hecho histórico es una de las principales preocupaciones, pero siempre, insiste Alfonso, supeditada a la seguridad: "Cuando disparamos, por ejemplo, lo hacemos hacia el cielo o el suelo y todos los controles de carga de las armas siguen un protocolo determinado para asegurarnos de que jamás se cargan con un proyectil". A diferencia de lo que se haría en 1808, la pólvora de los mosquetes no se baquetea para evitar que al baqueta quede dentro del cañón y pueda salir despedida. Las armas hacen ruido, pero no disparan.

En esta ocasión, Alfonso interpretará al líder guerrillero Juan Martín Díez, El Empecinado, que no participó en los hechos del Dos de Mayo, pero sí en la liberación de la capital, en agosto de 1812, junto a las tropas del general Wellington. El sábado 4 de mayo se recreará el desfile de la victoria. El abogado ya hizo una vez del Empecinado en San Lorenzo de El Escorial (en una licencia histórica, pues el guerrillero no tomó parte en los hechos que se recreaban) y el parecido con el personaje tal como lo retrató Goya, con las patillas cerradas hasta el bigote, era asombroso. Ahora ha llegado más lejos. Había aprendido a montar a caballo hace años, pero durante los últimos meses ha estado yendo a clase, hasta el mismo jueves de la semana pasada, para parecer más suelto en su montura.