ANDALUCÍA

Moreno busca Gobierno para un otoño difícil y lanza guiños a Vox para rebajar la crispación

El presidente andaluz busca perfiles sólidos y profesionales para compensar la fuerte renovación de su gabinete pero es difícil, admiten, competir con el sector privado

La cesión de una vicepresidencia del Parlamento a Vox tiende puentes a su derecha mientras que el PSOE pisa el acelerador en la oposición pensando ya en las municipales

Olona y Moreno constitución Parlamento

Olona y Moreno constitución Parlamento

Isabel Morillo

Isabel Morillo

La próxima cita de tiros largos en el Parlamento andaluz será los días 20 y 21 de julio, fecha de la investidura de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta. Dos días después, el sábado 23, con desembarco de todo el PP nacional, tomará posesión. El lunes 25 lo hará su Gobierno, que va a ir desvelando a cuentagotas y que aún está lejos de estar cerrado, según desvelan fuentes próximas al presidente.

Con una mayoría absoluta de 58 de los 109 diputados y con la presidencia del Parlamento ocupada por primera vez por el PP, Moreno pasa ahora a la siguiente pantalla, la configuración de su Gobierno. Será un gabinete con el viento a favor de la mayoría absoluta pero que mirará a cara a cara a una grave crisis económica y un otoño caliente. Las secretarias generales de CCOO y UGT en Andalucía, Nuria López y Carmen Castilla, asistieron al Parlamento pero las fotos con los sindicatos que marcaron el primer Gobierno de Moreno van a ser a partir de ahora mucho más complicadas.

Será también el Ejecutivo que servirá de espejo para un PP que piensa ya en las elecciones generales y en Alberto Núñez Feijóo como presidente. Moreno sabe que cualquier traspiés lo pagará caro su partido y que el ciclo político, impulsado por su mayoría absoluta a favor del PP, puede cambiar en año y medio. El debate del estado de la nación ha demostrado que Pedro Sánchez no se va a rendir y que el PP haría mal en proclamar ya su victoria. Feijóo se lleva a los mejores consejeros andaluces a Génova pero Moreno sabe que no puede ser esa su única contribución desde Andalucía para que el líder gallego sea presidente.

Guiños a Olona

De todo esto se habló en los corrillos de la constitución del Parlamento andaluz este jueves. La mayoría absoluta es un bálsamo pero en el PP no quieren confiarse y temen un todos contra Moreno cada día en dos años que vendrán marcados por la inflación, la amenaza de recesión y en un clima político con elecciones municipales y generales a la vista. “Espíritu de generosidad y de diálogo”, entonó el presidente andaluz en la constitución de la duodécima legislatura en Andalucía. Así explicó que el PP haya cedido la vicepresidencia tercera de la Mesa de la Cámara a Vox. Quieren, explicaron, rebajar el ruido y la crispación. Un gesto político que el partido de la extrema derecha recibió con agradecimiento pero dejando claro que no hay nada a cambio. “Vox no actúa en un mercadeo indigno de sillas. Aquí no ha existido ninguna negociación. No significa que Vox vaya a dar nada a cambio”, advirtió la portavoz Macarena Olona. Eso sí, dijo que estaba deseando cambiar el tono a su oposición y pasar a ejercerla con “una sonrisa y mano tendida”.

Vox ya empezó a hacer oposición, pese al regalo del PP en forma de vicepresidencia de la Cámara, con el aviso de Olona de que confía en que Moreno no cometa “el error garrafal” de ampliar el número de carteras de su Gobierno. Ahora mismo son doce. En el equipo del presidente, que pidió un informe exhaustivo para ver un posible nuevo reparto de competencias, creen que al menos habrá dos consejerías más, lo que implicaría también ampliar la administración periférica de la Junta en las provincias.

El PSOE, en modo municipales

El primer objetivo del PP en el Parlamento era llegar a un acuerdo unánime con todos los grupos para la configuración de la Mesa. Hubiera sido un amable prólogo para una legislatura en la que Moreno ha prometido evitar un gobierno con rodillo y quiere pactos y diálogo. La negociación con el PSOE para ofrecer los dos partidos mayoritarios uno de sus sillones y dar entrada a Vox y Por Andalucía en la Mesa se quedó a medias. A Vox finalmente le cedió la silla el PP y para Por Andalucía habrá que crear y añadir una vocalía con voz pero sin voto.

Los socialistas, que aún le están cogiendo la medida a la oposición y que este mismo jueves celebraron una reunión de su Comité Director, máximo órgano entre congresos, tras la debacle electoral andaluza, han dejado claro que la oposición constructiva que prometen no pasa por acordar nada con el PP. Su pelea está en las próximas municipales, ante el peligro de que la mayoría absoluta del PP se extrapole y los descabalgue de los ayuntamientos y las diputaciones. Los populares tentaron al PSOE con una negociación conjunta de la Mesa y del resto de órganos de extracción parlamentaria, desde el Consejo de Administración de la RTVA, al Defensor del Pueblo, el Consejo Audiovisual, la Cámara de Cuentas o el Consejo Consultivo. La mayoría no caduca hasta dentro de un año pero en las nuevas composiciones el PP ganaría sillones por su nueva mayoría absoluta y el PSOE tiene necesidad de renovar perfiles que había colocado la anterior líder, Susana Díaz.

Sacar a Moreno del centro

Pese a que la oferta era tentadora, los socialistas descartaron, de momento, el acuerdo. En el PSOE andaluz saben que el trasvase de votos socialistas al PP, cifrado en un 15,6% por el CIS, los obliga a volver a ocupar el centro político e insisten en que la principal tarea como oposición, además de pelear por el blindaje de los servicios públicos, pasa por quitar a Moreno “el disfraz de centro moderado”. No dudaron en subrayar la foto del PP de la mano de Vox y con concesiones de Moreno a Olona, creen que esta es una geometría parlamentaria que les interesa para hacer oposición.

Las quinielas están disparadas pero el presidente andaluz guarda con mucho celo los nombres de su equipo. Incluso admiten en el núcleo duro que no es fácil convencer a perfiles profesionales de que den el salto al Ejecutivo. El desgaste va a ser brutal con crisis económica y los sueldos públicos siguen sin ser competitivos con el sector privado. Moreno, que quiere fichar a profesionales con capacidad de gestión en las carteras más económicas, está teniendo dificultades.

Los nombres despejados y los sillones vacíos dan idea del sudoku al que se enfrenta el presidente andaluz. Tiene que reformular un núcleo duro político y económico, tras la salida del Gobierno de Elías Bendodo y de Juan Bravo, consejeros de Presidencia y de Hacienda. Necesita pilares fuertes en su gabinete. La salida de Cs le deja también vacantes las consejerías de Economía, Turismo, Educación, Igualdad y Políticas Sociales. Se da por hecho la continuidad de la consejera de Empleo, cuota de Cs pero fichada por el PP.

Empujón a la renovación del PP

El ascenso de Jesús Aguirre a la presidencia del Parlamento, desde donde prometió preservar "la diversidad y la pluralidad en la Catedral de la democracia", despeja también la consejería de Salud. La renovación de nombres en el Gobierno será forzosa e importante. Por la adición de nuevas carteras, posiblemente para desgajar Medio Ambiente y Agricultura y para sacar Justicia y otras políticas del batiburrillo que era la vicepresidencia de Cs, y por la salida de muchos consejeros. Como el Parlamento, con 61 de los 109 diputados estrenando escaño, será un Gobierno con muchos consejeros novatos que Moreno asegura que quieren compensar con perfiles sólidos.

También jugará el presidente con las fichas a favor de la renovación del partido. Moreno quiere modernizar el PP andaluz pensando en las municipales, reforzando una estructura orgánica que ha ido la anterior legislatura arrastras y muy por detrás del Ejecutivo. Habrá nombres del partido que se trasladen a San Telmo y nuevos aires en la acera de enfrente, en la sede de San Fernando, donde se ubica el PP andaluz.