NUEVA LEGISLATURA

Bendodo cambia de guion y se queda con un pie en Andalucía para reforzar a Moreno

Andalucía estrena mayoría absoluta con el Parlamento más novato de su historia. De 109 diputados, 61 nunca han tenido antes escaño

El presidente andaluz ultima sus nombramientos para dar forma a un Gobierno que bregará con una dura crisis económico y con una mayor exposición y desgaste para Moreno pese a su mayoría absoluta

Elías Bendodo participa en un desayuno-coloquio organizado por el Grupo Joly.

Elías Bendodo participa en un desayuno-coloquio organizado por el Grupo Joly. / Joaquin Corchero / Europa Press

El Parlamento andaluz ultima los detalles para cortar la cinta de su duodécima legislatura, la primera en la historia con mayoría absoluta del PP. La Cámara vuelve a la placidez del Gobierno sin necesidad de pactos ni apoyos de otras fuerzas parlamentarias, con 58 de 109 escaños para los populares. Una situación que en Andalucía se vivió por última vez con el PSOE hace catorce años, en 2008.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ultima sus nombramientos con total hermetismo, pero ralentizando la salida de quienes están llamados a partir para ocupar responsabilidades en Génova. Es una de las preocupaciones, si es que eso existe con una mayoría tan contundente, la de cubrir los agujeros por los saltos de los pesos pesados andaluces al equipo de Alberto Núñez Feijóo. Nadie pone en duda que la prioridad son las generales, pero Moreno necesitará tiempo para que encajen las piezas de un Gobierno que contará con muchos estrenos y poca experiencia. Su consejero de Presidencia y mano derecha, en el Ejecutivo y de facto en el partido, Elías Bendodo, y el consejero de Hacienda, Juan Bravo, salen para reforzar la dirección nacional.

Bendodo, actual coordinador general del PP, se marchará a Génova con dedicación exclusiva haciendo un roto importante en el juego de contrapesos de Moreno. Hacía de portavoz, de ‘poli’ malo cuando al presidente le interesaba acentuar su perfil de moderado y blindarse de ataques de la oposición. Era la pieza política más importante en el actual gabinete. Sin embargo, el número tres del PP no soltará amarras con Andalucía de golpe. Será nombrado senador por la comunidad autonóma, repetirá también Javier Arenas, y mantendrá el acta de diputado en Andalucía, dijo en un foro del Grupo Joly.

Dejará de ser diputado andaluz “más adelante”, de forma “paulatina”. Hay un giro de guion porque hace solo un par de semanas, en una comparecencia pública el pasado 22 de junio, sí que aseguró que su salida sería radical y que dejaría todos sus quehaceres en Andalucía salvo la presidencia del PP de Málaga, sobre lo que eludió contestar. “Cuando uno se va, se va”, respondió entonces. Este martes, congeló los tiempos. Tanto él como Bravo, dijo, permanecerán como diputados “el tiempo que sea razonable”. De momento, un pie mantendrán ambos en Andalucía.

Feijóo con Gamarra, Bendodo y Bravo en Génova.

Feijóo con Gamarra, Bendodo y Bravo en Génova. / Tarek/PP

Ganan tiempo, admiten fuentes del PP andaluz, hasta que todas las piezas encajen para Moreno, que tiene mayoría absoluta pero también se queda sin coartadas ni excusas. Sabe el presidente que a partir de ahora el marcaje de la oposición será mucho más duro que en la anterior legislatura, cuando la pandemia permitió al dirigente andaluz pasar muchos meses bajo el paraguas del Gobierno de Sánchez y la necesidad de pactos y acuerdos con la oposición para sacar adelante sus medidas dio también oportunidad para culpar a los otros de algunos de sus incumplimientos y fracasos.

Otoño difícil

A todos los presidentes autonómicos que han pasado por las urnas, les ha funcionado en la crisis covid culpar de lo malo al Gobierno y apuntarse lo bueno por su gestión. Eso ya no será así y Moreno, que insiste en que no gobernará con el rodillo de la mayoría absoluta sino primando los acuerdos con la oposición, conoce que todo puede ser más cómodo pero también más exigente y exponerlo a un desgaste mucho mayor. A todo esto se suma el otoño caliente que pronostican ya los sindicatos, con conflictos laborales y una inflación desbordada que seguirá asfixiando a los ciudadanos. Situación que puede verse agravada si Rusia cumple su amenaza de un corte total del suministro de gas a Europa. El duro invierno puede ser largo y Moreno ya insiste en que las medidas están en manos del Estado.

El presidente Pedro Sánchez utilizó este martes su discurso en el debate del estado de la nación en el Congreso para rearmarse política e ideológicamente, lanzando una agenda de medidas con impacto directo en el bolsillo de los ciudadanos y decisiones de calado para recortar, vía impuestos, los beneficios extraordinarios de las energéticas y los bancos. El PP eludió posicionarse sobre el fondo de esas medidas que buscan dar oxígeno en los próximos meses. El PSOE recuperó moral y aliento tras la debacle en las elecciones andaluzas. Moreno se ha desmarcado del tono catastrofista de algunas de las intervenciones económicas de su jefe Feijóo con el convencimiento, ha asegurado, de que la situación será muy difícil pero que no prevé que la economía entre en recesión y confiando en que la crisis no se alargue demasiado en el tiempo.

Sin acuerdos con el PSOE

El presidente andaluz posiblemente anunciará este miércoles quien es la persona elegida para presidir el Parlamento. Será la primera vez que el PP ocupe la presidencia y lo hará en una Cámara muy novata, donde, 61 de los 109 diputados estrenarán escaño. Hay un porcentaje de renovación muy por encima que en otras legislaturas, pese al declive de los partidos emergentes, el hundimiento de Podemos o la desaparición de Cs. El bipartidismo se refuerza, pero los populares han llegado a poder sentar en el hemiciclo a muchos de los nombres nuevos de sus listas que en otras ocasiones no habrían salido.

La portavoz parlamentaria del PSOE-A, Ángeles Férriz, en el Pleno del Parlamento andaluz.

La portavoz parlamentaria del PSOE-A, Ángeles Férriz, en el Pleno del Parlamento andaluz. / EP

Los socialistas por su parte han renovado la mayor parte de las candidaturas que daban cobijo a los afines de Susana Díaz. La paridad se cumple con creces, con 55 hombres y 54 mujeres. Continúan de la anterior legislatura 33 diputados, se incorporan 15 de etapas pasadas y se sientan por primera vez en el pleno andaluz 61.

El PP quiere que el Parlamento se constituya el próximo jueves, 14 de julio, con un acuerdo lo más amplio posible para votar la Mesa, el mayor órgano de gobierno de la Cámara, quien decidirá la agenda y controlará los tiempos. Con mayoría absoluta es un gesto porque la batuta la tendrá en cualquier caso el PP. El pacto con el PSOE no es posible. El reparto proporcional en función de los escaños dice que cinco puestos de la Mesa son para el PP y dos para el PSOE. Los populares propusieron ceder uno de sus sillones y que los socialistas cedieran otro, para cumplir así con el Reglamento y dar entrada a Vox y a Por Andalucía.

En las filas de

Juan Espadas

dan el asunto por zanjado con un no. Aseguran que no cederán ningún sillón y ya han propuesto sus candidatos, Irene García, expresidenta de la Diputación de Cádiz, para la vicesecretaría y Noel López, el secretario de Organización del PSOE-A, para la secretaría. El PP los tentó metiendo en la negociación la renovación del resto de órganos de extracción parlamentaria, Defensor del Pueblo, Audiovisual, Cámara de Cuentas o consejo de administración de la RTVA, donde los socialistas quieren levantar a los designados por Susana Díaz y sentar a los afines a Juan Espadas. De momento no hay trato. Si nadie cede, el resto de partidos tendrían que sentarse en la Mesa con dos vocalías creadas 'ad hoc', con voz pero sin voto. Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez, que con dos diputados no tiene grupo propio, asegura que irá a los tribunales para defender también su presencia.