Opinión | GUERRA EN ISRAEL Y GAZA

Hamás es el monstruo que Israel ayudó a crear y ahora combate

Que Hamás es al menos en parte una creación de Israel lo han reconocido últimamente a The New York Times el que fue gobernador militar de la franja de Gaza a comienzos de los años ochenta, el general Yitzhak Segev

Edificios destruidos por los bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza tras la ofensiva del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás)

Edificios destruidos por los bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza tras la ofensiva del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) / Europa Press/Contacto/Mahmoud Ajjour

La organización terrorista Hamás es sólo el monstruo que Israel ayudó a crear y que ahora, cuando ha dejado de servir a sus objetivos y se ha vuelto especialmente peligroso, sin piedad combate. 

Se trataba en un principio de potenciar a un grupo declaradamente islamista que sirviese de contrapeso a la secular Organización para la Liberación de Palestina, de Yasir Arafat y que provocase por su fanatismo ideológico el rechazo de la opinión pública internacional y por tanto generase mayor simpatía hacia Israel.

En cierto modo recuerda lo sucedido con los muyahidines afganos, a los que tan generosamente financió Estados Unidos en el marco de la llamada “Operación Ciclón” para que combatiesen al Gobierno laico y comunista de Kabul, apoyado entonces por la Unión Soviética.

Que Hamás es al menos en parte una creación de Israel lo han reconocido últimamente a The New York Times el que fue gobernador militar de la franja de Gaza a comienzos de los años ochenta, el general Yitzhak Segev.

Israel ayudó en aquellos años a financiar a ese grupo: “El Gobierno israelí me dio un determinado presupuesto y el gobierno militar entregó ese dinero a las mezquitas”, explicó al diario neoyorquino el general jubilado.

También lo admitió Avner Cohen, encargado de asuntos religiosos en la franja de Gaza durante más de dos décadas: “Hamás, para gran pesar mío, una creación de Israel”, declaró aquél en 2009 a The Wall Street Journal”.

“A mediados de los noventa, explicó Cohen, escribí un informe oficial a mis superiores en el que les advertía del peligro de aquel juego de dividir para mandar en los territorios ocupados, apoyando a los islamistas frente a los laicos. No me escucharon”. 

Como explica el periodista británico-estaounidense Mehdi Hasan en la revista electrónica The Intercept, los israelíes ayudaron a montar una rama militante del Islam político en forma de Hamás, la cual tenía a su vez como precursores a los Hermanos Musulmanes.

Y más tarde, para intentar acabar con el monstruo que ellos mismos habían creado, se dedicaron a bombardear, sitiar y bloquear a los palestinos de Gaza, que habían votado mayoritariamente a ese partido por considerar que era el único capaz de defenderlos frente a Israel.

Hasta los sangrientos sucesos del pasado fin de semana y sólo en las últimas décadas, recuerda Hasan, Israel llegó a enfrentarse a Hamás en tres ocasiones – 2009, 2012 y 2014- con la muerte de más de 2.500 palestinos como resultado.  

A los que hay que sumar ahora los centenares de víctimas de la operación militar decidida por el gobierno de Benjamin Netanyahu en respuesta a los secuestros y asesinatos de ciudadanos israelíes y a la lluvia de misiles lanzados por Hamás desde Gaza contra territorio israelí.

Hoy, cuando políticos y medios de Occidente condenan sin ambages las acciones terroristas de Hamás mientras se abstienen de protestar con igual fuerza contra los bombardeos masivos de Israel o su decisión de dejar sin agua, alimentos y electricidad a los palestinos hacinados en Gaza sin que nadie pueda escapar de allí, hay que recordar la génesis del tan temido grupo islamista.