GUERRA EN GAZA

Una semana tras la masacre de Hamás, Israel contabiliza 1.300 muertos y martiriza Gaza

Hamás había publicado un mes antes del ataque un vídeo en el que mostraba las preparaciones del asalto

Las primeras horas fueron una sucesión de asesinatos en comunidades agrícolas, un festival de música y asaltos a bases militares

Dos habitantes del Kibutz de Shaar HaGolan se abrazan

Dos habitantes del Kibutz de Shaar HaGolan se abrazan / THOMAS COEX

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Era justo la hora del amanecer en Israel, alrededor de las 6:30 de la mañana del pasado sábado, cuando milicianos de las Brigadas Al Qassam y Al Quds, brazos armados de Hamás y la Yihad Islámica, lanzaron un ataque perfectamente orquestado y ensayado de una magnitud que Israel no había sufrido en medio siglo. Una semana después, ya se conoce el balance total de muertos: al menos 1.300, según las autoridades israelíes, y alrededor de 150 desparecidos.

Aquella mañana sería una sucesión de asaltos a bases militares, matanzas de civiles desarmados en un festival de música e incursiones en comunidades agrícolas (kibutzim) en las que se producirían masacres y secuestros de hombres, mujeres y niños.

Hamás usó guerra electrónica y drones con explosivos para deshabilitar el sistema defensivo de última generación de la valla de separación en el que Israel se ha gastado miles de millones de euros. Luego, usó excavadoras o explosivos para abrir agujeros o mandó a sus operativos en parapentes motorizados por encima.

Lo habían ensayado y publicado en redes

Hamás lo tenía todo milimétricamente planeado. Un mes antes incluso publicó un vídeo en sus redes sociales en las que se mostraba cómo se iba a perpetrar el ataque, según informa la agencia AP.

El entrenamiento se parece mucho a las imágenes que se distribuirían después de los ataques. Se ve a milicianos usando explosivos para reventar una réplica de la valla de separación, como hicieron durante el asalto real. Luego, penetran en camionetas cuatro por cuatro a una reconstrucción de una base militar en la que van asaltando habitación por habitación en una coreografía perfectamente sincronizada, disparando armas semiautomáticas contra siluetas de de papel.

El clip, de dos minutos de propaganda, fue publicado en las redes sociales de Hamás el 12 de septiembre. Muestra incluso una "sala de control" en la que presuntos milicianos de Hamás, vestidos con traje militar, siguen el ataque en varias pantallas de televisión.

También se observa el ensayo de destrucción de torres de comunicación con bombas soltadas por drones o antenas dinamitadas, algo que también llevarían acabo el sábado de la masacre.

El grupo de Whatsapp del Kibutz

El ataque ha sido calificado como un un acto de terrorismo por las autoridades españolas y del resto de países occidentales, porque muchos de los muertos eran civiles. Hamás y la Yihad Islámica están en la lista de grupos terroristas de la Unión Europea y Estados Unidos.

La cadena británica BBC ha tenido acceso a un grupo de Whatsapp de unos 200 teléfonos del grupo de madres del kibutz de Be'eri, a unos pocos kilómetros del centro de la Franja de Gaza. "Minuto a minuto, el chat muestra con un detalle que no se ha visto hasta ahora cómo Hamás persiguió, asesinó y quemó a gente en sus propias casas, volviendo una y otra vez", asegura la cadena británica. "Es una muestra de cómo se pudo sentir en el sur de Israel mientras hombres armados de Hamás cruzaban la frontera y asaltaban docenas de comunidades".

"Tenemos a un terrorista en la escalera. Llama a alguien", es uno de los mensajes que se puede leer. Las 24 horas siguientes serían una sucesión de mensajes de horror, miedo y clamores por la tardanza en la llegada de los soldados israelíes. "¿Dónde está el Ejército?" "¿Por qué tardan tanto?".

En muchos casos, tras 20 horas de mensajes, aún no habían acudido a rescatarles. El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha encajado críticas internas porque varios de los batallones que debían proteger el sur de Israel estaban en Cisjordania, donde este año ha habido una ola de violencia y de asaltos de colonos a civiles palestinos que ha acabado con la via de más de 200 personas.

En el grupo de Whatsapp compartían trucos para cerrar bien las puertas de las "habitaciones seguras", que tienen las casas israelíes pero están pensadas para protegerse de los ataques de cohetes y pueden abrirse desde fuera. Allí se refugiaron centenares de familias completas. Muchas no consiguieron protegerse. Hay informaciones verificadas de niños, ancianos y mujeres embarazadas entre los muertos.

También se pedían ayuda unos a otros. "¿Puede alguien ver si mi madre está bien?" "¿Debo abrir a un hombre que dice que es un soldado israelí?". Alguien llegó a cambiar en un momento dado el nombre del grupo a "Emergencia de las Madres de Be'eri".

Algunos de los israelíes de esas comunidades estaban armados, y emprendieron pequeñas batallas contra los asaltantes. El NYT ha hablado con uno de ellos, Golan, que cuenta cómo intercambió disparos y consiguió ahuyentar a un terrorista de Hamás que estaba entrando en su hogar. Cuenta también el relato de una niña vecina, de 10 años, que clamaba por que fueran a ayudarla, después de que mataran a su madre e hirieran gravemente a su padre, que finalmente sobrevivió.

Los ataques no se produjeron solo en los kibutz, comunidades cooperativas de origen marxista. Hubo al menos 260 asesinatos en la zona de desierto próxima a la Franja de Gaza donde cientos de jóvenes celebraban un festival de música electrónica la madrugada del sábado, cuando Hamás irrumpió disparando. Y también en ciudades cercanas a Gaza como Sderot.

El "pequeño ejército de Hamás"

El Ejército israelí ha estado toda esta semana bombardeando con dureza las zonas más pobladas de Gaza. El resultado son imágenes de barrios completos volatilizados.

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Este viernes por la tarde, tras dar un ultimatum de 24 horas para que la población civil se fuera del norte de la Franja, el Ejército ha comenzado a realizar incursiones en el territorio.

Todo apunta a que habrá una incursión terrestre, pero la intención de controlar Gaza en el largo plazo se antoja complicado para los expertos consultados por este diario. Hussein Ibish, experto del Arab Gulf States Institute en Washing, advierte de que Israel puede estar cayendo en una trampa tendida por Hamás. En 2014, las Fuerzas Armadas de Israel ya sufrieron emboscadas mortales al tratar de invadir la Franja.

El asalto del sábado demostró que Hamás ha aprovechado esto años para convertirse en un oponente más formidable que cuando tomó el control de Gaza en 2007. Desde entonces, el grupo islamista ha sido entrenado y presuntamente armado por aliados de otros países como Irán o el grupo Hezbolá de Líbano.

"Tienen un pequeño Ejército" de hasta 40.000 hombres, según un análisis de la agencia Reuters basado en 11 fuentes cercanas al grupo islamista y analistas. Tienen una pequeña academia de entrenamiento militar, capacidades en ciberseguridad y un comando naval.