ESTRATEGIA BÉLICA

Escenarios de una invasión israelí de Gaza: deponer a Hamás evitando emboscadas

Israel busca un cambio de régimen en Gaza, apunta Rob Geist, experto en seguridad de la Universidad de Durham 

Incursiones terrestres anteriores como en 2014 han tenido poco éxito por la guerra urbana, recuerda Guillermo Pulido, analista de estrategia militar

Soldados israelies cerca de la frontera con Gaza

Soldados israelies cerca de la frontera con Gaza / THOMAS COEX

La última vez que el ejército israelí trató de entrar por tierra en la Franja de Gaza no le fue muy bien. Era la guerra de 2014. Cuando estaban llegando al barrio de Shuja’iyya, Hamás preparó una emboscada y las columnas israelíes quedaron atascadas. Empezó una lluvia de mortero y misiles antitanque. Tuvieron que llamar a la Fuerza Aérea para arrasar las zonas de alrededor y poder sacar a sus soldados. Entonces, los altos mandos decidieron optar por el bombardeo masivo e indiscriminado. Murieron más de 2.200 gazatíes, en su mayoría civiles, entre ellos medio millar de niños. 

“No sabemos qué va a hacer ahora el Ejército israelí, porque esta guerra va a ser diferente: no hay doctrina ni precedentes para una gran invasión terrestre, porque hasta ahora lo que creían era que les bastaba con superioridad aérea y un escudo defensivo”, explica a este diario Guillermo Pulido, analista de guerra. “Si deciden que van a entrar por tierra, irán a lo fácil: aplanar todo con artillería y bombardeos, eliminar los puntos altos de las torres y obligar a la población civil a abandonar la zona, antes de que entre la infantería”. Entrarán con sus vehículos acorazados pesados (Namer y Achzarit), carros de combate sin torreta, muy acorazados alrededor de todo el vehículo blindado especiales para guerrilla urbana. 

Tamaño de Gaza comparado con Madrid/ Nacho García  

De momento, Israel ha ordenado el sitio total de la estrecha Franja de Gaza. Son 365 kilómetros cuadrados de territorio (la mitad que la ciudad de Madrid) donde viven al menos 2,2 millones de personas. El ministro de Defensa ha decidido cortar agua, electricidad, comunicaciones y entrada de víveres. Es el trato que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI o Tzahal) van a dar a los que Yoav Galant ha llamado “animales”. Un asedio de este tipo está prohibido por el derecho internacional humanitario, ha recordado este martes Naciones Unidas. Pero es el primer paso militar con el que las FDI quieren ablandar la Franja antes de lanzar una ofensiva total terrestre. El objetivo es acabar con el régimen del partido Hamás. Erradicar a sus líderes y sus milicias, las brigadas Al Qassam.

Los batallones del Ejército ya se están desplegando en la frontera. Se ha llamado a filas a 700.000 reservistas, aunque de momento sólo han acudido varias decenas de miles. Se suman a los 180.000 soldados profesionales en activo de la llamada Tzahal. En la guerra del Yom Kipur de 1973, Israel movilizó a 400.000 reservistas en toda la campaña, que duró 18 días.

Los mandos del Ejército advierten de que Gaza va a cambiar para siempre. De momento no dan indicios de si planean una incursión puntual (como la de 2014) o un bombardeo aéreo como castigo colectivo en las principales ciudades (como en 2014). Pero las cifras apuntan a una intervención a gran escala, quizá en varios frentes.  

Densidad de población a lo largo de la Franja de Gaza / Nacho García 

“Parece que el Ejército se prepara para un cambio de régimen en Gaza y que van a entrar para tratar de derrocar a Hamás”, explica a este diario Rob Geist Pinfold, doctor en estudios estratégicos de la Universidad de Durham, en Reino Unido. “Es el peor escenario para Israel. La única razón por la que no lo hizo antes es que saben que no sólo van a tener muchas bajas, sino que hay que pensar qué hacer al día siguiente tras eliminar a Hamás. ¿Ocupar la franja indefinidamente? ¿Poner un régimen títere? Se ha aprendido en Irak o Afganistán que no sale bien”.

Existe una lista de objetivos de Hamás que la FDI quiere matar, elaborada con informantes internos y datos recopilados por los servicios de inteligencia israelí. Pero también hay una red de túneles excavados pacientemente durante años que usarán para escapar, si finalmente el Ejército pisa suelo gazatí. 

“Se prepararán para esconderse y escapar, hasta que Israel se marche o reduzca su presencia y volver a resurgir”, pronostica Geist Pinfold, de doble nacionalidad británica e israelí, y especializado en seguridad y estrategia en Israel. Es autor del libro “Comprendiendo la retirada de un territorio. Ocupaciones y retiradas israelíes”, en la que analiza, entre otras cosas, las incursiones y salidas del Ejército Israelí en Gaza. 

Israel está “reescribiendo su política de seguridad mientras hablamos”, opina el experto, tras darse cuenta de lo errónea que ha sido una actuación. Su clamorosa incapacidad para escuchar las advertencias de Egipto, reveladas por la prensa estadounidense, o la estrategia de llevar a brigadas del sur de Israel a Cisjordania para proteger a los colonos.

¿Frenarán los civiles y militares secuestrados por Hamás la crueldad de los ataques israelíes, para evitar dañarlos? El experto lo pone en duda. “El Ejército ya ha apuntado a que va a operar asumiendo que no van a poder hacer mucho por ellos, porque no saben dónde están, lo que ha causado una enorme polémica en el país”, dice. 

Tampoco se respetarán las ya escasas restricciones para prevenir la muerte de civiles palestinos. Cuando Israel ha atacado Gaza en anteriores ocasiones, ha bombardeado hospitales, colegios de Naciones Unidas, ambulancias… Lo que va a ocurrir no se parece en nada a lo que se ha visto hasta la fecha, porque el drama de la matanza indiscriminada de civiles por parte de Hamás ha eliminado las “reglas de intervención” (rules of engagement) que aplicaban las Fuerzas Armadas Israelíes en anteriores ocasiones, apunta el analista. Ahora, todas estas consideraciones “pasan a un segundo o tercer lugar”. El país está en shock y el objetivo es maximizar el daño a Hamás. Y cuentan con respaldo internacional. En Estados Unidos, analistas en los medios jalean la operación con gritos de “¡acabad con ellos!”. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha ignorado el tono habitual en la UE y ha asegurado que “Israel tiene derecho a defenderse, ahora y en los días que vienen”. 

Retirada de Gaza

En 2004, el entonces primer ministro israelí Ariel Sharon ordenó la retirada unilateral del Ejército y de los colonos de la Franja de Gaza. ¿Fue un error estratégico? “No lo creo, pero la idea de que la retirada les ha hecho más vulnerables se ha convertido en un mito que se resiste a desaparecer. Pero no hay ningún motivo para pensar que un ataque como el del sábado no se hubiera podido perpetrar con presencia de colonos en Gaza”, dice. “Quizá las víctimas hubieran sido otras, pero no daba ninguna ventaja estratégica, y por eso se fueron”.

En 2006, las FDI entraron a sangre y fuego en la Franja para tratar de rescatar al soldado secuestrado Guilad Schalit. Israel fue incapaz de conseguir su liberación hasta cinco años después, y solo a cambio de más de 1.000 presos palestinos. Ahora se estima en más de 100 los rehenes que ha tomado Hamás, en su mayoría civiles. 

La invasión a mayor escala de todo el siglo XXI se produjo en 2014. Tras el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes, Tel Aviv lanzó la operación Acantilado Poderoso. Las FDI desplegaron en la frontera una decena de brigadas (de entre 3.000 y 5.000 soldados cada una). Hubo incursiones terrestres y 50 días de combates. Terminaron con un alto el fuego mediado por Egipto. 

Mientras, la población civil no tiene donde esconderse. Hay cerca de 200.000 desplazados internos, pero otros dos millones no tienen dónde ir en una de las regiones más densamente pobladas de la tierra. Gaza es en esencia una gran ciudad-prisión al aire libre, cerrada a cal y canto por Israel y Hamás. Hay algunas zonas sin edificios, pero son esencialmente desérticas e imposible desplazarse ahí durante el tiempo que durará la guerra, semanas o meses.