CRISIS DE REHENES

Hamás secuestra a decenas de civiles en un ataque masivo y sofisticado contra Israel

El asalto del grupo islamista con parapentes y guerra electrónica coge por sorpresa a la inteligencia y el Ejército israelíes

EN DIRECTO: última hora del conflicto Palestina-Israel

Israelíes miran los resultados de los bombardeos lanzados desde Gaza en Ashkelon (Israel).

Israelíes miran los resultados de los bombardeos lanzados desde Gaza en Ashkelon (Israel). / REUTERS/Amir Cohen

Mario Saavedra

Mario Saavedra

El golpe total y por varios frentes de las milicias de Hamás en territorio israelí está dejando escenas devastadoras. Militares y civiles asesinados o secuestrados en las zonas limítrofes con Gaza. Ataques de profundidad inédita que han penetrado varios kilómetros en suelo israelí. Batallas campales en varias localidades, asaltadas por hombres armados gazatíes. ¿Cómo ha podido Hamás sorprender de esta manera a las poderosas Fuerzas Armadas israelíes y a sus renombrados servicios de inteligencia? 

“La conmoción interna y las energías que han drenado la polarización política y el conflicto interno han debilitado a las IDF”, opina Jesús Manuel Pérez Triana, analista de seguridad y Defensa, en referencia a las protestas que dividen a Israel desde hace un año, por la intención del primer ministro Benjamin Netanyahu de mermar el contrapoder del Tribunal Supremo. El analista pone como ejemplo las quejas tanto de veteranos del Sayeret Matkal, la unidad de operaciones especiales israelíes, como de varios exdirectores del Shin Bet, servicio de inteligencia interior, preocupados por lo que estaba ocurriendo. 

“Recientemente, las IDF se jactaron de que tenían un alto nivel de conocimiento de lo que ocurría en Gaza, y de que usaban Inteligencia Artificial para detectar los túneles de Hamás. Pero han cometido un fallo terrible y cuando termine el conflicto rodarán cabezas en el Ejército a un nivel que no hemos visto nunca en Israel”. 

Estrategia palestina inédita

La estrategia de las milicias palestinas (las brigadas Al Qasam de Hamás, pero también las Al Quds de la Yihad Islámica) ha sido un ataque coordinado y sofisticado de un nivel inédito. Recuerda a las tácticas del grupo libanés Hezbolá. “La preparación del terreno de ataque con el lanzamiento de cohetes combinado con ataques electrónicos, o los asaltos rápidos con parapentes, buggies, motos todoterreno y vehículos 4x4, ayudados de drones de ataque y reconocimiento”, explica el periodista gazatí afincado en España Mussa’ab Bashir. 

Los vídeos del asalto demuestran que el ataque de Hamás es el mayor que jamás se ha llevado a cabo hasta la fecha, si se excluyen las guerras árabe-israelíes del siglo pasado o la de Líbano de 2006. 

Hamás ha conseguido infiltrarse en territorio israelí, a pesar de las torretas defensivas, bases militares, cámaras y sistemas electrónicos a lo largo de la valla que separa Gaza de Israel. Las milicias palestinas han destrozado la línea de seguridad en varios puntos, y a través de los huecos abiertos no han parado de penetrar milicianos en territorio israelí durante horas de la mañana de este sábado. 

Han asaltado bases israelíes. Han entrado y matado a soldados mientras dormían. Los sistemas de alerta no han funcionado porque han sido inhabilitados por los asaltantes, apunta Bashir. Varias fuentes de Inteligencia de Fuentes Abiertas (OSINT) advierten de que varios de los puestos del sur estaban desatendidos.

Se han producido combates frontales en varias localidades israelíes: Sderot, Beeri, Reim, Magem, Nahal Oz, Zikim. Algunos soldados han entrado en territorio israelí utilizando parapentes motorizados, según las imágenes que ha distribuido Hamás. Más de 250 israelíes han muerto.

Israel ha ordenado la llamada a filas de decenas de miles de reservistas, aquellos que han pasado por el Ejército pero ahora llevan una vida civil. Muchos de ellos habían renunciado a su condición como modo de protesta contra el Gobierno del primer ministro israelí.

Los ataques, calificados como actos terroristas por España y otros países de la UE, han tenido el factor sorpresa como principal vector de ataque. Israel tiene preparado un escudo de misiles para el lanzamiento de cohetes, de los que han caído en territorio israelí una cifra que oscila entre los 2.500 y los 5.000, según el Ejército israelí o Hamás, respectivamente. Había sufrido incursiones a pequeña escala con anterioridad, que habían terminado con el secuestro de militares o civiles israelíes. Tras la guerra y las negociaciones, el grupo islamista había conseguido la liberación de centenares de presos palestinos a cambio de la devolución de los israelíes retenidos. 

La estrategia de Hamás sitúa al Ejército israelí ante varios dilemas. Si lanza una campaña de bombardeos indiscriminados contra Gaza se arriesga a matar a los civiles secuestrados. En anteriores guerras, los bombardeos de la aviación israelí acabaron con la vida de miles de palestinos, en su mayoría civiles. En la Franja de Gaza, un pequeño territorio de poco más de 300 kilómetros cuadrados, hay pocos lugares donde esconderse. De momento, Tel Aviv ha ordenado bombardeos en Gaza, que en la noche de este sábado habían dejado al menos 200 palestinos muertos. 

Otra opción sería la recupación militar de la Franja de Gaza. Israel ordenó en 2005 la retirada unilateral del territorio ocupado. Desde entonces, Gaza ha seguido sitiada por tierra, mar y aire, e Israel ha limitado la entrada y salida de personas y mercancías hasta asfixiar casi por completo su economía. El desempleo supera el 50%, y las crisis humanitarias son constantes. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha convocado una reunión de emergencia para tratar de frenar la escalada de violencia