GUERRA EN ISRAEL

Israel se ensaña con la Franja de Gaza mientras pide a sus ciudadanos que evacuen el norte

En la medianoche del jueves Israel dio un plazo de 24 horas para evacuar a 1,1 millones de palestinos de la zona norte de la Franja

Militares israelíes en tanques cerca de la frontera con la Franja de Gaza.

Militares israelíes en tanques cerca de la frontera con la Franja de Gaza. / Europa Press

Andrea López-Tomàs

"Por favor, reza por mí y por mi familia", imploran voces desde Gaza. "He evacuado mi casa, la he dejado...", lamenta Aseel Mousa a El Periódico de Cataluña, de Prensa Ibérica. Esta joven periodista gazatí pasa sus horas escapando de la muerte y documentando el sufrimiento de su pueblo, porque los palestinos de Gaza están a las puertas de su segunda Nakba. El término en árabe que significa catástrofe es usado para describir el éxodo de 750.000 palestinos en 1948 a consecuencia de la violencia de las tropas judías durante la creación del Estado de Israel. Ahora, los números son más elevados y esta expulsión es retransmitida en tiempo real. En la medianoche del jueves Israel dio un plazo de 24 horas para evacuar a 1,1 millones de palestinos de la zona norte de la Franja, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), según las 

Naciones Unidas

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Toda esta población debería desplazarse hasta el sur del enclave antes de la medianoche, aunque la

ONU

ha dicho que es imposible que "tal movimiento tenga lugar sin consecuencias humanitarias devastadoras". Por su parte, Hamás ha anunciado que 13 de los rehenes israelíes, incluidos algunos extranjeros, han muerto en Gaza durante el último día por bombardeos israelís. El Ejército hebreo ha negado esta información, pese a aún no saber el número exacto de personas cautivas en la Franja. Mientras, en la Cisjordania ocupada, el Ejército israelí ha matado a 11 palestinos en medio de las protestas contra la agresión sobre la asediada franja, y dos más han muerto en Jerusalén Este en choques con las fuerzas de seguridad hebreas.

Este plazo de 24 horas tiene lugar cuando Israel, que tiene asediada por completo la Franja de Gaza, ha amenazado con lanzar una incursión terrestre en el territorio palestino. Desde que Hamás empezó la ofensiva el pasado sábadohan fallecido más de 1.300 personas en Israel y 1.800 en Gaza, a lo que se suman 46 muertos en operaciones y enfrentamientos con las fuerzas israelíes en Cisjordania. Los funcionarios de la milicia palestina han denunciado que 70 personas, en su mayoría mujeres y niños, han muerto en ataques aéreos israelíes contra convoyes que huían de la ciudad de Gaza. De momento, el Ejército israelí no ha respondido a las acusaciones.

Después de que Israel emitiera amplias órdenes de evacuación en Gaza, Hamás ha pedido a los palestinos que permanezcan en sus hogares. Algunos han acatado la petición de la Autoridad de Asuntos de Refugiados de la milicia palestina para que "permanezcan firmes en sus hogares y firmes frente a esta repugnante guerra psicológica librada por la ocupación". La mayoría lo han hecho no sólo por apego a sus hogares, sino porque nada les garantiza que si huyen sobrevivirán mientras las acusaciones de limpieza étnica por parte de Israel van en aumento. Dujarric ha hecho un llamamiento para que "cualquier orden de este tipo, si se confirma, sea rescindida evitando lo que podría transformar lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa".

Caos y pánico

En Gaza, el anuncio ha desatado el caos y el pánico. Muchos expresan sus últimos deseos porque, después de seis días de bombardeo continuado sin posibilidad de escapar, pocos creen que saldrán con vida de esta ofensiva. En el bloqueado enclave, la ciudadanía sufre el "asedio total" de Israel, que ha cortado el suministro de agua, electricidad y alimentos, sumiendo al castigado territorio en una inminente catástrofe humanitaria. "Olvídate de la comida, olvídate de la electricidad, olvídate del combustible; la única preocupación ahora es si vas a lograrlo, si vas a vivir", ha dicho Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja Palestina en la ciudad de Gaza a la agencia Associated Press. "¿Qué pasará con nuestros pacientes?", se ha preguntado. 

"Tenemos heridos, tenemos ancianos, tenemos niños que están en los hospitales", ha añadido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que trasladar a personas gravemente enfermas desde hospitales saturados en el enclave equivale a una "sentencia de muerte". El paso de Rafah con Egipto, que es el único lugar por el que los gazatís podrían abandonar el enclave, sigue cerrado y el Ejército israelí lo ha bombardeado en los últimos días. "Esto es un caos, nadie sabe qué hacer", ha dicho Inas Hamdan, funcionaria de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en la ciudad de Gaza.

"Día de ira"

Además, en el primer viernes después de la ofensiva, Hamás ha convocado manifestaciones masivas en Cisjordania, Jerusalén y en todo el mundo árabe y musulmán. La milicia ha instado a los jóvenes palestinos de los territorios ocupados a "levantarse y salir en multitudes rugientes" y enfrentarse a los colonos y soldados de la zona. En una Ciudad Santa ultramilitarizada, se ha evitado la violencia en las oraciones en la mezquita de Al Aqsa, las primeras desde el comienzo de la guerra. Alrededor del mundo, miles de personas han expresado su apoyo a la causa palestina y han pedido que se detuviera la masacre. Mientras, los países europeos han seguido criminalizando estos actos de solidaridad prohibiendo ondear la bandera palestina.

Durante la jornada del viernes, han seguido cayendo cohetes sobre Israel. En las comunidades sureñas del país, ha impactado contra algunos edificios. Algunos han alcanzado hasta el norte del territorio hebreo. A su vez, Israel se ha convertido en el destino de la diplomacia mundial. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, han llegado al país para transmitir su solidaridad por los ataques sufridos. También el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se ha reunido con su homólogo israelí, Yoav Gallant, en el centro de mando de Tel Aviv.

Frontera norte

Mientras los representantes israelís se reunían con la alta diplomacia global, la cifra récord de 360.000 reservistas continuaban con la ofensiva a lo largo de sus fronteras. Fuentes militares han declarado haber realizado redadas en Gaza durante la tarde del viernes, con infantería y vehículos blindados recopilando información en el enclave. Al norte en la frontera con el Líbano, también ha habido escaramuzas. Un periodista libanés ha muerto y otros seis han resultado heridos después de que Israel supuestamente atacara el coche en el que se desplazaban. En la Franja, han muerto al menos una decena de profesionales de la información y decenas de trabajadores humanitarios.

En los últimos siete días, el Ejército israelí ha lanzado más de 6.000 bombas sobre la Franja de Gaza, prácticamente el mismo número de detonaciones que EEUU usó en Afganistán en un año, que es casi 1.800 veces más grande que el asediado enclave. Desde el inicio del ataque de Hamás, Israel ha perdido a 258 soldados en combates contra palestinos. El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, ha dado un ultimátum a los gazatíes para moverse antes de las ocho de la tarde al sur de Wadi Gaza, lo que indica que el Ejército se está preparando para una operación masiva en el norte. Sin duda, Gaza nunca volverá a ser la misma después de esta trágica semana, tal y como anunciaron los líderes israelíes, pero mientras la Franja se apaga, queda por ver cuantos gazatíes sobrevivirán a tanta violencia.