Opinión | LA CARTILLA DE LA DIRECTORA

Gemma Robles

La España que se merece una campaña

Un equipo médico del hospital de la Fe, en València, ha logrado implantar el primer marcapasos sin cables a un bebé prematuro mientras en las calles retumba el ruido electoral

El hospital La Fe logra implantar el primer marcapasos a un bebé prematuro en Europa.

El hospital La Fe logra implantar el primer marcapasos a un bebé prematuro en Europa. / ED

El bebé pesa apenas un kilo y medio. Es prematuro y su pequeño corazón presentaba algún problema extra. Un bloqueo auriculoventricular congénito completo le provocaba bradicardia severa y ponía en riesgo una vida que comenzó antes de lo previsto. Las incertidumbres que rodean a esos neonatos y la mezcolanza de miedos, amor y dudas que embarga a sus familias suele verse acompañado, en países que como el nuestro tienen sanitarios extraordinarios, de una balsámica esperanza. Al menos, en la mayoría de los casos. Pero en el que nos ocupa hoy, el del niño del Hospital valenciano de La Fe, el acierto médico ha logrado que además de en un superviviente, se convierta en portador de una noticia, de una gran noticia: la implantación por primera vez en Europa de un marcapasos sin cables compatible con estos bebés tan delicados. El mérito es de la Unidad de Arritmias y de los servicios de Cardiología Pediátrica y Cirugía Cardíaca del citado hospital de València. Parte de la España que verdaderamente se merece una campaña, que merece nuestro orgullo, atención y reconocimiento público. 

Por ellos y en homenaje a ellos (además de al bebé y a sus seres queridos) van estas líneas. Esta personal campaña sin tintes electorales. De la que sí tiene esos tintes, como es de rigor, también les hablamos y mucho en este periódico, que sigue prácticamente al minuto la intensa y reñida contienda política desplegada ya por todo el país, ayudándonos de nuestros compañeros de las cabeceras del grupo Prensa Ibérica, al que pertenecemos también. En estas últimas horas les estamos narrando con detalle que la máquina de anuncios sobre vivienda en que, en los últimos días, se ha transformado el presidente del Gobierno y, a la sazón, líder del PSOE, tiene soliviantado al PP porque dice que le copia algunas de las medidas (y es así), y tiene a la vez enfadado a su socio de coalición, Unidas Podemos, que certifica que Pedro Sánchez se inspira en medidas del centro-derecha y que, además, no se las cuenta antes de pregonarlas (eso es así también).

Hay más. La entrevista concedida por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la periodista de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Isabel Morillo también ha generado su controversia. Sostiene Ribera que aprovechó un encuentro reciente e informal con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para solicitar su mediación ante la Junta de Andalucía por la crisis de Doñana. Según su versión, Feijóo se la negó, remitiéndole al presidente de Andalucía y flamente barón del PP, Juanma Moreno. Pero los populares han montado en cólera este lunes al conocer las palabras de la vicepresidenta, y la han tachado de mentirosa a través de su portavoz, Borja Sémper. 

Qué ambientito. Claramente no es el que necesitan ni un Parque Natural que se muere de sed, como gran parte de un país amenazado por la sequía y los efectos del cambio climático, ni el que pondrá sobre la mesa soluciones de nivel y consensuadas para ayudar a los agricultores andaluces. Tampoco debe ser el que haga sentir cómodas a las instituciones europeas, perplejas por haberse visto salpicadas tras el registro de una iniciativa indigerible en el Parlamento de Andalucía por presiones de Vox. Todo eso salpimentado por la habitual agresividad dialéctica que acompaña a nuestros políticos en tiempos de campaña y ‘mitineo’ electoral. Si les molesta, aunque sea a ratos, respiren hondo que hasta el día 28 de mayo ya no queda tanto.

Además, entre rifirrafe y rifirrafe de aspirantes y teloneros, suceden cosas sorprendentes como que la patronal y los sindicatos, casi de puntillas, alcanzan un acuerdo para el empleo y la negociación colectiva, una suerte de convenio de convenios diseñado como hoja de ruta para guiar las negociaciones salariales que estén por venir sector a sector. El documento, que no tiene rango normativo, es una base, no una imposición. Así que de la voluntad ahora de empresarios y trabajadores depende que resulte efectivo. Ocurre esto y, por favor no lo olviden, españoles que no aparecen en listas electorales consiguen logros que ayudan a cambiar la historia. Que conllevan puntos de inflexión en la medicina y la vida de un bebé que llegó demasiado pronto, pero con la suerte de nacer en el hospital de La Fe.