ELECCIONES EUROPEAS

Jaume Duch, portavoz del Parlamento Europeo: "Nos jugamos la continuidad de la UE en estas elecciones"

El director de comunicación de la Eurocámara juzga que las reglas del juego han cambiado y llama al club comunitario, que en junio celebrará elecciones, a tomarse a sí mismo "mucho más en serio"

El director de EL PERIÓDICO, Albert Sáez, y el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, durante el Afterwork.

El director de EL PERIÓDICO, Albert Sáez, y el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, durante el Afterwork. / JORDI OTIX

Irene Benedicto

El futuro de Europa se dirime este mes de junio (entre los días 6 y 9) en unas elecciones que llegan en un momento convulso, con dos guerras abiertas, en Ucrania y en Gaza. "Nos jugamos la continuidad de la Unión Europea (UE)", avisó este jueves Jaume Duch, director de comunicación del Parlamento Europeo, que aseguró no temer por la disolución de la unión, pero subrayó que lo que debe preocupar es "su eficacia" para resolver las grandes crisis que hay sobre la mesa. Para ello, "la UE se tiene que tomar a sí misma mucho más en serio", añadió Duch en una entrevista con el director de El Perióico de Cataluña, del mismo grupo editorial, Albert Sáez, en la sesión Afterwork organizada por el diario con motivo del Día de Europa en la Casa Seat de Barcelona. 

"Tenemos que levantar más la voz hablando con Estados Unidos y buscar un mayor equilibrio en las relaciones con China", dijo el portavoz durante una de sus respuestas, y reconoció que el contexto internacional ha obligado a la UE a replantearse su agenda. "Tenemos que estar preparados para que nos digan que tienen otras prioridades", afirmó Duch, que añadió que "no puede ser que tengamos que estar pendientes de quién ganará el 4 de noviembre las elecciones de EEUU" para saber si habrá continuidad de la ayuda militar a Ucrania y "no puede ser que hubiera países de la UE que dependieran al 100% para sus suministros energéticos". 

El impacto de la guerra de Ucrania

La reindustrialización de la UE, que se puso encima de la mesa desde la falta de material médico durante la pandemia, ha recobrado importancia con la guerra de Ucrania. Esto obligará a la Unión a replantearse su sistema económico, basado en el sector servicios y que importaba los bienes básicos de países donde su producción era más barata. Esto incluye recuperar las fábricas manufactureras y la producción energética.

Las reglas del juego han cambiado y la UE precisa de "herramientas para sobrevivir y defender su modelo", democrático y económico, explicó Duch, que invitó a revisar también las alianzas internacionales. Por contra, recalcó, la economía rusa está dando muestras de resiliencia pese a su sostenido declive, ya que el presidente ruso, Vladímir Putin, conserva aliados, por ejemplo, en países africanos en desarrollo con quien ha establecido relaciones de dependencia económicas. 

La de Ucrania también es "una guerra ideológica contra las democracias occidentales, y eso es una guerra contra nosotros", aludió Duch, un frente que se libra desde las relaciones diplomáticas en la sombra y con la desinformación y la injerencia extranjera. Y a pesar de que al principio este fue un frente común con EEUU, estos ya limitan su respaldo a Ucrania. Europa, en cambio, se ha convertido en el principal apoyo militar y se rearma a sí misma para defender sus fronteras externas sin depender de la OTAN, controlada por el veto americano. 

Preguntado por si teme el regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, Duch consideró "preocupante" el discurso del candidato. Sin embargo, expresó su deseo de que el posible candidato republicano no pueda materializar sus planes si vuelve a ser presidente, y admitió que durante el anterior mandato de Trump hubo un "alejamiento" por parte de la UE pero que prevaleció el histórico tratado transatlántico.

El ascenso de la ultraderecha

El bipartidismo tradicional -- de los populares y socialistas europeos -- perdió la mayoría absoluta hace 10 años; hace cinco años necesitaron ayuda de los extremos para gobernar y, en estas elecciones europeas, las encuestas indican que se pueden reducir el número de liberales y de verdes por el ascenso de la extrema derecha. Pero el portavoz matizó: "Una cosa es tener más eurodiputados y otra cosa es que sepas utilizarlos para ampliar tu influencia", ya que el poder legislativo pasa por complejas alianzas entre países. 

El Brexit, promovido por populismos nacionalistas, se ha convertido en un ejemplo práctico de las devastadoras consecuencias económicas y el aislamiento que supone una salida de la UE. "Los euroescépticos ya no amenazan con irse", explicó el director de comunicación del Parlamento Europeo, sino que dicen que se quedan para cambiar el sistema desde dentro. Duch, que comenzó a trabajar como asistente europarlamentario poco después de la entrada de España en la UE, concluyó que si bien la fiebre "europeísta" se ha rebajado es porque "sentirse europeo" es la nueva normalidad para las generaciones actuales.