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Shakira y el arte de la ruptura: ¿por qué empatizamos con el despecho?

La colombiana se suma a una larga lista de artistas a los que el desamor inspiró para crear sus mayores éxitos y más rentables: Adele, Fernando Fernán Gómez, Amy Winehouse o Pablo Picasso, son algunos de ellos 

Los psicólogos señalan que los sentimientos como el amor, el dolor o la rabia son universales y están en nuestro ADN, lo que explicaría el interés mediático que genera el fin de una relación 

Artistas que han dedicado algunas de sus obras a las rupturas

Artistas que han dedicado algunas de sus obras a las rupturas / EPE

Marta Alberca

Marta Alberca

A la hora de publicación de este reportaje, el vídeo de la nueva canción de Shakira con Bizarrap acumula 67 millones de visualizaciones en Youtube. Abruma la cifra de personas que han visto cómo la cantante se desahoga contra Gerard Piqué y su actual pareja, Clara Chía. Al igual que abruma la infinidad de opiniones e interpretaciones que se han hecho de la misma, desde mensajes de apoyo de compañeros de profesión y seguidores, hasta críticas por la forma en la que Shakira se dirige hacia le nueva novia del futbolista.

Lo que es una realidad es que la canción ha conseguido algo fundamental para triunfar: el no pasar desapercibida. Esto se traduce en algo tan básico y necesario como es el dinero. Aunque lo de hacer negocio con la intimidad y las relaciones no es algo nuevo, como tampoco lo es que muchos artistas hayan conseguido su éxito más importante gracias al despecho. Una emoción que incluso ha inspirado el nombre de temas, como ocurrió con Rosalía con su 'Despechá'.

¿Cómo pueden nacer del desamor algunas de las obras artísticas más conocidas? De esa pregunta nace el libro El amor después del amor de Laura Ferrero e ilustrado por Marc Pallarès, que arranca con un capítulo titulado Gracias Emma. En este caso, Emma podría ser el nombre de una exnovia de Justin Vernon, líder de Bon Iver, que tras romper con ella, eligió For Emma: forever ago para dar nombre a su primer álbum. El disco fue todo un éxito, y a día de hoy nadie sabe si Emma realmente existió o si es la suma de varias personas a las que el vocalista perdió.

Pero lo que sí sabemos es que esta historia sirvió como punto de partida para el trabajo de ambos autores. "Cuando tenía 22 años escuchaba mucho este disco y me conmovía la tristeza que desprendían estas canciones. Ahí fue la primera vez que me di cuenta del poder transformador que tienen las rupturas”, explica la escritora en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

A partir de ese momento comenzó a investigar y descubrió que algunas de las obras artísticas más famosas del mundo se deben al desengaño y el dolor que ocasiona una pérdida amorosa. Hay algunas más conocidas, como la historia de cómo Adele compuso su canción más icónica, Someone like you, tras romper con un fotógrafo diez años mayor que ella. De hecho, ella misma ha dicho en público que le debe los primeros puestos de las listas de éxitos mundiales y seis Grammys a esta mala experiencia. Pero también hay otras historias menos mediáticas sin las que no podrían entenderse muchas obras.

Imagen del libro 'El amor después del amor'

Imagen del libro 'El amor después del amor' / Marc Pallarès

Una de las favoritas de Ferrero es la de la artista Sophie Calle, a la que su amante dejó con un email que terminaba con la palabra “Cuídese”. Ella lo reenvió a 107 mujeres: artistas, bailarinas, fotógrafas, etc, para que lo interpretaran. Este fue el origen de una exitosa exposición que ha viajado por medio mundo. “La historia de Calle demuestra que el arte interpreta, es decir, nos enseña que en este caso la ruptura adquirió un nuevo significado, porque cada mujer que recibió el email, le dio el suyo”, dice Ferrero.

Pero no solo las mujeres han transformado la rabia, el dolor o la venganza en arte. También hay hombres en la lista. Fue en 1980 cuando Fernando Fernán Gómez y Emma Cohen ponían punto y final a su relación. Más tarde, el cineasta publicaba en la revista ‘riunfo una carta en la que supuestamente pedía a Cohen que volviera. No ha sido el único que ha mandado mensajes a su ex. El libro también aborda la historia de los directores Spike Jonze y Sofía Coppola, y cómo ambos se comunicaban a través de sus películas más famosas: Her en el caso de él; Lost in traslation en el de ella.

“El arte consigue llegar donde nosotros no, por eso hay muchos artistas que se han vengado de su ex o le han pedido perdón de la mejor forma que sabían hacerlo, que es haciendo películas, libros o canciones”, argumenta Ferrero. La magia de muchas de ellas es que ni siquiera estaban pensadas para triunfar, sino como un desahogo personal. “Las obras que nacen de lo autobiográfico salen de una necesidad de comprender, de entender al otro o incluso de sacar afuera ese sentimiento que se enquista y nos está haciendo daño”, añade.

Monetizar el dolor


Una de las cuestiones que más se ha señalado del hit de Shakira es el rédito económico que la colombiana podría sacar de ello. Tal solo con Te felicito y Monotonía, sus últimos éxitos en los que también hacía referencia a su situación con Piqué, habría ingresado cerca de 21 millones de euros.

Shakira no es la única que ha utilizado el desamor para hacer caja. Si hablamos de ropa y rupturas, hay un ‘look’ que está en el imaginario colectivo de la España de los 2000: Chenoa y el chándal. La cantante protagonizó junto a David Bisbal una de las historias de amor más seguidas de la pequeña pantalla. El idilio se fraguó en la primera edición de Operación Triunfo ante la mirada de miles de espectadores. Los mismos que también vieron cómo salió en chándal ante la prensa para confirmar que ella y el almeriense ponían punto y final a su relación.

Lejos de despreciar esta ocasión, Chenoa fundó su propia marca de ropa (Loverss), donde la prenda estrella es una sudadera con el mensaje: “Yo en chándal no salgo más”. De hecho, hay quien habla del “vestido de la venganza” para referirse al vestido negro que algunas celebrities han sacado en su primera aparición pública tras una ruptura. La pionera fue Lady Di. La han seguido Isabel Presley, Aitana o la propia Shakira.

¿Por qué engancha tanto una ruptura polémica?


Desde el lanzamiento de la sesión con Bizarrap, las palabras relacionadas con el tema y los implicados en cuestión han sido Trending Topic en Twitter y gancho para muchas campañas publicitarias de marcas como Ikea, Mac Donalds, Casio, Rolex o Twing, citadas en el tema. Pero, ¿por qué ocurre esto? Pues tal y como explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA la fundadora y directora del Instituto Kaplan de Psicología y Sexología de Madrid, Miren Larrazabal, los seres humanos empatizamos con las rupturas porque son como una montaña rusa. “Son situaciones en las que mezclamos todo tipo de sentimientos y donde es muy fácil pasar desde la rabia a la esperanza”, asegura. Los estados de ánimo que son universales. “¿Quién no se ha enamorado y lo ha pasado mal?", se pregunta.

La temática del amor-odio ha estado presente en nuestra historia desde que hay registros. Por ejemplo, muchas de las obras de la Tragedia griega tratan sobre esto. Sin embargo, lo que ha cambiado es que ahora las mujeres están visibilizando su dolor. “Es una forma de expresar lo que sientes sin ningún tipo de cortapisas, y no solamente desde una cara edulcorada, algo que antes se reservaba a los hombres”, señala la especialista.

La otra tendencia que podría explicar el éxito de estas canciones, películas y libros es el morbo que genera en la sociedad al convertir esos personajes públicos en meras personas de carne y hueso que sufren por amor. “Nada le interesa más al ser humano que los temas del corazón”, apunta Larrazabal.

Pero para los protagonistas, según la psicóloga, “es una forma de anestesiar el dolor, es decir, sacar este tipo de emociones hacia fuera”. El trabajo que viene después es gestionarlas, porque “lo más difícil es aprender a manejar este tipo de sentimientos para que dejen de doler”.

Hay incluso quien dice que el desamor dura mucho más que la fase de enamoramiento y es quizás lo que conlleva a cometer locuras que un día podrían ser consideradas las mejores canciones, películas o cuadros. Porque de eso se trata vivir, de querer y que nos quieran, aunque a veces estos dos sentimientos no sean correspondidos.