Mejora salarial y reducción de jornada: las trabajadoras sociosanitarias de Madrid celebran el nuevo convenio sectorial

Invisibilizado y precarizado, el colectivo de las trabajadoras sociosanitarias, cuidadoras esenciales que cada día atienden en sus domicilios a las personas mayores y dependientes que no pueden valerse por sí mismas, lleva años reclamando mejoras en sus condiciones laborales. Demandas que, con matices, acaban de ser atendidas en muchos aspectos con la firma del nuevo convenio sectorial de la Ayuda a Domicilio de la Comunidad de Madrid, que incluye, entre otras mejoras, una reducción de jornada y una significativa subida salarial.

En la madrugada del pasado martes, tras una interminable reunión de más de 16 horas, patronal y sindicatos lograron alcanzar un acuerdo y estampar su rúbrica en el nuevo convenio del sector para los próximos 5 años. Con una amplia batería de mejoras laborales y sociales, entre las que destacan una subida salarial acumulada del 22% y la reducción de la jornada hasta las 35 horas semanales en 2026, el documento supone una buena noticia para un colectivo habituado a la precariedad, las malas condiciones de trabajo, el abandono institucional y la falta de reconocimiento social.

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El nuevo acuerdo es el resultado de la iniciativa emprendida por Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), que hace dos semanas convocaron a la patronal ASADE para revisar el convenio. Ambas organizaciones consideraban que las condiciones económicass y laborales habían cambiado mucho desde la anterior negociación; así como que era imprescindible contar con un acuerdo más favorable de cara a los nuevos pliegos de condiciones del servicio, que tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid deben redactar este 2024.

"Es un convenio histórico", celebra Isabel Calvo, trabajadora del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) y delegada de Confederación General del Trabajo (CGT). Esta es la primera vez que su organización se sienta en la mesa de negociación junto con CCOO y UGT. "Hemos conseguido una subida que yo, que voy a hacer 17 años en el sector, no había visto nunca", cuenta la representante sindical.

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Varias mejoras sociales y laborales, aunque con un gran debe

Más allá de la notable subida salarial, que comenzará con un incremento del 10% en 2025, y la reducción de jornada, el nuevo acuerdo introduce varias otras mejoras laborales, como una cláusula de garantía de poder adquisitivo para que se produzca una subida automática de un 3% para el año 2029, aunque no este firmado el nuevo convenio o se esté negociando; o que, en caso de no tener jornada completa, como ocurre en el 80% de los casos, se tendrá una subida salarial adicional de un 3% en ese año.

Asimismo, el convenio también recoge numerosas mejoras sociales para las trabajadoras, como el disfrute de un día de asuntos propios por horas, el aumento de la excedencia por cuidado de familiares de 3 a 4 años o la extensión de la bolsa de asistencia médica a todas las especialidades, entre otras. Por último, el texto se ha actualizado según la nueva normativa laboral, destacando la obligatoriedad de elevar la contratación indefinida a un 80% de las plantillas, y se han añadido diversas medidas de prevención y protección.

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En resumen, tal y como señala CCOO en un comunicado, se trata de "un nuevo marco regulatorio para el sector, con importantes subidas salariales y mejoras sociales, que supone un avance en los derechos de las personas que se dedican a esta imprescindible labor para la sociedad". Eso sí, podría ser mejor. El sector de la atención domiciaria ha logrado un avance sustancial, pero todavía queda mucho camino por recorrer.

En este sentido, las trabajadoras han pedido reuniones con la oposición con la idea de pedirles ayuda para seguir mejorando sus condiciones, tal y como apuntan desde Más Madrid, que se sentará con ellas la próxima semana. Y es que, entre otras cuestiones de menor calado, el nuevo convenio ha dejado a deber una de las grandes reivindicaciones históricas del sector: la concesión del factor reductor en la jubilación. Según Isabel, se suponía que se iba a crear una comisión específica para abordar este asunto, pero finalmente ha quedado fuera de la negociación y no parece que la situación vaya a cambiar "en el corto plazo".