'FINAL FOUR' DE BALONCESTO

Nigel Williams-Goss, el descarte del Real Madrid que prepara su venganza con Olympiacos

El base estadounidense es uno de los pilares del equipo griego, al que llegó después de no convencer a la secretaría blanca en sus dos temporadas en España

Nigel Williams-Goss celebra la victoria de Olympiakos ante el FC Barcelona en el partido decisivo de los 'playoffs' de la Euroliga.

Nigel Williams-Goss celebra la victoria de Olympiakos ante el FC Barcelona en el partido decisivo de los 'playoffs' de la Euroliga. / AFP7/EUROPA PRESS

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Nigel Williams-Goss (Oregón, 1994) sabía que sus dos temporadas en el Real Madrid no estaban siendo como imaginaba. Las lesiones le habían puesto en pausa demasiadas veces. Vivía la maldición del base estadounidense. Pero apareció el día preciso, en el tercer partido de la serie endemoniada contra Partizan marcada por la batalla campal del segundo duelo. En el infierno de Belgrado, que conoció como jugador, condujo al conjunto blanco al inicio de una remontada histórica. Todavía hoy le parece increíble, ya siendo uno de los líderes de Olympiacos, rival del Real Madrid en las semifinales de la 'final four' de Berlín (viernes, 21.00 horas / Movistar+).

El base del equipo griego no tiene rencor por haber sido uno de los descartes de la secretaría blanca el pasado verano. Era un paso necesario para provocar el regreso del 'Facu' Campazzo a la dirección del juego blanco. El tiempo le ha dado la razón a Juan Carlos Sánchez. El argentino ha sido nombrado MVP de la Liga Endesa 2023/2024 por encima de Dylan Osetkowski (Unicaja) y Georgi Shermanidi (Lenovo Tenerife).

Mejores números que en el Real Madrid

Igualmente el cambio ha sido positivo para Williams-Goss, un guía dentro y fuera del campo que ejerce como un asistente más de Georgios Bartzokas, técnico de Olympiacos que no pudo triunfar en el FC Barcelona. Bastó una llamada del técnico griego nada más abandonar la disciplina madridista para convencer al base de su regreso a un conjunto en el que militó durante la temporada 2018/2019.

Fue antes de probar, sin demasiada fortuna, en la NBA con Utah Jazz, equipo que le seleccionó en la posición 55 del 'draft'. "Ya había hablado con él hace dos años, antes de fichar por el Real Madrid. El hecho de que un entrenador de su calibre volviera a telefonearme era suficiente. Significó mucho para mí, saber que iba a estar en un equipo con mucha química. Era exactamente lo que estaba buscando", reconocía Williams-Goss en los medios oficiales del club tras su llegada.

Nigel Williams-Goss, base de Olympiacos, ante Álex Abrines y Nicolás Laprovíttola, del Barça, en el partido decisivo de los 'playoffs'.

Nigel Williams-Goss, base de Olympiacos, ante Álex Abrines y Nicolás Laprovíttola, del Barça, en el partido decisivo de los 'playoffs'. / AFP7/EUROPA PRESS

Sus números esta temporada mejoran los de sus dos años en el Real Madrid. En la fase regular de Euroliga promedió 8,8 puntos, 2,3 rebotes, y 3,2 asistencias para un 9,2 de valoración. En la Heba A1 (liga griega) Williams-Goss ha anotado de media 9,8 puntos, ha conseguido 2,4 rebotes y ha dado 3,6 asistencias de media para un 11,7 de valoración.

En su primer año en el Real Madrid promedió 7,4 puntos, 2,3 rebotes, 1,9 asistencias y 7,7 de valoración en Liga Endesa. Y en la segunda sus prestaciones fueron similares, con medias de 6,4 puntos, 2 rebotes, 2,8 asistencias y 6,4 de valoración. En la Euroliga promedió 7,4 puntos, 1,3 rebotes, 1,8 asistencias y 6,6 de valoración.

La decisiva llamada de Williams-Goss contra el Barça

Williams-Goss es mucho más que números. Es un jugador que, como le ocurrió a Bartzokas, piensa como un entrenador en la cancha. Su papel fue decisivo en la eliminación del FC Barcelona en los 'playoffs' a los que el Olympiacos llegó tras ser quinto en la fase regular, pero con el mismo balance que los de Roger Grimau (22-12). El conjunto azulgrana perdió la serie en el Palau en el quinto partido, pero donde realmente hincó las rodillas fue en el cuarto asalto, donde Olympiakos apalizó al Barça (92-58). Ahí fue clave el papel de Williams-Goss.

"Después de comer y de la sesión de tiro, Williams-Goss me llamó por 'FaceTime' para decirme qué jugada teníamos que aplicar al Barça"

Shaquielle McKissic

— Jugador del Olympiacos

"Después de comer y de la sesión de tiro me llamó por 'FaceTime' para decirme qué jugada teníamos que aplicar al Barça si queríamos llevarnos el encuentro. Desglosó el juego rival mientras me enviaba capturas de pantalla que él eligió", dijo Shaquielle McKissic, quien gracias a las instrucciones de su compañero terminó siendo el MVP del partido (21 puntos, seis rebotes y dos asistencias).

"Nuestro entrenador me permite muchas cosas dentro del sistema. Nigel utilizó esta libertad para plantear una estrategia conmigo. Al final, el entrenador fija la jugada, pero nosotros la ejecutamos", explicó el alero de Olympiacos. El ex de Gran Canaria es uno de los más decididos a borrar la final del año pasado. El conjunto griego perdió el encuentro por una canasta de Llull sobre la campana. “Eliminé Instagram de mi móvil para no tener que ver tanto ese tiro”, ha confesado en la previa a la 'final four' de Berlín.

Euroliga: Batalla campal entre el Real Madrid y el Partizan de Belgrado

PI Studio

Liberado de la presión de ganar tras el año pasado

El drama de Kaunas para McKissic fue el día más feliz en la vida de Williams-Goss. "Llevaba todo el año diciendo que ganar la Euroliga era mi único objetivo. Es algo en lo que he pensado, con lo que he soñado desde que llegué a Europa. El primer partido que vi en directo de Euroliga fue en 2019, la final entre Real Madrid y Fenerbahçe. Se jugó en Belgrado y yo estaba en el Partizan. Me quedé con la imagen del campeón llevándose la Copa en la cabeza. Y que eso sea ahora una realidad para mí, es algo que ni puedo describir", explicaba emocionado el base.

Williams-Goss se enfrenta ahora al reto más importante: trasladar de la camiseta del Real Madrid a la de Olympiakos la mística y competitividad del instante preciso. La voluntad inquebrantable que la campaña pasada llevó al conjunto blanco a derrotar a un rival que había terminado como líder de la fase regular en la Euroliga. En Berlín los papeles estarán invertidos.

Los de Chus Mateo asumen la defensa del título con 27 victorias en fase regular -récord- y fueron el único equipo que accedió a la 'final four' por la vía rápida tras deshacerse de Baskonia en los 'playoffs'. Pero nada de esto valdrá si no coronan la obra en Alemania, donde la sección de baloncesto está ante el reto de ganar dos Copas de Europa consecutivas, como sucedió en 1967-1968.