BALONCESTO

El Barcelona arrasa al Madrid en casa (82-93) y conquista el título de la ACB

Los azulgrana no ganaban 3-0 una final ante el Madrid desde el 2001. Los de Jasikevicius volvieron a ofrecer una exhibición ofensiva en la segunda mitad (57 puntos) ante un rival errático en sus tiros

BARCELONA - REAL MADRID

BARCELONA - REAL MADRID / Enric Fontcuberta

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

El Barcelona se proclamó campeón de Liga en un partido que rompió en un tercer cuarto devastador en ataque, especialmente en triples (5 de 8) para sumar 29 puntos y generar las dudas necesarias en los blancos para luego sellar el tercer triunfo y conseguir el título merecidamente con otra exhibición coral ofensiva en la que destacó por encima de todos Jan Vesely (19 puntos).

Comenzó el Barcelona tratando de sacar de la pintura a Tavares, obligándole a salir a tapar el tiro medio de Vesely. Con ello liberaba espacio para que hubiese más tráfico en la zona. Se adelantó por primera vez el Madrid (7-6), gracias a la agresividad de Hanga y a un triple de Musa atacando las debilidades defensivas del Barça, que reconocieron en Mirotic y Laprovittola.

Los blancos habían salido con el cuchillo entre los dientes, obligados por las derrotas en el Palau y alimentados por la rabia de la forma en que cayeron en el segundo partido, donde los de Mateo señalaron a los árbitros. El Real Madrid ponía toda la carne en el asador, pero la riqueza anotadora del Barça, con Sanli sacando un adicional tras triple, igualaba a la intensidad local. Hezonja sacaba a pasear la mano en su rol de 4 con maneras de 3 y su equipo lo agradecía. El Madrid sumaba puntos baratos en contragolpes, no acumulaba ni una pérdida y añadía segundas oportunidades en forma de rebotes ofensivos para irse arriba al final del primer cuarto (21-20).

Final de la Liga ACB, tercer partido: Real Madrid - Barcelona

Final de la Liga ACB, tercer partido: Real Madrid - Barcelona / EFE

La salida de Causeur y Llull

Jasikevicius echaba mano de un quinteto más móvil con Nanji dentro cogiendo cuatro rebotes y Mirotic generando superioridad por fuera con los pequeños. Los azulgrana movían con paciencia la bola encontrando las esquinas vacías, lo que provocó un tiempo de muerto de Mateo tras colocarse (22-29) después de un parcial de nueve a uno para los de Saras. El Madrid seguía flaqueando en el lanzamiento (4 de 12 en triples y 5 de 11 en tiros libres) porque se le atragantaba una zona azulgrana, acudiendo al rescate Causeur, con once puntos, y la salida de Llull, ocho en tres minutos, para dar la vuelta al marcador (39-36). Tavares anotaba sus dos primeros puntos en la última jugada del primer tiempo para dejar el tanteador (41-38) al descanso. La irrupción de Causeur y, sobre todo, de Llull mantenía en el partido a un Madrid que sufría ante la riqueza ofensiva de los culés. El Barça cuidaba menos el balón, cinco pérdidas, por solo dos de los de Mateo.

Un Madrid mucho más agresivo que en Barcelona sacaba de su sitio al ataque azulgrana, frenando su producción ofensiva y dejando a los de Jasikevicius en una proyección de 75 puntos en el partido, lejos de los más de 90 que anotó de media en los duelos del Palau. A ese factor sumaron la incidencia de la irrupción en el partido de Llull y Causeur saliendo del banquillo.  

Final de la Liga ACB, tercer partido: Real Madrid - Barcelona

Final de la Liga ACB, tercer partido: Real Madrid - Barcelona / EFE

Chacho y más ataque que defensa

Del vestuario salieron mucho más enchufados los visitantes, que endosaron un parcial de 0-6 que encendía las alarmas en el Madrid. Castigaba la pizarra de Jasikevicius la defensa blanca con bloqueos para sus tiradores sumando en cada ataque, mientras el Madrid se aferraba al trabajo en la pintura de Yabusele y Tavares, que enlazaba seis puntos consecutivos para mantener a los suyos vivos. Propuestas diferentes, fortalezas distintas (53-55). A tres minutos para el final del tercer cuarto el Barcelona había metido todo lo que había tirado, pero la zona era asolada por el gigante caboverdiano. Cambió el viento con la salida del Chacho, que leyó los pasillos y puso en órbita a Hezonja y, especialmente, a Poirier, que dieron descanso a Tavares y Yabusele. Se desangraba el Barça en la pintura, flaqueaba el Madrid en su defensa en este cuarto en el que hubo más puntos y menos tensión defensiva. Un triple final de Kalinic dejaba el partido en (66-67) con diez minutos por delante.

Entraban ambos en el asalto final con el Madrid más engrasado en ataque, pero algo descuidado en defensa, lo que el Barça aprovechó para subir su anotación a 29 puntos (6 de 8 en triples) en el penúltimo periodo. El título pasaba por ser más agresivos atrás y adelante para forzar el cuarto partido. Los detalles eran claves y decidirían el partido y quizás la final. Comenzó el cuarto con un triple de Mirotic, que sacó brillo a los bloqueos de sus conpañeros, y otra de Jakubaitis que ponía un parcial de 2-11 para dejar seis arriba a los azulgrana (66-72).

BARCELONA - REAL MADRID

BARCELONA - REAL MADRID / EFE

Propuso Mateo una zona agresiva arriba que resolvió el Barça con un rebote ofensivo y un triple de Satoransky, con lo que desactivó la propuesta. Vesely se daba un atracón en el poste alto (19 puntos) y la sangría blanca atrás no se cortaba (72-79) pese al paso adelante de Tavares. Los pivots intercambiaban canastas y la distancia se mantenía mientras goteaban los segundos (73-81). Dos faltas muy protestadas de Hezonja, una en cada zona, soliviantaban el ambiente del WiZink Center. Los azulgrana se colocaban ocho arriba tras el énesimo lanzamiento de Vesely desde la media distancia (75-83) a falta de 3:41. Los nervios comenzaban a atenazar a un Madrid sin margen de error frente a un Barcelona clarividente en el ataque con Laprovittola, Jakubaitis y Satoransky muy inspirados en la lectura de juego.

Mirotic ponía el 80-90 a poco más de minuto y medio para el final en la sentencia de un partido que ha sido el último de Nikola con el Barcelona. Acaba de forma brillante el curso el Barça, mientras el Real Madrid se aferra al título de Euroliga conseguido contra pronóstico tras levantar el 0-2 ante Partizan. Desde 2001 no ganaba el Barça por (3-0) al Madrid una final. Se le hizo larga la temporada para los de Mateo mientras los de Jasikevicius llegaron más frescos.