EL PRESIDENTE ANUNCIA HOY SU DECISIÓN

La preocupación invade al PSOE y se aferra a sostener la legislatura si Sánchez dimite

Ministros socialistas consideran que existe una mayoría parlamentaria para mantener el Gobierno si el presidente decidiese renunciar. Todos los socios de investidura, a excepción de Junts, están trasladando su disposición para ello  

Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno.

Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno. / DAVID CASTRO

Iván Gil

Iván Gil

El compás de espera llega a su fin. Pedro Sánchez anunciará este lunes su decisión sobre si dimite o sigue adelante tras tomarse cinco días para meditarlo, a raíz de la investigación judicial abierta contra su esposa, Begoña Gómez. El clima de pesimismo se ha ido apoderando durante los últimos días en las filas socialistas y Moncloa, preparándose para una renuncia que generaría una situación orgánica e institucional de consecuencias impredecibles. El peor de los escenarios, que la dimisión pusiese fin a la legislatura. Frente a ello, se está conjurando el núcleo duro de Ferraz y Moncloa, que no dudan en el margen parlamentario para mantener a flote el Gobierno sin anticipar elecciones. La mayoría de socios de investidura, a excepción de las dudas de Junts, están trasladando su disposición para que el Ejecutivo siga adelante si finalmente se produce una dimisión.

En la cúpula del PSOE no quieren abordar ningún escenario hasta después de la comparecencia de Sánchez. Esta fue la decisión de los principales colaboradores de Sánchez en su reunión de urgencia en Moncloa el pasado miércoles cuando el presidente difundió su carta. Desde entonces, ninguno de ellos ha podido analizar la situación con el propio presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. Este fin de semana esperaban que “sonasen los teléfonos” para conocer la decisión antes de hacerse pública y, solo entonces, pensar en las siguientes pantallas. “Si hay que abrir otra pantalla se abrirá como se pueda, pero ahora concentrados en esta”, concedía uno de los ministros del núcleo duro del jefe del Ejecutivo tras la celebración del Comité Federal del PSOE el pasado sábado. Este domingo, se mantenía el celo por no anticipar escenarios, pero ya con la máxima de sostener la legislatura.

Una dimisión acompañada de un adelanto es el escenario que más vértigo genera. Además, los socialistas entienden que mandaría un mensaje derrotista de que las “campañas de acoso y derribo” funcionan. Es por ello que se impone la hipótesis de una nueva investidura frente a una cuestión de confianza. De celebrarse una investidura, no sería antes de las elecciones catalanas, lo que clarificaría la posición de Junts, la única formación que genera dudas sobre la reedición de su apoyo. Todos los escenarios son “complejos”, según reconocen los socialistas, pero los pocos que se atreven a pensar en nuevas elecciones vaticinan que no sería suficiente con revolucionar a todo el votante progresista. Con una candidatura exprés y tres meses por delante, con elecciones catalanas y posteriormente europeas, en los que intuyen que la presión se incrementará.

Las Cortes Generales no pueden disolverse hasta el 29 de mayo para convocar elecciones. Desde entonces, las elecciones se celebrarían en un plazo de 54 días. No se celebrarían, por tanto, antes de finales de julio y el gobierno entraría en funciones, con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, como presidenta en funciones.

Los socios de investidura han incrementado su presión durante las últimas horas, primero para que Sánchez continúe y, en caso contrario, para evitar que una hipotética dimisión del presidente del Gobierno acarree un adelanto electoral. Desde Sumar extendieron la tesis de que Sánchez continuará en la Presidencia tras someterse a una cuestión de confianza. Un mecanismo que nadie alienta en la parte socialista del Gobierno. Con todo, los socios de coalición tampoco descartaban la hipótesis de que Sánchez delegue su cargo en otro dirigente, que tendría que ser votado en una nueva sesión de investidura. En un comunicado, tras convocar a un comité de crisis para abordar la situación, desde Sumar se trasladó que "nuestro espacio coincide en la necesidad de defender la democracia" e hizo un llamamiento al Gobierno a "seguir avanzando.

El PNV marca el paso

El presidente de la ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, fue uno de los más claros este domingo al plantear que, en caso de dimisión, los partidos que sostienen al Gobierno estarían de acuerdo en “prolongar la vida de ese Gobierno el tiempo necesario para hacer las elecciones, si hubiera que hacerlas, en un tiempo político más propicio que finales de julio". En una entrevista con ‘Deia’ recogida por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el presidente del Euskadi Buro Batzar se refería a celebrar elecciones “cuando tengan que ser” o incluso consumar la legislatura si el Gobierno logra sacar adelante los Presupuestos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de la ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, durante la firma del pacto de investidura.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de la ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, durante la firma del pacto de investidura. / JOSÉ LUIS ROCA

Este camino supondría para el PSOE una transición más tranquila y con tiempo para prepararse, sin la agitación interna que implicaría abrir un proceso de este tipo de forma abrupta. Al mismo tiempo, Sánchez contaría con más garantías para conducir su sucesión.

Desde ERC, EH Bildu y Podemos se han sucedido las muestras de apoyo, dando sentido al hecho de que Ortuzar haga su análisis, refiriéndose en plural a los partidos que están “sosteniendo” el Ejecutivo. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, manifestó en el mitin central de su partido celebrado en Ginebra (Suiza), donde se encuentra huida de la justicia, que "no conviene que [a Sánchez] le fallen las piernas en un momento en el que debemos estar al lado de más democracia y más derechos humanos". En esta línea le pidió al presidente del Gobierno seguir adelante porque "la represión política está ideada para apartarte".

Transición tranquila

El líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, mandó por su parte un mensaje de que los seis diputados de EH Bildu apoyarían al Ejecutivo para evitar un adelanto electoral en julio, tanto a través de una cuestión de confianza como de una nueva investidura. “Nosotros seguimos en la misma postura que fijamos la noche electoral de los comicios generales. La gente votó que no gobernase la extrema derecha en el Estado español y eso es lo que mantenemos”, concluyó.

En un clima en el que los socios parlamentarios coinciden en presagiar una renuncia y comienzan a darse señales de un plan B para sostener la legislatura, Sánchez tendrá la última palabra este lunes. Bien para escribir un punto de inflexión en su biografía política, para coger impulso como cuando fue obligado a dimitir de la secretaría general y luego se recompuso para recuperarla, bien para poner un punto y final pensando en una sucesión tranquila.