VALORA SU RENUNCIA A LA PRESIDENCIA

Sánchez no consultó con nadie su decisión y se encerró en La Moncloa para escribir solo la carta

En el comité federal de este sábado, al que no asistirá Sánchez, se lanzará el mensaje que tiene el total respaldo de su organización y que lo protegerán de la "campaña de acoso" que denuncia

La consigna en la cúpula del partido y el Gobierno pasa por tratar de convencer al presidente del Gobierno para que siga al frente de su cargo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al abandonar el hemiciclo este miércoles durante sesión de control al Gobierno.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al abandonar el hemiciclo este miércoles durante sesión de control al Gobierno. / DAVID CASTRO

Iván Gil

Iván Gil

Ninguno de los ministros ni diputados socialistas que estuvieron con Pedro Sánchez la mañana del miércoles en el Congreso podía prever que unas horas después anunciase su intención de meditar sobre su renuncia, tras abrirse una investigación judicial a su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencias. Todos coinciden en destacar que anímicamente lo vieron tocado, incluso “destrozado” por una cuestión que le viene afectando notablemente durante las últimas semanas. Lo que considera una campaña política de acoso y derribo por parte de la derecha que habría traspasado la “línea roja” del ámbito personal. El límite de su reconocida resiliencia al saltar la frontera familiar.

Visiblemente afectado y sin saludar a los diputados de su grupo parlamentario como habitualmente hace, Sánchez abandonó la Cámara alta 20 minutos después de iniciarse la sesión de control al Gobierno. Solo y nada más responder a las preguntas de la oposición que iban dirigidas al presidente del Gobierno. Algo que tampoco es costumbre, a no ser que tenga un compromiso en su agenda. No era el caso. Incluso cogió de improviso a sus escoltas.

Del Congreso se desplazó directamente al Palacio de La Moncloa donde escribió personalmente la carta a la ciudadanía con la que hizo su anuncio pasadas las 19:00 horas. Antes de difundirla, se lo comunicó al rey Felipe VI. A su núcleo duro le trasmitió que la decisión estaba prácticamente tomada. Desde entonces, la consigna en la cúpula del partido y el Gobierno pasa por tratar de convencerlo para que siga al frente de su cargo.

A Moncloa se desplazó su núcleo duro, formado por la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, su jefe de gabinete, Óscar López y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Como ya ocurrió la noche electoral en la que más que consultar, Sánchez se limitó a informar más que a pedir consejo. El cónclave se improvisó a iniciativa propia del núcleo duro, sin que fueran convocados por el presidente del Gobierno. De hecho, ni siquiera se celebró una reunión conjunta entre todos ellos con Sánchez.

Montero calificó este encuentro de una reunión “espontánea”. Según relató en una entrevista en la ‘Cadena Ser’, se enteró de las intenciones de Sánchez al mismo tiempo en que difundía la carta a través de las redes sociales. De ahí la decisión de reunirse para compartir impresiones y, principalmente, para transmitir un mensaje de “comprensión y respeto” a la situación que estaría atravesando el presidente del Gobierno.

Otras fuentes apuntan a que supieron de sus intenciones momentos antes, con la perspectiva de dimitir, y que le pidieron que se tomase más tiempo para reflexionar. Evitar una decisión al calor de los acontecimientos, el mismo día que se conoció la información de que un juzgado de Madrid había abierto diligencias secretas para investigar a su esposa por su supuesta influencia en el rescate público de Air Europa y por haber suscrito cartas de recomendación a empresas que ganaron concursos públicos.

Sin pasar a otra pantalla

A partir de ese momento, la tarea que se han fijado los socialistas es tratar de lanzar el mensaje que tiene el total respaldo de su organización y que lo protegerán de la "campaña de acoso" que denuncia. Al presidente del Gobierno y su entorno familiar. No se piensa en otra pantalla.

Todos los esfuerzos se concentran en evitar una renuncia con consecuencias orgánicas e institucionales impredecibles. Según subrayó la propia vicepresidenta no se habló de escenarios futuros, en función de la decisión del presidente del Gobierno, sino en su situación y en concentrarse en que tome la decisión de continuar, aun empatizando con anímicamente todo el mundo tiene un límite. “Tenemos que ser claros. No nos puede doblar el pulso la jauría extremista. Tenemos que seguir haciendo política para la gente”, argumentaba por su parte el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en una entrevista a la misma hora en 'Radiocable'.

El comité federal que se celebrará este sábado en Ferraz, previsto para ratificar las listas de las europeas, que encabezará Teresa Ribera, se pretende convertir así en un foro para transmitir el apoyo de toda la organización a su secretario general. Por el momento, es todo lo que pueden hacer para intentar persuadir al presidente del Gobierno a la espera de si, como muchos temen, el lunes ratifica su decisión de dar un paso al lado.