FLAMENCO

El periodista Luis Ybarra, nuevo director de la Bienal de Flamenco de Sevilla

Sustituye en el cargo a Chema Blanco, que dirigió el certamen en 2022 centrado en la vanguardia y las coproducciones internacionales

Luis Ybarra, nuevo director de la Bienal de Flamenco de Sevilla.

Luis Ybarra, nuevo director de la Bienal de Flamenco de Sevilla. / INSTAGRAM

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

El periodista Luis Ybarra (Sevilla, 1996) es el nuevo director de la Bienal de Flamenco de Sevilla. El hasta ahora redactor, columnista y codirector del Aula de Cultura de ABC de Sevilla sustituye en el cargo a Chema Blanco, que dirigió la edición de 2022.

Ybarra estudió Periodismo en la Universidad Loyola de Sevilla y está cursando un máster en Gestión Cultural en la Unir. Hijo del que fuera director del ABC de Sevilla durante 22 años Álvaro Ybarra Pacheco, Luis Ybarra comenzó su trayectoria como crítico de flamenco y colaborador de la sección de Cultura. Además, copresenta junto a Mila Ortíz el programa de radio sobre flamenco Temple y pureza en Radiolé y Cadena Dial desde 2019. Es autor de dos libros, el ensayo Grandes del flamenco (Almuzara, 2018) y el poemario Tal vez felices (Anantes, 2022).

El nuevo director hereda el principal festival de flamenco, cuyos estrenos se mantienen en cartel en el resto de festivales y programaciones durante los dos siguientes años. Muchos de los más de 30 estrenos de la edición de 2022 fueron coproducciones internacionales, junto a espacios como el Teatro de la Villa de París, la Biennale de la Danse de Lyon, el Centro Condeduque de Madrid, el Festival Grec de Barcelona o la Bienal de Venecia, entre otras citas internacionales. De hecho, tras conocerse el nuevo nombramiento, muchos directores de teatros españoles y extranjeros, así como una buena parte del sector, se han comunicado con Blanco para ofrecerle su agradecimiento, según han confirmado fuentes del entorno de la Bienal.

Durante su periodo como director, Blanco hizo una fuerte apuesta por la libertad creadora de los artistas más jóvenes, con una cierta mirada a la tradición, pero centrado en la creación más contemporánea. Esto, que pretendía ser el primer paso de un camino prolongado en el tiempo, fue sin embargo muy criticado desde los sectores más conservadores del flamenco, llegando a recibir incluso ataques personales por su propuesta discursiva en torno al flamenco.

Conversación entre director y exdirector

Tras conocer su nombramiento, el nuevo director ha contactado con el director saliente para abordar algunos de estos retos que tiene por delante. Según ha explicado Blanco, en la llamada que Ybarra le ha hecho le ha mostrado su apoyo y le ha aconsejado que sea honesto con su discurso y se rodee de un equipo trabajador. "Luis y yo nos tenemos mucho respeto. Hemos hablado mucho, ha sido una conversación con una humildad sincera por su parte".

Ybarra enfrenta el reto de mantener el siempre complejo equilibrio entre tradición y renovación, en un momento en el que los jóvenes creadores se sienten cómodos experimentando en la mezcla de estilos, que les ofrece una mayor proyeción internacional. "En la Bienal se cuenta un discurso artístico, no es solamente poner a artistas en el escenario", advierte Blanco.

Asimismo, el funcionamiento del festival tiene sus propias dificultades, que Ybarra tendrá ahora que enfrentar, como no contar con un equipo administrativo propio, que permita afrontar las necesidades específicas que implica programar artes escénicas. Todos los dierctores salientes suelen referirse a esta traba como uno de los impedimentos para que la Bienal pueda contar con un mayor desarrollo en su programación. Algunos han llegado a proponer que se convierta en una entidad propia que no dependa administrativa del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, como ocurre con otros festivales internacionales similares. Otra dificultad que tendrá que afrontar Ybarra es no contar con un equipo de producción estable que dé continuidad a la cita y permita trabajar también en el año en el que no se celebra la Bienal. "Los directores artísticos deberían estar por encima de las cuestiones administrativas para poder centrarse en la creación", ha comentado Blanco en conversación telefónica con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "El flamenco es un arte vivo, y para programarlo no se puede improvisar, hacen falta fórmulas administrativas que permita el trabajo de los creadores".