DE CAMINO A LIVERPOOL (V)

¿Tiene Blanca Paloma posibilidades (reales) de ganar Eurovisión? Los expertos responden

Las apuestas dicen que 'Eaea' quedará en quinto lugar, pero eso no significa que ya no tenga opciones de levantar el Micrófono de Cristal: seis especialistas analizan las bazas de España frente a las favoritas Suecia y Finlandia

Blanca Paloma sueña con ganar Eurovisión, así fue su actuación en el Benidorm Fest

Prensa Ibérica

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Blanca Paloma está preparada. Quiere devolver a España el triunfo que no saborea desde 1969. Han pasado 54 años de vaivenes que, en pocas ocasiones, han rozado la victoria. Ella lleva una candidatura a la altura del primer puesto: Eaea es una nana flamenca de tintes contemporáneos que, con una escenografía profundamente sauriana, pretende clavarse en el pecho de Europa. Desde que conquistó el Benidorm Fest, paso a paso, lo ha ido logrando. Sin escatimar en pasión y recuerdo. Este sábado dará su estocada definitiva: ¿suficiente para alzar el Micrófono de Cristal? Frente a la división de opiniones que ha generado, los expertos lo tienen claro.

“Es una propuesta valiente, teniendo en cuenta la escasa suerte que hemos tenido con el flamenco en el festival. Lejos queda la incomprendida Quién maneja mi barca de Remedios Amaya. Por fin, apostamos por una canción que habla de nuestro país: tres minutos de raíz revestida con un envoltorio electrónico. Un canto vanguardista a la luna lunera del siglo XXI”, subraya Julia Varela. Para la periodista de RNE y comentarista de Eurovisión, Blanca Paloma ha sabido aprovechar las posibilidades que el Liverpool Echo Arena le ha brindado. Tanto es así que ha incorporado un par de novedades para enfatizar aún más el legado que su abuela Carmen le dejó.

El presupuesto destinado a 'Eaea' es de 732.940 euros, un 12,95% más que el de 'SloMo'.

El presupuesto destinado a 'Eaea' es de 732.940 euros, un 12,95% más que el de 'SloMo'. / EBU

A ella le debe la palmada calé y el quejío sagrado. Su viaje es todo un homenaje a ella. Puro amor en la mirada de la nieta. Sin embargo, su gran mérito ha sido convertir en poesía lo cotidiano. Un pellizco que no entiende ni de idiomas ni de identidades. “Hay otras interpretaciones arrebatadoras, como las de Loreen (Suecia), Alessandra Mele (Noruega), La Zarra (Francia) y Vesna (República Checa). Es una edición marcada por grandes mujeres. Y, si la probabilidad no falla, una de ellas debería vencer”, continúa Varela. En total, han concurrido 37 banderas. De las cuales, 26 han llegado a la final. España, al formar parte del Big-5, cada año se clasifica automáticamente.

“Puede ganar. Es una candidatura arriesgada: o gusta mucho o nada. A una competición de estas características hay que ir con algo así para alcanzar el éxito”, asegura Alejandro Fernández, colaborador de El Euroté. Ese es el único modo de no pasar desapercibido. De hecho, el almizcle folktrónico de Eaea ha hecho que no se parezca a nada anterior. Lo que la ha vuelto singular. Y lo que, en consecuencia, le distinguirá. Tras Chanel, hemos vuelto a cumplir: “No hay otro país que pueda enviar una canción parecida. Tiene esa esencia autóctona que, al escucharla, no puedes dejar de asociar a España”.

Las casas de apuestas colocan a España en quinta posición, tras Finlandia, Suecia y Francia. 

Las casas de apuestas colocan a España en quinta posición, tras Finlandia, Suecia y Francia.  / UER

Ahora bien, para entrar de lleno en el cosmos de Blanca Paloma, la puesta en escena resulta imprescindible. Una condición similar a la que vivieron Jamala (Ucrania, 2016) y Salvador Sobral (Portugal, 2018). “Es un animal escénico. Su poder vocal no deja indiferente a nadie. A mí, personalmente, no me gustaba la canción. Pero, tras su paso por Benidorm, me dejó con la boca abierta. El primer pensamiento que tuve fue: acabamos de ganar”, prosigue Fernández. Su imaginario, coronado por un halo de flecos rojos, ha sido determinante para captar nuevos seguidores. Y, por tanto, posibles votantes.

¿Enamorará al jurado o al público?


Otro elemento interesante es que la intérprete no ha sido sólo la encargada de dar voz a su historia: también es compositora y escenógrafa. Lo cual es un añadido a tener presente. “Si bien Chanel destacó por bastantes razones, una de ellas fue por su incomparable dance break. No exagero al decir que fue uno de los más espectaculares de la historia. Este año vamos por el mismo camino”, sostiene David Núñez, director del podcast EurovisionSpace. Así lo atestiguan las reseñas que eurofans del mundo han ido publicando en YouTube: Blanca Paloma ocupa posiciones privilegiadas en sus podios.

“Por primera vez llevamos algo muy nuestro, liderado por una artista con experiencia y presencia. Tal y como ha demostrado en cada una de sus intervenciones, su directo es sublime”, añade Núñez. Un conjunto de factores que la vuelve competitiva de cara al certamen europeo. Ella quiere jugar todas estas bazas con un paquete que transmite la catarsis de sus ancestras. Estará respaldada por Saray, Angélica, Desiré, Paloma y Paula, las cinco coristas que la han acompañado desde que se postuló ante RTVE. Ellas serán las encargadas de transmitir la memoria de la matriarca.

El almizcle folktrónico de 'Eaea' no se parece a nada de lo que España ha llevado a Eurovisión.

El almizcle folktrónico de 'Eaea' no se parece a nada de lo que España ha llevado a Eurovisión. / UER

El presupuesto destinado a Eaea es de 732.940 euros, un 12,95% más que el de SloMo. La medalla de bronce de Chanel disparó la confianza de la corporación sobre el concurso, que parece dispuesto a arrasar después de temporadas de intrascendencia. “La imagen de España en Eurovisión ha cambiado. Y la posibilidad de un triunfo no es impensable. Tenemos un tema con características únicas en cuanto a estilo y sonoridad. Es un proyecto vivo, en el que el equipo ha intentado procurar una novedad en cada actuación. Además, el mensaje primario está claro. Es explicable en cualquier contexto”, dice Javier García, reportero de RTVE.

¿Eso se traducirá en votos tanto del jurado como del público? Hay quien se la juega más por el primero que por el segundo. “Se tiende a pensar que los expertos puntúan más las apuestas vocales, mientras que los telespectadores apoyan más las visuales. Puede ser. Por ello, más vale tener las dos patas bien cubiertas. En cualquier caso, Blanca Paloma va a servir un trance (como, por ejemplo, el que protagonizó Go_a en 2021) que, si te capta, dará igual el rol que ejerzas”, apunta García. El dúo ucraniano, que interpretó el electrofolk Shum, terminó quinto con 364 puntos gracias al apoyo unánime de ambos flancos.

¿Son de fiar las casas de apuestas?

“Levanta muchas opiniones. No es una canción typical spanish, va más allá. Y eso hace que se identifique fácilmente. El ambiente que crea es único. Y en la final no será menos al contar con mayores medios”, puntualiza Oriol Serra, uno de los organizadores de la Barcelona Eurovision Party. Blanca Paloma actuará en el octavo puesto, tal y como se ha desvelado esta madrugada tras conocerse los últimos 10 finalista. Lo hará justo antes de Loreen, la gran favorita. Chanel actuó en el 10, Miki en el 26, Pastora Soler en el 19, Daniel Diges en el 2 y Ramón en el 1. Los desenlaces fueron variopintos.

Las casas de apuestas colocan a España (4%) en quinta posición. Según éstas, vencería Suecia con un 49% de posibilidades. Al que seguirían Finlandia y Ucrania con un 20% y 7%. Francia (4%), que en los últimos días ha experimentado un crecimiento considerable, acabaría cuarta. “Se sitúa en buen lugar, pero hay que ser prudentes. La resaca de Chanel puede tener algo que ver: el resultado obtenido en 2022 puede haber hinchado algo las cifras”, puntualiza Serra. A Barei, por ejemplo, la impulsaron a la tercera casilla y finalizó en la 22. Por lo que el único indicativo a seguir serán las propias actuaciones.

Blanca Paloma actuará en la primera mitad de la gala, según se determinó de manera aleatoria.

Blanca Paloma actuará en la primera mitad de la gala, según se determinó de manera aleatoria. / UER

La de Blanca Paloma romperá con todo lo presentado hasta hoy. “Nuestra trayectoria podría definirse como la de un país conservador, incapaz de arriesgar y experimentar. Eaea choca con este legado, siendo el atrevimiento y la osadía sus principales fortalezas. Estamos hablando de una cantante que recoge la tradición para pisar las tablas sin complejos, haciendo un derroche artístico que se aleja de clichés festivaleros. Su propuesta es genuina y misteriosa. Y, si le sumamos el despliegue escenográfico, podemos hablar de una candidatura diferencial”, explica Miguel Heras, director del podcast Euromovidas.

No tiene nada que ver con Yo soy aquel (Raphael, 1966), La fiesta terminó (Paloma San Basilio, 1985), Bandido (Azúcar Moreno, 1990), Bailar pegados (Sergio Dalma, 1991), Dime (Beth, 2003) o SloMo (Chanel, 2022). Ni siquiera con ¿Quién maneja mi barca? (Remedios Amaya, 1983). Y, a nivel internacional, aún menos. “Llevamos décadas escuchando canciones de europop con cuatro elementos musicales que las disfrazaban como etnopop. España también siguió esa tendencia y pensó que metiendo una guitarra ya era suficiente. La Eurovisión de 2023 no juega al cliché, sino a lo disruptivo”, concluye Heras. “Si traes un caballo ganador, ganarás”.