DE CAMINO A TURÍN (IV)

La mano negra que intentó sustituir el ‘La, la, la’ por 'El titiritero' en Eurovisión: "Habríamos salido muy perjudicados"

Según cuenta el Dúo Dinámico a este periódico, TVE encargó al arreglista Bert Kaempfert que decidiera cuál era la canción más apropiada para Serrat en el festival de 1968, tan sólo días antes de que renunciase y Massiel tomara las riendas de la candidatura

Massiel, acompañada por Cliff Richard y el Dúo Dinámico, tras conocerse su victoria en Eurovisión.

Massiel, acompañada por Cliff Richard y el Dúo Dinámico, tras conocerse su victoria en Eurovisión. / ARCHIVO

Pedro del Corral

Pedro del Corral

La última vez que España tuvo oportunidades de ganar Eurovisión fue en 2012. Pastora Soler devolvió cierta ilusión a un público desengañado con TVE. Tenía una candidatura potente, de letra simplona y agudo de vértigo. Quédate conmigo estaba entre las favoritas y hasta hacía la competencia al popularísimo Euphoria de Loreen. Sin embargo, tuvo que conformarse con un décimo puesto. Desde entonces, ha transcurrido una década repleta de decepciones e, incluso, malos entendidos. Poco quedaba de aquel país competitivo que llevó a la gloria a Salomé, Julio Iglesias, Raphael, Karina o Massiel.

Del triunfo de esta última ya han pasado 54 ediciones… aunque hubo un momento en el que estuvo a punto de no producirse. No por el desplante de Serrat, sino por otro peligro que corrió el La, la, la: hubo una mano negra que intentó sustituirla.

Massiel conecta con TVE tras ganar Eurovisión con 29 puntos.

Massiel conecta con Televisión Española tras ganar Eurovisión con 29 puntos. / ARCHIVO

Para entender este juego de cartas, hay que echar la vista bastante atrás. Antes de la propia celebración del certamen. Al origen. El invierno de 1967. Por aquella época, el Dúo Dinámico se encontraba de gira a lo largo y ancho del territorio nacional. Manolo de la Calva y Ramón Arcusa eran pura sensación. No había persona que no quisiera conocerles. Y escucharles, claro. El día que nos interesa les coloca en la sala Auria de Ourense. El bolo fue un éxito, pero una nevada les impidió regresar a Madrid. Así que decidieron quedarse una noche más en el Hotel Parque, donde pasaron horas jugando al rummy.

Entre partida y partida, una melodía empezó a salir de la boca de Manolo. Era un silbido espontáneo, alegre, adictivo. Tanto que Ramón no pudo evitar quedarse con él en la cabeza. Cuando terminaron, cogió a su colega y se dirigieron al camerino donde se habían preparado la noche anterior. Ensayaron, probaron. Hasta que salió el estribillo de lo que, más adelante, sería el La, la, la.

El Dúo Dinámico, en el estudio de grabación.

El Dúo Dinámico, en el estudio de grabación. / ARCHIVO

A la mañana siguiente, tenían previsto viajar a Bélgica para animar a los españoles emigrantes. Un compromiso que tuvieron que cancelar por culpa del mal tiempo y que les permitió seguir avanzando en la obra que arrasaría en Eurovisión al año siguiente. Eso aún no lo sabían. Ni siquiera que participarían en un proceso de selección. En dos semanas, la tuvieron lista. “No nos costó nada componerla”, señala Ramón. “Era redonda, fácil de entender y de cantar”, añade Manolo.

El tema estuvo una temporada en el limbo. No tenían una previsión específica para él. Por ello, cuando su representante les contó que la cadena pública estaba buscando una canción para el festival, no se lo pensaron. En ese instante, Lasso de la Vega les propuso también que fuera Joan Manuel Serrat quien compusiera la letra y quien la interpretase en el Royal Albert Hall de Londres. Ambas cosas apasionaron al Dúo Dinámico. Y El Nano aceptó de inmediato. Tan sólo le pusieron una condición: que no modificara el coro, así sería universal.

El problema llegó días antes de que acabase el plazo, cuando el músico no daba señales de vida. Así que Manolo improvisó deprisa las estrofas que faltaban para entrar en la convocatoria. “Nosotros las consideramos provisionales, a la espera de que él trajera su versión. Eso pensábamos…”, recuerda la formación.

El Dúo Dinámico grabó con Joan Manuel Serrat una versión especial del 'La, la, la' en 2011.

El Dúo Dinámico grabó con Joan Manuel Serrat una versión especial del 'La, la, la' en 2011. / ARCHIVO

Un problema con tintes políticos


Su propuesta resultó elegida por unanimidad. Todo estaba listo, salvo la letra de Serrat. Éste, pasados los días, propuso una versión en catalán que se terminó grabando junto a la original en Milán (Italia). Ahora bien, siempre se le dejó claro que participaría con la española. Aceptado esto, comenzó la promoción por el Viejo Continente.

Rápidamente, el tema se colocó entre los favoritos. Existía la posibilidad real de hacerse con la victoria. No obstante, 12 días antes de la cita, el cantautor se plantó. "Yo soy y continúo siendo, por encima de todo, catalán. Y en esta lengua me he expresado para cantar durante cuatro años [...]. Un hombre ha de ser fiel a sí mismo", sentenció en una carta dirigida a numerosos medios de comunicación.

Tal y como describe Ramón en sus memorias, Soy un truhán, soy un señor (o casi), Lasso ya lo sabía: “Él me pide que le acompañe al aeropuerto. Se va a París, donde le espera Joan Manuel en el Hotel George V. Al ir a pasar la aduana, me da un maletín mientras me dice: ‘Llévame esto, que será más fácil para ti pasarlo’ […]. Según supe después, contenía bastante dinero que su padre había preparado para el caso de que algo saliera mal y no pudiera volver de inmediato. Como sucedió”.

P. ¿Hubo algún tipo de coacción para que cambiara de criterio de la noche a la mañana?

R. Lo ignoramos. La presión, si la hubo, procedía del ambiente catalanista en el que se movía. Y, quizá, de su discográfica. O puede que lo consultara con la almohada. Nunca se lo hemos preguntado.

P. ¿Y si el La, la, la se hubiera cantado en catalán?

R. No vamos a cambiar un relato que terminó muy bien. Serrat la había promocionado por Europa y estaba considerada la vencedora virtual junto a Congratulations de Cliff Richard. Después llegó Massiel y arrolló.

A lo largo de la narración que Ramón articula en su libro, comenta sobre esta situación: “No sabemos si fue su compañía de discos, él mismo o Lasso quien introdujo la idea de que fuera a Eurovisión con El titiritero”. Y continúa: “Si TVE hace un concurso, no puede luego sustituir la canción... mucho menos sin nuestro permiso. Pero se intentó, de eso estamos seguros”.

Tanto es así que, con el tiempo, su mánager les confesó que la disputa llegó a tales niveles que el ente público pidió al arreglista Bert Kaempfert que decidiera cuál debía ser la creación más apropiada. Todo ello a sus espaldas. El resultado es, de sobra, conocido. “Nosotros éramos espectadores lejanos de lo que se cocía detrás nuestra. Nos hubiera gustado opinar, ya que éramos los compositores y hubiésemos salido muy perjudicados profesionalmente”, subraya hoy Manolo.

“El festival me hizo infeliz”

Lo que ocurrió a continuación ya es historia: Massiel regresó in extremis de México, grabó su versión y se dirigió a Londres. “Voy a defender la canción que representa a España. Aunque no haya sido hecha para mí, y a pesar de que me la estoy aprendiendo a trompicones, voy a hacer todo lo posible. Lo de menos es el idioma […]. Es muy comercial. Se oye y se queda uno con ella enseguida. No puedo decir si es buena o mala porque yo ya no sé lo que es bueno y lo que es malo”, confesó la artista a la prensa.

A los pocos días, se hizo con el primer puesto tras recibir 29 puntos. Una proeza de la que ella, a día de hoy, no mantiene un especial recuerdo. “Los medios convirtieron el triunfo en una hazaña épica. Cuando volvimos, sabía que había que saludar a la gente y mandé que quitaran la capota”, relata en una carta publicada en Yo tampoco gané Eurovisión, el libro que Javier Adrados y Patricia Godes dedicaron al certamen en 2021. “Los problemas llegaron unos días más tarde, cuando declaré a una revista que no era franquista y que no quería ir al Palacio del Pardo. El festival me hizo infeliz”.

P. ¿Les pareció acertada la elección de Massiel?

R. Visto lo visto, sin duda.

Una vez que las autoridades confirmaron a Lasso de la Vega que Serrat no sufriría ninguna represalia, éste retornó. De las pocas veces que se manifestó sobre esta polémica fue en 1977, durante una entrevista con Joaquín Soler: “Yo creía que la cultura catalana estaba en una situación de inferioridad tan grande y con una represión tan fuerte que pensaba en la única oportunidad que tenía para que España supiera lo que estaba pasando […] Si TVE funcionaba en Cataluña, País Vasco, Galicia, Madrid o Andalucía, cualquiera de los idiomas de estos pueblos puede ser perfectamente representativo”.

Al respecto, el Dúo Dinámico lo tiene claro: “Nunca sabremos qué hubiese pasado si se hubiera propuesto en tiempo y forma la posibilidad de cantar en catalán. Quizá, se hubiera aceptado para hacer una seña de concordia al catalanismo, aunque Joan Manuel aseguraba en una entrevista que lo intentó”.

P. ¿Han seguido ofreciendo nuevos temas?

R. Pues sí. Este año hemos escrito Soy como soy para que Yamilé Wilson la defendiera en el Benidorm Fest, pero el comité consideró que no merecía estar en la final. Nos hubiera gustado competir. Siempre nos quedará la duda de saber qué tipo de baremos emplearon los expertos… O si hubo algún tipo de discriminación hacia nosotros, cosa que no descartamos. Estamos seguros de que hubiésemos hecho un buen papel.