DE CAMINO A LIVERPOOL (III)

Las cinco veces que Cataluña intentó ir a Eurovisión: de financiar a Andorra al veto a TV3 por falta de “importancia nacional”

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ha puesto en contacto con la UER, el ente encargado de la organización del festival, para conocer el futuro de esta hipotética candidatura: “No tenemos previsto cambiar las reglas en este momento”

El catalán debutó en Eurovisión en 2004 de la mano de Andorra: Marta Roure cantó 'Jugarem a estimar-nos'.

El catalán debutó en Eurovisión en 2004 de la mano de Andorra: Marta Roure cantó 'Jugarem a estimar-nos'. / EPE

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Víctor Balaguer (1982), José Guardiola (1963), Salomé (1969), Peret (1974), José María Bacchelli (1981), Nina (1989), Sergio Dalma (1991), Beth (2003), Rodolfo Chikilicuatre (2008), Manel Navarro (2017), Alfred García (2018), Miki Núñez (2019) y Chanel Terrero son los 13 artistas catalanes que han portado la bandera de España en Eurovisión. Suponen el 20,96% de nuestros representantes, lo que convierte a esta comunidad autónoma en la que más nombres ha enviado al concurso musical. Por delante de Andalucía (12), Madrid (11) y Canarias (7).

Este 2023, tras el intento fallido de Joan Manuel Serrat hace 55 años, el catalán tuvo posibilidades de representar al país de la mano de Siderland. Aunque, finalmente, será Blanca Paloma quien lo haga este sábado. No han sido los únicos intentos por exportar su cultura al Viejo Continente. De hecho, desde la creación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) en 1983, varias han sido las veces que han intentado competir bajo su propia televisión: TV3. Un deseo salpicado de connotaciones independentistas que, 40 años después, sigue marcando la agenda política.

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ha puesto en contacto con la Unión Europea de Radiodifusión (UER), el organismo al que la mencionada entidad debería incorporarse como paso previo a su ingreso en Eurovisión, para conocer su postura actual. Sigue siendo la misma que siempre ha defendido: “La participación está limitada a las emisoras que son miembros de esta entidad: RTVE, que ostenta esta condición, representa a la totalidad de España en la competición. No tenemos previsto cambiar las reglas en este momento”.

Además, el ente descarta cualquier acercamiento entre ambas partes para llegar a un futuro acuerdo. “No hay ninguna conversación porque la decisión tomada en 2019 se mantiene”, dice en relación a la última petición de adhesión que lideró Núria Llorach, vicepresidenta en funciones de la CCMA por aquel entonces. Una pretensión que tuvo sus primeras reivindicaciones en 1987, cuando Joan Granados se pronunció públicamente al respecto.

Esta pretensión tuvo sus primeras reivindicaciones en 1987, cuando Joan Granados se pronunció al respecto.

Esta pretensión tuvo sus primeras reivindicaciones en 1987, cuando Joan Granados se pronunció al respecto. / EPE

El líder de la antigua Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) aseguró:  “Se ha iniciado ya la elaboración del Proyecto de Real Decreto que desarrollará la Disposición Adicional Quinta de la Ley del Tercer Canal, regulando la coordinación de organismos de televisión existentes en las comunidades con vistas a la participación en instituciones internacionales”. Sin embargo, a pesar de que la iniciativa hizo agua, el fin no flaqueó. Al contrario. Se fue reforzando hasta que, en 1998, llegó la primera candidatura real: Josmar Gerona representaría a Cataluña con la canción És super fort en Birmingham.

Detrás de este movimiento se encontraba El Terrat, la productora de Andreu Buenafuente que catapultó a Rodolfo Chikilicuatre en 2008. Lo cual ya deja entrever el tipo de propuesta que abanderaban: un extravagante personaje descubierto en El Semáforo de Narciso Sánchez Serrador portaría la senyera por primera vez en el concurso. Aunque hubo quien tachó este proyecto de broma televisiva, el programa desplegó todos sus medios para promocionar la cultura catalana. Y, por qué no, para poner en un aprieto a Europa.

Fotograma de 'És super fort', la canción con la que Josmar quiso 'representar' a Cataluña en Eurovisión. 

Fotograma de 'És super fort', la canción con la que Josmar quiso 'representar' a Cataluña en Eurovisión.  / ARCHIVO

El cómico, conocido por vestir una cazadora de cuero y un tanga, viajó incluso a Reino Unido para cursar una petición formal al presidente de la UER. Si bien no lo consiguió, generó un gran revuelo al actuar en un improvisado escenario cerca del lugar donde se celebraba la cita. “El programa se aprovechó de mi imagen para hacerse notar. Por aquel entonces, yo aprendí a trabajar con un equipo. Si aceptaba hacer eso, tenía a mi favor darme a conocer en Reino Unido. A día de hoy, no veo el festival. No me interesa”, reconoció Josmar al portal El cajón de sastre.

Los periódicos de la época se hicieron eco de la polémica hazaña, dándole prioridad por encima de la candidatura española de entonces: Mikel Herzog, que interpretó ¿Qué voy a hacer sin ti? en el National Indoor Arena, terminó en el puesto 16 con apenas 21 puntos. Y, por supuesto, sin el eco casi mundial que generó el juguete de Buenafuente. Una proeza que tuvo más de bufonada ordinaria que de vena catalana.

Financiar el debut de Andorra


La vez que Cataluña estuvo más cerca de Eurovisión fue en 2004, cuando financió el debut de Andorra. TV3 apoyó económicamente a RTVA (la televisión pública del Principado) en el desarrollo de su primera preselección nacional. Se llamó 12 punts y la única condición era que la canción escogida fuese íntegramente en catalán. De esta forma, esta lengua daría el salto al festival por primera vez en la historia. Tras un casting que recorrió el país pirinaico, Marta Roure y Bis a Bis fueron las seleccionadas. A cada artista se le asignó seis canciones, compuestas en su mayoría por músicos catalanes: Jofre Bardagí, Astrud, Josep Thió, Natxo Tarrés, Jordi Vidal…

A lo largo de nueve galas, retransmitidas en ambas cadenas, se fueron descartando canciones hasta quedar únicamente dos: Jugarem a estimar-nos y Terra. En la final, por ende, había que elegir tanto el tema como la intérprete. Y, para ello, se optó por un jurado compuesto por dos miembros de Cataluña y tres de Andorra: Marcos Llunas, Salvador Cufí, Catheryne Metayer, Josep Maria Escribano y Oriol Vilella. Cada uno tendría derecho a un punto. Los otros dos restantes (hasta completar los siete totales) correspondían a la espectadores de los dos territorios.

La combinación ganadora fue Marta Roure y Jugarem a estimar-nos. El éxtasis fue tal que la cantante hasta presentó su apuesta ante un Camp Nou abarrotado. En cambio, en Turquía, languideció estrepitosamente: consiguió la decimoctava posición con sólo 12 puntos procedentes de España. Para muchos, esta candidatura significaba la participación encubierta de Cataluña en el festival. Fue la única vez que ocurrió, ya que en las cinco ediciones posteriores los gastos corrieron a cargo sólo de Andorra.

Desde 2010, no compite en el certamen por falta de capital. Y, por el momento, no se prevé una nueva coproducción entre ambos entes televisivos. El motivo principal, como desvela Eurovision-Spain, es el coste. Sin olvidar los pauperrímos resultados obtenidos. De hecho, este país no se ha clasificado jamás para la final. La vez que estuvo más cerca de lograrlo fue en 2007, cuando la banda Anonymous alcanzó el puesto 12 con 80 puntos. En el resto de ocasiones, nunca superó los 27. Ni siquiera cuando recurrieron al inglés con Gisela al frente.

Un informe "desfavorable"


Un avance significativo tuvo lugar en 2013, cuando la UER modificó sus estatutos y abrió la puerta a las corporaciones autonómicas que reuniesen unos requisitos. ¿Cuáles? Los que aparecen en el artículo 3.4: “Estos grupos deberán proporcionar en su país, con la autorización de las autoridades competentes, un servicio de radiodifusión de carácter e importancia nacional”. ¿Pero qué quiere decir este último adjetivo?

Según la normativa, aquel que cubre un área lingüística propia dentro de un Estado plurilingüístico. Por lo que TV3, a priori, podría incorporarse como miembro activo. Sin embargo, como especificó José Antonio Sánchez Domínguez durante la comisión de control de TVE en abril de 2017, la solicitud fue denegada por dos motivos. Según el presidente del ente público, hubo una negativa unánime del Comité de Televisión donde España ocupaba la silla de la vicepresidencia con Federico Llano. Además, el Comité de los Estatutos calificó de “carácter regional” al servicio catalán a partir de un informe “desfavorable”.



Ese mismo año, durante la votación que lideró Portugal, la coordinadora general del PDeCAT soltó la siguiente bomba. “Eurovisión está muy igualado, ¿verdad? El año que viene contará con un Estado participante más: Cataluña”, escribió Marta Pascal en Twitter. Posteriormente, la presidenta en funciones de la CCMA explicó en una comisión en el Parlament su intención de seguir peleando esta meta. “Queremos formar parte de este organismo como miembros de pleno derecho”, sostuvo Núria Llorach.

La llegada a Eurovisión es uno de los grandes objetivos de los partidos políticos de la órbita nacionalista, que han encontrado en él la estrategia perfecta para ganar el reconocimiento internacional que querrían para Cataluña. Así ocurrió, sobre todo en los 90, con las repúblicas ex yugoslavas y ex soviéticas que hallaron en este formato una clara demostración de independencia política. En la actualidad, es Kosovo quien quiere repetir la jugada.

El caso de Gales, Baviera y Flandes


El anhelo de TV3 no terminó aquí. En diciembre de 2019, Crónica Globaldesveló la carta que la UER dirigió a la CCMA descartando cualquier posibilidad de ingreso. En ella, hace referencia a distintas comunicaciones que ambos entes intercambiaron para justificar la petición de ingreso. La primera data de mayo de 2018, cuando la Corporación europea señaló que Cataluña no es parte ni de la Unión Internacional de Telecomunicaciones ni del Consejo de Europa.

Asimismo, le indicó que carece del “carácter e importancia nacional” que establecen las normas. A lo que la televisión autonómica respondió con firmeza: “Cataluña tiene la misma relación con ambas instituciones que Flandes, Baviera y Gales”. Y, respecto al controvertido “carácter nacional”, comparó su situación con la RTBF de Bélgica y la S4C de Gales. Dos argumentos que fueron estudiados y que, finalmente, no se tuvieron en cuenta.

Mapa sobre la extensión del catalán en el sur de Europa. 

Mapa sobre la extensión del catalán en el sur de Europa.  / WIKIPEDIA

La retahíla continuó con otra misiva en la que Cataluña subraya el mandato recogido en el Estatut de 2006: “Somos una nación que ejerce su autogobierno por medio de instituciones propias, constituida como comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y este Estatuto”. Y, para zanjar cualquier duda, reivindicó la amplia penetración del catalán en España: Cataluña (84,9%), Baleares (63,1%), Comunidad Valenciana (59,6%) y Aragón (5,7%).

De nuevo, en septiembre de 2019, la UER rechazó la propuesta de adhesión. Una decisión que, como la institución ha reiterado a este medio, sigue vigente. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha interpelado a la CCMA para conocer en profundidad los detalles de aquel plan: ¿Hubo otros intentos? ¿Se diseñó una preselección para Eurovisión? ¿Qué plazos se estipularon? La respuesta es escueta: “Hemos intentado encontrar algún antecedente sin éxito. No disponemos de esta información”.