RUPTURA PODEMOS SUMAR

Podemos encapsula la ruptura con Yolanda Díaz en el Congreso y blinda sus acuerdos municipales y autonómicos

El partido garantiza la estabilidad de los pactos a otros niveles en Andalucía y Cataluña mientras pide a Sumar alianzas para las elecciones de País Vasco y Galicia

Irene Montero este sábado junto a Ione Belarra en un acto de Podemos.

Irene Montero este sábado junto a Ione Belarra en un acto de Podemos. / EFE

Podemos da portazo a Yolanda Díaz a nivel estatal, con la ruptura en el Congreso de los Diputados y la candidatura de Irene Montero para las europeas, pero trata de salvar las alianzas en ayuntamientos y parlamentos autonómicos, con el objetivo de blindar la mermada fuerza institucional que todavía mantienen.

El partido de Ione Belarra se encuentra en una situación de extrema debilidad a nivel territorial después de desaparecer en gran parte del país en las elecciones de mayo, y con una organización debilitada por la cascada de salidas y dimisiones en sus federaciones. Es por ello que, tras anunciar la semana pasada su salida de Sumar para pasar al Grupo Mixto del Congreso, se precipitaron a acotar los términos de la ruptura.

Ione Belarra junto a Javier Sánchez Serna, Martina Velarde, Noemí Santana y Lilith Verstrynge compareciendo tras su salida al grupo Mixto.

Ione Belarra junto a Javier Sánchez Serna, Martina Velarde, Noemí Santana y Lilith Verstrynge compareciendo tras su salida al grupo Mixto. / EFE

La coordinadora de Podemos en Andalucía y diputada nacional, Martina Velarde, se desplazó a Córdoba un día después para limitar los efectos del portazo y trasladar serenidad al grupo parlamentario del Parlamento Andaluz, que fue el escenario del primer acuerdo promovido por Yolanda Díaz, con una marca (Por Andalucía) alejada de partidos existentes y que integre distintas fuerzas.

La alianza se vició en su mismo nacimiento, después de que Podemos se quedara formalmente fuera de la coalición debido a la negociación in extremis; una situación que provocó duros reproches y a punto estuvo de hacer saltar el grupo parlamentario por los aires.

MANIATADOS EN ANDALUCÍA

Si en Andalucía Podemos no valora salirse del grupo parlamentario de Por Andalucía es porque no sacaría nada al hacerlo. En la Cámara andaluza conviven tres diputados de Podemos con una diputada de IU y otra de Más País y es IU quien controla los movimientos y tiene la portavocía. Ya el nacimiento de esta plataforma electoral fue tortuoso y la convivencia dentro de las izquierdas andaluzas hace mucho tiempo que dista de ser pacífica.

Si los tres diputados de Podemos se convierten en no adscritos, se van al desierto”, señalan en la coalición andaluza

"No hay nada que romper porque está todo roto", admiten. Si Podemos no rompe es porque no sacaría ningún rédito disolviendo y convirtiéndose en no adscritos. No existe el grupo mixto en el Reglamento andaluz. En Madrid, con la ruptura en el Congreso, Podemos gana foco y peso político, negociará de tú a tú con el Gobierno, ganará visibilidad. En Andalucía simplemente, admiten, pasarían "a la irrelevancia". “Si los tres diputados de Podemos se convierten en no adscritos, se van al desierto”, asumen.

"NI SE HABLAN"

Distintas fuentes consultadas por este periódico admiten que ni siquiera en la mayoría de los casos hay una relación personal cortés o normal entre los diputados de Podemos con las otras dos familias de la izquierda. "Ni se hablan", admiten desde el grupo.

Desde el partido que capitanea Martina Velarde, secretaria general de Podemos Andalucía y diputada en el Congreso por Granada, aseguran que el acuerdo que se firmó para sellar la confluencia electoral, que llegó fuera de plazo por lo tensa que fueron las negociaciones, no se cumple.

El reparto económico del grupo se fijó en un 60/40%, que los morados aseguran que no se ejecuta, y tampoco se ajusta el reparto de los papeles políticos. Supuestamente deberían turnarse Podemos e IU para dar ruedas de prensa, preguntar al presidente de la Junta o registrar iniciativas, y no se hace. Ni han restituido a la diputada de Podemos en la Mesa, que sigue ocupándola la representante de Más País, ni se reparte juego político al partido en las intervenciones.

Desde el otro lado la versión es distinta y se limitan a hablar de “falta de confianza” y de que los diputados andaluces de Podemos “son muy flojos”. Es en el Parlamento donde la disputa podría ser mayor porque las municipales andaluzas fueron un páramo para las confluencias de la izquierda. Directamente es que ya no tienen nada que perder en los ayuntamientos.

La división en Andalucía va a más porque aparte de Sumar y los de Pablo Iglesias está el partido de Teresa Rodríguez, otra escisión que camina con paso propio y la que el Tribunal Constitucional dio la razón, años después, en su guerra con Podemos. Expulsados del grupo parlamentario en la anterior legislatura, después de Podemos e IU maniobraran en Madrid para cambiar la letra del pacto antitransfuguismo, recuerdan que si ahora mismo Podemos tomara de su propia medicina, de la que ellos dieron a Rodríguez en Andalucía, no solo deberían ser declarados tránsfugas con todas las letras sino también deberían quedarse sin recursos económicos y despojados de todas las asignaciones del Congreso por parte de Sumar.  

NAVARRA Y CATALUÑA

Además de Andalucía, que fue el proyecto piloto de Sumar, del que Díaz trató desvincularse después debido al fiasco inicial, hay otra alianza que se convirtió en toda una referencia para la vicepresidenta gallega: el caso de Navarra, donde distintas formaciones se presentaron a las municipales y autonómicas bajo la coalición Contigo, encabezada por la coordinadora de Podemos en la Comunidad foral, Begoña Alfaro, una de las pocas dirigentes de Podemos que acudieron al lanzamiento de Sumar en el polideportivo Magariños el pasado abril.

La coalición logró entrar en el Gobierno navarro presidido por María Chivite, del que la propia Alfaro es vicepresidenta tercera, convirtiéndose en el único cargo institucional de Podemos. Unas posiciones que los morados quieren preservar, pese a las notables diferencias que existen entre la cúpula estatal y la federación navarra por el apoyo que ésta última brindó a Yolanda Díaz. Lo mismo ocurre con la coalición navarra en el ayuntamiento de Pamplona, donde su único concejal, Txema Mauleón, pasará a formar parte de la corporación municipal tras la mocón de censura para hacer alcalde a Joseba Asirón, de EH Bildu.

SIN CARGOS PÚBLICOS

Las autonómicas y municipales de mayo dejaron a Podemos sin apenas representación institucional, con apenas una veintena de cargos públicos. A esto se suman las salidas y dimisiones que han sufrido en las últimas semanas. Además de Madrid, donde han salido distintos cargos orgánicos, en Cataluña dimitió en bloque una docena de dirigentes, entre ellos la única diputada en el Parlamento autonómico que pertenecía a Podemos, después de que su portavoz, Jéssica Albiach también abandonara la formación.

En los últimos días, tras la ruptura de Podemos en el Congreso, el partido también ha trasladado a Catalunya en Comú su intención de mantener todas las alianzas municipales, después del acuerdo que lograron en mayo para concurrir en coalición en todos los municipios. Una alianza que permitió a los morados lograr representación a nivel local pero que será difícil de reeditar a nivel autonómico para las próximas elecciones catalanas, según admiten los comuns.

En este contexto, el partido de Ione Belarra también sigue pidiendo acuerdos en aquellas plazas donde hay citas con las urnas en el horizonte, como es el caso de Galicia y Euskadi. Si en el primer caso Yolanda Díaz quiere hacer valer su fuerza en su comunidad natal, en el segundo los morados sí mantienen todavía fuerza y estos días se producen negociaciones para perfilar los términos del acuerdo.