GOBERNABILIDAD EN ESPAÑA

Sánchez facilitará la "investidura fake" de Feijóo para que asuma su "fracaso"

Quieren que el aspirante del PP, empeñado como está en someterse a este trance pese a que no tiene ninguna posibilidad de ser elegido, se “cueza en su propia salsa”, asumiendo una “tercera derrota” 

El PP ignora las nuevas amenazas de Vox a la espera del encargo del Rey: "Hoy tenemos más apoyos que el PSOE"

Pedro Sánchez, en el Congreso. / DAVID CASTRO

Pedro Sánchez, en el Congreso. / DAVID CASTRO

Cuando las urnas dejaron claro el pasado 23 de julio que el PP y Vox no sumaban mayoría absoluta, el PSOE optó por recluirse. Los socialistas hicieron cuentas, estudiaron sus posibles apoyos a la investidura de Pedro Sánchez e iniciaron los primeros contactos con los soberanistas catalanes y vascos, indispensables para la reelección del presidente del Gobierno en funciones. Pero se instalaron en el silencio. Querían colocar todo el foco sobre Alberto Núñez Feijóo, quien había “fracasado” en su intento de “derogar el ‘sanchismo’”. Ahora, un mes después, en la víspera de que el Rey reciba en audiencia a los líderes de los dos principales partidos, ocurre lo mismo.

Sánchez dará vía libre este martes al candidato conservador para que se presente a la investidura. El secretario general del PSOE no se opondrá al nombramiento de Feijóo por parte de Felipe VI si finalmente decide dar este paso, siguiendo la costumbre de designar en primera instancia al candidato más votado en las generales. Quieren que el aspirante del PP, empeñado como está en someterse a este trance pese a que no tiene ninguna posibilidad de ser elegido, se “cueza en su propia salsa”, asumiendo una “tercera derrota” que puede significar, explican en la dirección socialista, el fin de su carrera política. 

“Nosotros no estamos en una competición con el PP para ver quién va primero a la investidura. Lo que decida el Jefe del Estado estará bien. No vamos a darnos codazos con Feijóo. Si él necesita un tercer tropiezo para darse cuenta de la realidad que le rodea, no seremos nosotros quienes le quitemos esa idea”, señalaron fuentes de la cúpula del PSOE este lunes, día en el que el Monarca comenzó a recibir en el Palacio de la Zarzuela a los candidatos de los distintos partidos, de menor a mayor.

Tras el resultado de los recientes comicios y la rotunda elección de Francina Armengol al frente del Congreso el pasado jueves, gracias a un pacto con ERC y Junts per Catalunya que incrementa las posibilidades de Sánchez de mantenerse en la Moncloa, los socialistas optan porque Feijóo se someta a una nueva caída. “Si quiere ir una investidura ‘fake’, allá él. Nosotros respetaremos la decisión del Rey, sin ejercer ninguna presión, como hace el PP a diario”, subrayaron. 

Esa presunta ausencia de presión al Monarca por parte del PSOE es discutible. El pasado domingo, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones y uno de los colaboradores más estrechos de Sánchez, tachó el intento de investidura del candidato del PP de “empeño ridículo” y “pérdida de tiempo”. Lo cual, en el fondo, podía interpretarse como un intento de empujar a Felipe VI a nombrar a Sánchez, que puede ser investido si logra un pacto con los partidos vascos y catalanes (algo posible, incluso probable, pero que sigue sin estar claro), en lugar de a Feijóo, que no tiene ninguna opción.

Pero el discurso cambió levemente este lunes. “Si el Rey decide proponer a Feijóo, lo vamos a respetar”, señalaron en el entorno del presidente del Gobierno en funciones. “Nosotros vamos a trabajar para conformar el único Gobierno posible, que es la mayoría que se reflejó en las urnas y la expresión de una España progresista, plural y diversa”, insistieron.

Las alternativas del Rey

Todo, por tanto, parece dirigirse a que Felipe VI nombrará este martes a Feijóo como primer candidato. El debate, en principio, se celebraría pronto. Puede que la semana que viene. El PP, a través de su coordinador general, Elias Bendodo, abogó hace unos días por una investidura rápida (“cuanto antes”, dijo), pero este lunes fuentes de su dirección no se mostraban tan contundentes. 

El control de los tiempos, en cualquier caso, no depende de los conservadores, sino de la presidenta del Congreso, la socialista Armengol, que es quien tiene, junto a la Mesa, la potestad de fijar la fecha de los debates. A partir de ahí, una vez Feijóo fracase en su intento de llegar a la Moncloa, comenzaría la cuenta atrás: dos meses para la convocatoria electoral, plazo en el que Sánchez intentaría su investidura, y 47 días para la cita con las urnas.

Pero también existe otra posibilidad. Ante esta tesitura sin precedentes, con dos candidatos queriendo presentarse, el Rey podría concluir que el escenario no está lo suficientemente claro y evite nombrar a ningún aspirante, convocando nuevas consultas más adelante. En la dirección socialista no descartan esta opción, que es la que defiende el PNV. Su portavoz parlamentario, Aitor Esteban, consideró este lunes que la actual ronda era “prematura”.     

Con ERC, Junts, EH Bildu y el BNG rechazando reunirse con el Monarca, por la Zarzuela pasaron también UPN y Coalición Canaria (un diputado cada uno), que anunciaron al jefe del Estado su intención de apoyar a Feijóo. Vox, mientras tanto, sigue sin dar del todo el respaldo, después de su enfrentamiento con el PP en el Congreso la semana pasada, y aunque lo diera los números no saldrían: como mucho tendría 172 votos a favor, frente a 178 en contra. 

La encargada de cerrar la primera jornada de esta ronda fue Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda en funciones y candidata de Sumar, quien dejó claro al Rey su intención de apoyar a Sánchez para conformar un “Gobierno de coalición progresista”. A su juicio, el posible intento de investidura de Feijóo solo obedece a la “crisis” interna en su partido, pero la dirigente gallega evitó dictar los pasos a Felipe VI. “Hará lo que estime conveniente”, dijo.  

Este martes será el turno de Santiago Abascal, Sánchez y Feijóo, por este orden. Y el Rey deberá tomar una decisión: nombrar candidato a la investidura al líder del PP, al del PSOE o esperar hasta que cualquier intento de elección tenga bases más sólidas.