SUMAR

Yolanda Díaz abrirá el partido Sumar a militancias de otras formaciones en su asamblea fundacional

Movimiento Sumar pondrá sus cimientos organizativos en otoño, donde elegirá sus órganos de dirección y aprobará los nuevos estatutos

Yolanda Díaz en un acto junto a distintas candidatas de Sumar.

Yolanda Díaz en un acto junto a distintas candidatas de Sumar. / EFE

"Afrontamos el próximo ciclo con la ambición de revalidar el Gobierno de coalición y desplegar organizativamente Sumar como una formación política que va a ser clave". Sólo un día después de las elecciones generales, Ernest Urtasun apuntaba ya al próximo hito de Sumar, que consistirá en asentar sus bases como partido para adquirir peso político y reforzarse en el tablero de la izquierda. Un proceso que se prevé para otoño y que fijará las coordenadas y los órganos de poder de este nuevo actor, que aspira a ser clave en la próxima legislatura como líder de la parte minoritaria de la coalición.

Las incógnitas son muchas sobre el partido denominado formalmente Movimiento Sumar. Yolanda Díaz aseguró esta semana en una entrevista en TVE que la asamblea fundacional tendría lugar ya iniciado el curso y después de una eventual investidura. El planteamiento sobre cómo diseñar la organización está todavía en estado embrionario, pero una de las cosas que en Sumar sí tienen claras a día de hoy es que el nuevo partido deberá forzosamente estar abierto a incluir en sus filas a afiliados de otras formaciones ya existentes, permitiendo un sistema de doble militancia para que puedan integrarse militantes o afiliados de fuerzas como Podemos, Izquierda Unida, En Comú Podem, o incluso el PSOE.

La nueva organización deberá nutrir su organigrama y sus bases de perfiles ya politizados e inscritos previamente en otras formaciones. De lo contrario, en caso de limitar el acceso a la organización sólo a aquellos que no tengan carné de otros partidos o renuncien a sus afiliaciones previas, su capacidad de implantación quedaría seriamente comprometida.

RIESGO DE CHOQUE

Este paso no está exento de riesgos, ya que amenaza con abrir conflictos con algunas de las organizaciones integradas en Sumar. La mayoría de fuerzas no permiten la doble militancia para sus responsables políticos y deberán debatir cómo abordar el nuevo escenario, entre la apertura de su militancia al nuevo partido, o el cierre de filas. Algunas de las formaciones integrantes de la coalición electoral también tienen previsto celebrar en los próximos meses una asamblea donde debatir el rumbo a tomar.

En el caso de Podemos, las posiciones parecen ya fijadas por parte de la cúpula, que se ha esforzado en desmarcarse de Yolanda Díaz, definiendo su alianza como "electoralmente conveniente" y rechazando una "unidad estratégica" con Sumar. Sin embargo, no ha existido un debate formal dentro de la organización, pese a que ya ha sido reclamado por algunos cuadros del partido a nivel interno.

También lo ha hecho públicamente uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, que el pasado fin de semana en un artículo llamaba a abrir un "proceso interno" para "decidir su rumbo" y "aclarar si quiere integrarse en un frente amplio y en qué condiciones". La posición que tome en el futuro será determinante, entre otras cosas, para ver el encaje de los cuadros morados en Sumar, y si el partido de Ione Belarra renuncia a cuadros de peso si estos se integran formalmente en el partido Sumar, o si aceptan a esta nueva fuerza como un actor con el que deben convivir.

DOBLE MILITANCIA

La vía de Yolanda Díaz para abrir su partido al resto de fuerzas ya fue puesta en práctica por Podemos en sus inicios, cuando permitió la doble militancia en sus primeros estatutos, con el objetivo de atraer a los cuadros de otras formaciones como Izquierda Unida. Fue en 2017, después de Vistalegre 2, cuando el partido entonces liderado por Pablo Iglesias cerró posiciones y creó un reglamento de incompatibilidades donde regulaba la doble militancia, prohibiendo a los afiliados de otras organizaciones representar a Podemos, ya fuera a nivel interno o como cargo público.

A día de hoy, los reglamentos de la formación establecen que "existirá incompatibilidad para sufragio pasivo para los miembros o personas afiliadas, o quienes lo hayan sido en un pasado inmediato, de otras organizaciones políticas cuya acción pública sea divergente de los objetivos políticos de Podemos según declaración expresa de los órganos políticos competente". Un detalle no menor, ya que Podemos deberá elegir qué posición adopta respecto a dirigentes de peso que ya han tomado partido por Yolanda Díaz, en caso de que se integren formalmente en la nueva organización.

Cabe recordar que Sumar fichó como portavoces de campaña a los dirigentes morados Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y miembro de la ejecutiva de Podemos, o Alejandra Jacinto, también miembro de la cúpula. La diferencia es que hasta ahora no han ocupado ningún cargo oficial, más allá de la portavocía temporal. Pero en caso de ostentar un nuevo cargo en el nuevo partido de Díaz, la dirección de Belarra podría reservarse la posibilidad de expulsarlos de facto, impidiéndoles presentarse a procesos internos de la formación.

FUNCIONAMIENTO

En la Asamblea fundacional de Sumar deberán aprobarse los nuevos estatutos de la organización. En los actuales, registrados a contrarreloj ante el Ministerio del Interior como requisito necesario para concurrir a las generales, establace que la asamblea general, formada por todas las personas afiliadas -con pago de cuota- es la encargada de la elección de la futura ejecutiva de Sumar, que se define como Mesa de Coordinación, y será también quien apruebe los documentos normativos y las ponencias políticas de la formación.

El texto recoge también que la Ejecutiva estará formada por entre tres y diez personas, según estime dicha asamblea general. Las decisiones de la Asamblea se tomarán, reza el texto, mediante el "voto de la mayoría simple de las personas afiliadas presentes en sesión convocada al efecto", dando así a entender su carácter presencial, que otorgaría mayor control sobre las decisiones que allí se adopten.

Entre las normas también destaca la celebración de Asambleas presenciales entre los afiliados para la toma de decisiones. El modelo es distinto al de Podemos, que las hace online permitiendo el voto, en función de cada consulta, a los millares de inscritos o a los militantes de cuota. La de Sumar es una fórmula más próxima a Más Madrid, que también las convoca presenciamente y que requiere la asistencia a las asambleas para adquirir la condición de afiliado.