PATRIMONIO CULTURAL

Arranca el trámite para declarar bien cultural a la antigua fábrica de Clesa de Madrid

La Comunidad de Madrid ha iniciado la tramitación para que la fábrica de Clesa sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento

El Ayuntamiento espera el visto bueno de Patrimonio del proyecto de urbanización para empezar las obras "antes de verano"

Madrid protegerá al fin la antigua fábrica de Clesa: "No debería ser un pulso, sino una voluntad de preservar"

Interior de la antigua fábrica de Clesa en Madrid.

Interior de la antigua fábrica de Clesa en Madrid. / EFE | Juan Carlos Hidalgo

Héctor González

Héctor González

Varios meses después de tomar la decisión de proteger la antigua fábrica de Clesa en Madrid, obra del arquitecto Alejandro de la Sota y máximo exponente de la arquitectura industrial española contemporánea, la Comunidad de Madrid acaba de iniciar el trámite para que sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento. Así lo ha informado este miércoles la consejería de Cultura regional, que ha añadido que la incoación del expediente se publicará próximamente en el Boletín Oficial regional (BOCM),

Tal y como ha informado la Consejería de Cultura, la protección BIC incluye también el entorno del inmueble, que abarca la parcela del edificio y la colindante que forma parte del complejo para evitar que se pierda la percepción y comprensión cultural. De esta forma, se respetará el deseo original de los autores de que el proyecto conviva con la naturaleza del entorno; aunque la el Ejecutivo autonómica no considera necesario hacer extensiva la declaración al resto de parcelas colindantes porque el suelo está clasificado como urbanizable de especial protección.

La Comunidad de Madrid satisface así una reivindicación de años de distintas formaciones políticas, asociaciones vecinales y entidades culturales, como el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) o la Plataforma Liebre por Gato. El pasado 30 de octubre, los grupos municipales en el Ayuntamiento de Madrid habían instado a la Comunidad de Madrid a incoar el expediente para la declaración de la antigua fábrica Clesa como BIC, iniciativa que salió adelante con los votos a favor de todos los grupos y que ahora se pone en marcha.

A la espera de visto bueno de Patrimonio para empezar las obras

En paralelo al inicio de esta tramitación, el Ayuntamiento de la capital llevará “en un plazo máximo de dos meses” el proyecto de urbanización ubicado en el entorno de la antigua fábrica de Clesa a la comisión local de Patrimonio, al objeto de lograr su visto bueno para, posteriormente, otorgar la licencia de obras y que éstas comiencen “antes del verano”.

Así lo ha detallado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de la capital, Borja Carabante, en declaraciones a la prensa este miércoles, tras valorar como una "buena noticia" el anuncio de la Comunidad de Madrid. El delegado ha reiterado que el proyecto, que “cumple perfectamente” con la normativa vinculada a “la protección necesaria para ese edificio”, se convertirá en “un icono de lo que debe ser la nueva transformación urbana”

Allí se ubicará una zona verde de cerca de 10.000 metros cuadrados, con “un equipamiento singular dedicado a la investigación, a la transferencia del conocimiento en el ámbito biosanitario” y también una “dotación cultural”, además de dotaciones para los vecinos, ha zanjado.

Referente de la arquitectura industrial contemporánea

Abandonada desde 2011, la fábrica de Clesa fue diseñada por el arquitecto Alejandro de la Sota y construida entre 1957 1961. El viejo edificio de Centrales Lecheras Españolas (Clesa) es una las primeras estructuras españolas realizada en hormigón prensado, lo que permitía eliminar pilares y obtener así grandes espacios diáfanos.

Para Sigfrido Herráez, decano del COAM, el valor arquitectónico, artístico e histórico del inmueble reside en dos pilares: por un lado, la propia autoría del mismo. "Alejandro de la Sota es uno de los grandes maestros de la arquitectura del s.XX y, solo por eso, ya tiene un gran valor", afirma. Por otro, a la hora de valorar un edificio, hay que tener en cuenta su relación con el entorno, cómo se asienta y transforma el mismo; las "voluntades estéticas" de su exterior, "la belleza de sus fachadas y su volumetría"; y, finalmente, la belleza de su interior: "esos espacios tan bien diseñados, que funcionaban a la perfección", la luz cenital que riega toda la fábrica gracias a los lucernarios de la cubierta, estratégicamente dirigidos para que no entre el sol directo. "Todo lo que tiene que ver con función, estética, espacios y diseño es lo que le da valor a una obra arquitectónica", resume el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid.