AYUNTAMIENTO DE MADRID

La izquierda planta batalla a Almeida con las basuras: del no a la incineradora a los residuos cero

Más Madrid y PSOE han presentado alegaciones a la nueva estrategia de prevención y gestión de residuos aprobada por el Ayuntamiento de Madrid

Los grupos de la oposición critican la "falta de ambición" del plan y piden el cierre de la incineradora de Valdemingómez y marcarse como objetivo los residuos cero, entre otras medidas

El Ayuntamiento defiende que el cierre de la incineradora supondría ampliar los vertederos

Vista aérea de la planta de tratamiento de residuos de Valdemingómez, que el Ayuntamiento mantendrá abierta pese a las críticas.

Vista aérea de la planta de tratamiento de residuos de Valdemingómez, que el Ayuntamiento mantendrá abierta pese a las críticas. / AYUNTAMIENTO DE MADRID

Hay batallas que la izquierda madrileña no piensa soltar, aunque con la mayoría absoluta que tiene el PP en el Ayuntamiento de Madrid sepan que sus reivindicaciones pueden tener un reflejo escaso sobre el papel. Una de ellas es cambiar la forma en que se gestionan los residuos y la necesidad de que estos se reciclen y reutilicen cada vez más, de forma que se reduzca la basura que llega a los vertederos e incineradoras. Más Madrid y PSOE han presentado con este espíritu sus alegaciones a la 'Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos Domésticos y Comerciales' que el gobierno municipal presentó a finales de julio.

El Ayuntamiento sacó el documento a información pública precisamente bajo la premisa de que era una estrategia "centrada en el incremento del reciclaje y la reducción del vertido", pero en ella se presenta la incineradora de Las Lomas, en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, como una infraestructura que seguirá teniendo vida hasta, al menos, 2035. El punto clave de las alegaciones de Más Madrid y PSOE, en cambio, está en la desaparición de la misma. El PSOE, de hecho, propone fecha para su desaparición: diciembre de 2025, momento en el que finaliza el actual contrato.

Pero su desaparición, alegan desde el gobierno municipal, es un hito poco realista en estos momentos y, además, creen que eso supondría "ampliar y extender el vertedero", para lo cual, insisten, ninguno de los dos partidos de izquierdas propone alternativas. Mientras el alcalde, José Luis Martínez Almeida, apunta que la oposición está "desnortada" por sugerir este cierre, su delegado de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad, Borja Carabante, acusa tantoa al PSOE como a Más Madrid de haber prometido su cierre en 2015 sin éxito durante su mandato con Manuela Carmena al frente:"Vieron su imposibilidad técnica". Por eso ahora les acusa de hacer propuestas "sin rigor técnico ni alternativas al cierre". Almeida, que asegura que tras cien millones de euros de inversión la planta de Valdemingómez es "ejemplar" y "minimiza todos los efectos perjudiciales que se puedan producir" critica a su vez que los partidos de la oposición no han dicho "a qué vecinos le van a colocar los vertederos" que serían necesarios.

Contenedores inteligentes y mayor sepración en origen, las propuestas del PSOE

Emilia Martínez, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, rechaza de plano esa acusación. Leída la estrategia del Ayuntamiento, apunta, el problema es que el equipo de Almeida "no se toma en serio" un cambio en la política de residuos. "La UE ya no financia incineradoras", explica esta concejal, que asegura ser muy consciente de la "complejidad" del problema: "Es evidente que si no se producen cambios no es posible cerrarla. Pero nosotros proponemos un conjunto de medidas en nuestras 14 alegaciones, porque si no los residuos seguirán incrementándose". Plantean, dice, un "modelo diferente". La portavoz socialista, Reyes Maroto, lo verbaliza de otra manera: la estragia de Almeida está pensada “solo para tratar la basura cuando está depositada y recogida en los contenedores urbanos”.

Martínez explica que "la separación de los residuos en origen" es fundamental y asegura que en la propia estrategia se reconoce que el 80% de los residuos que llegan en el capítulo de "resto" (los contenedores naranjas) se puede separar. Si se hiciera, solo quedaría un 20% y para eso, dice es necesario un plan de choque y muchas más campañas de sensibilización para los madrileños, para que en la puerta de sus casas dejen ya los materiales bien separados. Pero hay más cosas que no dependen solo de los ciudadanos. "Hay que combinarlo con un nuevo sistema de contenedores inteligentes", señala Martínez, convencida de que "en Madrid ya vamos tarde" con este problema. Estos contenedores tienen unos sensores que avisan al centro de control cuando ya están llenos, de forma que los responsables de limpieza puedan acudir a vaciarlos y así no se pierdan bolsas de basura que quedan tiradas en el suelo por falta de capacidad de los contenedores. Y, además, es necesario un incremento de las inspecciones de cribado. "Siempre habrá un porcentaje de vertido, pero el objetivo es reducirlo", dice, llegar a lo que se considera tasa de residuos cero. En definitiva, el PSOE apuesta por un cambio radical de todo el sistema de prevención porque entiende que es lo único que permitirá el cierre de la incineradora que está afectando a los vecinos de todo el entorno de Vallecas.

Entre sus alegaciones, el PSOE madrileño también ha planteado implementar redes de compostaje comunitario, crear el Observatorio del residuo cero de la ciudad de Madrid y el Consorcio Regional de Residuos de la Comunidad de Madrid, y poner en marcha un plan de erradicación de escombreras y vertederos ilegales.

Más Madrid propone implantar un sistema de incentivos fiscales para las comunidades de vecinos que mejoren su reciclaje

Más Madrid acusa a Almeida de "retorcer" los datos y olvidarse de la prevención de residuos

Más Madrid, por su parte, ha denunciado que el Gobierno de Almeida “retuerce los datos” en sus estimaciones de los objetivos de la nueva estrategia para tapar que no podrá cumplir con todos los compromisos que impone la legislación estatal. En línea con los socialistas, la portavoz del grupo, Rita Meestre, ha lamentado que la estrategia “nazca ya vieja y desfasada, plagada de recetas del pasado”, en lugar de dar “un salto ambicioso hacia los residuos cero”.

En su escrito de alegaciones, la principal fuerza de la oposición censura que la nueva estrategia no cumple con los necesarios compromisos de reducción de residuos, que no dedica las suficientes acciones e inversión a la prevención, y que no tiene en cuenta la salud de los vecinos ni el cuidado del medio ambiente. Tal y como señalan, el objetivo de reducción de residuos que contempla el plan para 2023 es del 9.8%, muy lejos del 15% que fija la ley estatal. Además, alertan, el plan municipal "no cuenta con ningún mecanismo fiable" para registrar y calcular los residuos comerciales que se gestionan por vía privada.

Lo "más grave", destacan, es la reforzada apuesta por la incineración en la ciudad. Y es que la estrategia "no solo no contempla el cierre de la incineradora de Valdemingómez, sino que el resultado va a ser una mayor incineración de residuo año a año, muy especialmente a partir del año 2027”, ha reprobado Maestre, cuyo grupo va a insistir en la idea de que se "puede llegar al final de este mandato, en 2027, con la incineradora de Valdemingómez cerrada”.

Por todo ello, en el marco de las alegaciones, Más Madrid ha presentado una serie de propuestas para mejorar la estrategia, entre las que se incluyen elaborar un Plan Residuo Cero para la ciudad; fomentar la reutilización y la preparación para el reciclaje a través de la FP; crear una red de nodos de compostaje comunitarios, implantar un sistema de incentivos fiscales para las comunidades de vecinos que mejoren su reciclaje y preparar la ciudad para la implantación del Sistema de Depósito Devolución y Retorno de envases.

Respuesta del Defensor del Pueblo a la reubicación de los cantones de limpieza

Por otro lado, entre las alegaciones presentadas por el grupo socialista se incluye también la paralización de las obras de construcción de los nuevos cantones de limpieza de la ciudad y la creación de canales de participación, a través de las Juntas Municipales de Distrito, para involucrar en ellos a los agentes afectados por la ubicación de dichos cantones. En octubre de 2021, el Ayuntamiento adjudicó la construcción de 15 nuevos parques de limpieza y una base del SELUR (el Servicio de Limpieza Urgente municipal) en distintos distritos periféricos de Madrid. Meses después, y ante las múltiples protestas vecinales durante el periodo pre-electoral de las municipales del 28 de mayo, anunció que paralizaba las obras de 12 de los 15 cantones proyectados y que estudiaría alternativas para alejarlos de las zonas de viviendas.

Pasadas las elecciones, el Gobierno de Almeida retomó la ejecución de las obras sin haberse sentado con las plataformas vecinales. Desde entonces, los vecinos de varios de estos barrios, especialmente de Vicálvaro y Montecarmelo, mantienen una lucha abierta contra el Consistorio para exigir la reubicación de los cantones en parcelas alejadas de viviendas, colegios y zonas verdes. Durante este tiempo, el área que dirige Borja Carabante se ha reunido en distintas ocasiones con las asociaciones vecinales para dar "todas las explicaciones". Sin embargo, la postura municipal no ha variado: las instalaciones son necesarias y las ubicaciones elegidas cumplen con los criterios técnicos. Por lo tanto, el plan del Ayuntamiento es continuar adelante con las obras iniciadas. Un objetivo que, además, cuenta con el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT, quienes a principios de mes firmaron un comunicado de prensa conjunto con los responsables municipales para pedir que los cantones de limpieza se ejecuten “con celeridad” en las ubicaciones determinadas por los servicios técnicos.

Ahora, además, creen haber encontrado el respaldo del Defensor del Pueblo, al que han acudido vecinos afectados por los distintos cantones. En respuesta a los residentes de La Elipa, Ángel Gabilondo afirma en un escrito que “comprende que la instalación de un cantón junto a una vivienda puede no ser del agrado de su morador”, pero “no puede servir como justificación” para un cambio de emplazamiento porque “afectaría a otros vecinos” que podrían utilizar el mismo argumento y hacer “inviable” la ubicación. Así, entiende que “el interés general de la prestación del servicio ha de primar sobre los posibles intereses particulares". En el equipo de gobierno se ven también apoyados cuando el documento apunta que "la decisión de ubicar los cantones de limpieza es una potestad discrecional del ayuntamiento”.