PRESIÓN VECINAL

El Gobierno de Ayuso paraliza la tala de árboles en Madrid Río tras las protestas de los vecinos

La tala de árboles entra en campaña. Almeida llevará al pleno municipal una proposición para que la oposición vote "qué hacer con las recientes autorizaciones" que ha solicitado el Gobierno de Pedro Sánchez para suprimir árboles debido a diferentes obras estatales.

Este fin de semana miles de ciudadanos se concentraron y crearon una cadena humana para pedir la modificación del proyecto y la paralización de la tala de árboles.

Protesta en defensa de la arboleda de la zona de Madrid Río de las obras del Metro

Protesta en defensa de la arboleda de la zona de Madrid Río de las obras del Metro / Ricardo Rubio / Europa Press

Elena Marín

Elena Marín

Los vecinos de Madrid no han necesitado encadenarse a un árbol, como hizo en su día la baronesa Thyssen, para lograr paralizar la tala de árboles que la Comunidad de Madrid había anunciado en el entorno de Madrid Río, en el punto donde va a construirse una parada de la línea 11 del Metro de Madrid. Tras la recopilación de 50.000 firmas y unos miles de ciudadanos creando una cadena humana en la zona afectada, la consejería de Transporte y Movilidad urbana ha anunciado que frena la tala de árboles prevista y modificará el proyecto de ampliación de esta línea del transporte público.

El anuncio llega después de las imágenes de este fin de semana, donde mayores y niños protestaban con la desaparición de 1.027 árboles y el traslado de otros 348 entre en un tramo del paseo de Madrid Río, entre los parques de Arganzuela y Comillas. Pero el consejero del ramo, David Pérez, parecía barruntar ya la decisión la semana pasada o el peso de las protestas cuando en la Asamblea de Madrid, preguntado por los medios de comunicación por este asunto, ya insinuó que el proyecto podría quedar paralizado.

El departamento que dirige Pérez ha explicado este lunes que el objetivo ahora es "que se transplante el mayor número de ejemplares posible", evitando así el alto número de talas que se había previsto, y para ello "encargará un análisis individualizado de cada árbol". Este nuevo análisis se produce una vez que grupos ecologistas solicitaron medidas cautelarísimas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, argumentando que se había producido una desviación de la localización inicial del proyecto y poniendo en cuenta la validez del Estudio de Impacto Ambiental (DIA). Con este antecedente sobre la mesa y tras la denegación de las medidas por parte del TSJ, la consejería de Transportes ha manifestado en su comunicado que el DIA del trazado de la línea 11 de Metro es "favorable" y que si se ha incluido una nueva parada de metro ha sido por las alegaciones y peticiones de los vecinos y el propio Ayuntamiento de Madrid.

Así, el texto explica que la ampliación entre Plaza Elíptica y Conde Casal contemplaba tres alternativas de trazado, tres estaciones de conexión (Palos de la Frontera, Conde de Casal y Atocha), y una única nueva estación en Madrid Río", pero que tras las alegaciones "se modificó para añadir una nueva estación, la de Comillas". Reconoce, en cualquier caso, que "durante la fase de redacción de proyecto, la estación de Madrid Río se desplazó unos metros debido a distintos condicionantes técnicos, como la modificación del trazado del túnel al incluir la estación de Comillas, así como para evitar la cercanía con otras infraestructuras como el nudo de la M-30 en el Puente de Praga, las tuberías de aducción de Canal de Isabel II y líneas de alta tensión que discurren por la zona".

Autorización municipal

Aunque este asunto es de competencia autonómica porque el Metro está gestionado por la Comunidad de Madrid, lo cierto es que el propio Ayuntamiento de la ciudad ha tenido que salir al paso de las críticas. El alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, se sorprendía en una entrevista publicada este mismo lunes, de que las protestas lleguen solo por la tala de árboles que provocan las decisiones de la Comunidad de Madrid para la construcción de una infraestructura para los vecinos de la ciudad, pero no se repliquen las mismas quejas cuando es el Gobierno de la nación el que necesita hacer lo propio en el entorno de la estación de Atocha para la remodelación de este espacio. "¿Se va a manifestar Rita Maestre y Reyes Maroto por la obra que va a hacer el Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana en Atocha para reformar la estación de Atocha, donde hemos autorizado también por esas obras una tala de prácticamente 300 árboles?", apunta en relación con este asunto.

Igualmente, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad y portavoz de la Campaña de Almeida para el 28-M, Borja Carabante, se ha referido a este mismo punto y ha anunciado hoy que el PP llevará al Pleno municipal de este mes "una proposición para que todos los partidos políticos decidan qué hacer con las recientes autorizaciones para tala de árboles que ha solicitado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana al Ayuntamiento de Madrid en diciembre y enero pasados". 

Según la información facilitada por su departamento, el Gobierno de Pedro Sánchez ha solicitado autorización para "la eliminación de 32 árboles por la reforma de la estación subterránea de Cercanías de Aluche y otros 51 para la remodelación de las de Fanjul y Las Águilas". Y añaden que "a la retirada de estos ejemplares hay que sumar los 247 árboles que se verán afectados sin que sea posible su viabilidad para la construcción de la estación pasante de Atocha por parte de ADIF, y cuyas obras aún no han comenzado".

La tala de árboles, pues, ha entrado también en campaña, y Carabante lo ha esgrimido de forma muy gráfica: “Los árboles tienen ideología. Cuando el promotor es el PP es un atentado y un arboricidio y cuando es un gobierno de izquierdas significa proteger el medio ambiente”.