PALESTINA

Claves: ¿qué consecuencias tiene el reconocimiento del Estado palestino? ¿Qué supone para España?

El reconocimiento que ha hecho Sánchez es un mensaje político fuerte, aunque los cambios diplomáticos serán limitados

Israel llama a consulta a sus embajadores en Irlanda y Noruega y advierte a España de "consecuencias graves"

Manifestación en Barcelona como apoyo al pueblo palestino

Manifestación en Barcelona como apoyo al pueblo palestino / SANTIAGO BARTOLOME

Ya es oficial: España reconocerá el Estado Palestino el próximo 28 de mayo, tal y como ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso de los Diputados. No será la única, ese mismo día también lo harán Noruega e Irlanda. De esta manera, serán 12 los Estados de la Unión Europea y 143 los países de las Naciones Unidas que ya lo hacen.

Con este paso, España manda un mensaje político relevante. Se trata de contribuir a evitar que la destrucción israelí en Gaza y Cisjordania haga inviable ese Estado y, con ello, la solución de dos Estados, defendida por el grueso de países del mundo para el conflicto de Oriente Próximo. Tras reconocer a Palestina como Estado, España puede firmar tratados, como los de Amistad que tiene con Francia o Marruecos; establecer formalmente una embajada (por el momento tiene un consulado general en Jerusalén). Se pretende también generar una inercia política que haga que se sumen cada vez más países a ese reconocimiento y eso haga más factible esa solución de dos Estados. Todo, en medio de lo que Sánchez ha definido como "masacre" de Israel en Gaza y teniendo en cuenta que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no tiene un plan de paz para Palestina.

La existencia de un Estado está determinada por la concurrencia de tres elementos esenciales: población, territorio y nación (organización política). El reconocimiento de Sánchez sería un acto declarativo de naturaleza política, no constitutivo, aunque comportaría consecuencias jurídicas. Pero, ¿qué implica esto? Lo resumimos en cinco claves

1. Impulsar una ola de reconocimientos

Cuantos más países reconozcan a Palestina como Estado (ya lo hacen 143 de los 193 de los presentes en Naciones Unidas), mayor será su margen de actuación en la escena internacional. Y mayor la presión a Tel Aviv para que deje de impedir el levantamiento de estructuras de Estado sobre el terreno.

Si esa cadena de reconocimientos impulsara que Palestina finalmente sea admitida como Estado miembro de la Naciones Unidas (algo que esta administración estadounidense veta), adquiriría toda una serie de herramientas diplomáticas y políticas: denunciar las presuntas violaciones de derechos humanos de Israel ante los tribunales de La Haya o entrar en la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, por ejemplo. Actualmente, Palestina está presente solo como “Estado observador no miembro”, lo que no le permite participar en estas cuestiones.

2. ¿Por qué España ha tomado esta decisión?

Pedro Sánchez asegura que con esta medida pretende impulsar la solución de dos Estados, y evitar que el Palestino sea inviable por la destrucción a la que Israel está sometiendo a Gaza y Cisjordania. Además, asegura, supone estar del "lado correcto de la historia" porque, según ha dicho este miércoles en el Congreso, cuando se sepa todo lo que ha ocurrido en Gaza se sabrá que ha sido "uno de los episodios más oscuros de este siglo".

El presidente Pedro Sánchez, ha criticado que Israel no cumpla con el derecho humanitario internacional

El presidente Pedro Sánchez, ha criticado que Israel no cumpla con el derecho humanitario internacional / JOSÉ LUIS ROCA

3. ¿Qué supone esto para España?

El reconocimiento que ha hecho Sánchez de Palestina es un mensaje político fuerte, aunque los cambios diplomáticos serían limitados. Las relaciones diplomáticas in situ con la Autoridad Nacional Palestina se llevan a cabo ahora desde el Consulado de Jerusalén, una delegación diplomática de rango menor al de una embajada. Eso supone una asimetría respecto a Israel, país en el que sí se tiene una embajada y una embajadora, en la ciudad de Tel Aviv. Por lo demás, el Gobierno español ya trata directamente con el Gobierno palestino, con sede en Ramala (Cisjordania). El propio Pedro Sánchez se reunió con presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abás, durante la gira que en noviembre le llevó a encontrarse con los dirigentes israelíes.

En 2010, el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero ya decidió elevar el rango de la representación palestina en España al de Embajada. Desde entonces, su jefe de misión tiene la categoría de embajador. El actual embajador palestino, Husni Abdel Wahed entregó al rey Felipe VI las “cartas credenciales” (en su caso, al no ser un Estado, "un mensaje del Presidente de Palestina") en la misma ceremonia oficial a la que acude el resto de los embajadores, con la pompa y boato del Palacio Real.

4. Abrir la puerta a otros países

El factor más relevante del movimiento es el político: España abre el camino para que otros países occidentales se sumen a ese reconocimiento. En Europa de momento, sólo 9 de los 27 países de la Unión Europea lo reconocen: Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Hungría, Malta, Polonia, República Checa, Rumanía, desde 1988, y el último en sumarse fue Suecia en 2014. Ahora este escenario cambia con la postura de España, Noruega e Irlanda, que lo harán a partir del próximo 28 de mayo.

5. ¿Qué dice Israel?

El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, llamó este miércoles a consultas a los embajadores israelíes en Irlanda y Noruegatras el anuncio de que ambas naciones reconocerán el 28 de mayo a Palestina como Estado, y advirtió a España, que anunció lo mismo poco después, de las "consecuencias graves" que tendría hacerlo. "El desfile de estupideces irlandés-noruego no nos disuade, estamos decididos a lograr nuestros objetivos: restablecer la seguridad de nuestros ciudadanos con la eliminación de Hamás y el regreso de los secuestrados. No hay objetivos más justos que estos", concluyó Katz.

Tanto Netanyahu como su Gobierno de ultraderecha y la mayoría parlamentaria de la Knesset se han opuesto recientemente a creación alguna de Estado palestino. Ahora mismo tienen el control de los territorios palestinos, según las resoluciones de Naciones Unidas: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Allí aumentan drásticamente cada año el número de colonos y asentamientos ilegales.