ELECCIONES GENERALES 23J

PSOE y PP afrontan la Presidencia de la UE sin plan frente a un cambio de Gobierno

En Génova aseguran que tienen "cero información" de Exteriores y que Feijóo "sabe más por el primer ministro sueco" que por Pedro Sánchez

La ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado hoy,

La ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado hoy, / José Luis Roca

España estrena este 1 de julio la presidencia de turno de la Unión Europea en medio de una gran incertidumbre por el resultado de las elecciones generales del 23 de julio. Pedro Sánchez comenzará el mandato pero no hay garantías de que lo finalice, según apuntan en estos momentos las encuestas. Su decisión de adelantarlas, adaptada la misma noche del 28M tras el batacazo del PSOE en las autonómicas y municipales, le puede impedir disfrutar de un semestre de oro para un presidente del Gobierno.

Aunque desde el Ejecutivo se intenta restar importancia a la coincidencia con la gran cita del 23J con el argumento de que Bruselas esta habituada a este tipo de contingencias, lo cierto es que en el Gobierno no se trabaja con la posibilidad de que el próximo jefe del Ejecutivo sea Alberto Núñez Feijóo. "No lo barajo ni como hipótesis", aseguran fuentes gubernamentales, que deslizan además que su falta de implicación en la presidencia española es una de las razones que deberían hacer que "no se vote" al PP. A esta reflexión, en la que no se alcanza a saber si es seguridad o falta de previsión, suman las consecuencias de la posible influencia de Vox.

Este es el planteamiento del Gobierno, a la espera de lo que finalmente suceda en las elecciones. Se podría pensar también que en la Moncloa no van a reconocer que el 23J pueden perder, pero sobre el papel la realidad es que hay unas prioridades internacionales para estos seis meses, que heredaría otro Gabinete. El problemas es que apenas existe relación institucional entre el Ejecutivo y el PP y esto afecta a un asunto tradicionalmente de consenso como la política exterior. Y no ha cambiado nada con el anticipo electoral.

En el entorno de Feijóo no esconden su “fuerte malestar” por la nula interlocución en lo que respecta a la presidencia de turno. La queja se venía produciendo desde hace meses. El PP entendía que tratándose de una cuestión europea de máxima importancia el primer partido de la oposición debía estar informado “con unos mínimos”.

"Tenemos cero información"

Pero, ahora, con el 23J encima de la mesa y la posibilidad de un cambio de gobierno, las fuentes consultadas en Génova reconocen un enfado mayor. “Tenemos cero información. Siendo un asunto de Estado y con unos comicios en medio sería necesaria una comunicación mínima. Sobre todo porque ha sido Sánchez el que ha metido el semestre español en campaña haciéndolo coincidir. La fecha de las elecciones la pone el presidente”, insisten los populares.

Dirigentes de la cúpula consideran que la imagen de España se puede ver perjudicada si no hay garantías de que ocurra lo que ocurra el 23J, con independencia de quién ocupe el Gobierno, los compromisos se cumplirán igual y no habrá ningún problema de organización. Eso, dicen, en ese momento es complicado porque no hay interlocución de ningún tipo. “Si Feijóo llega a la Moncloa será la prioridad en el traspaso de poderes”, avanzan.

En el Ministerio de Exteriores se escudan en que mantienen una comunicación fluida con todas las fuerzas políticas en el Congreso, incluida el PP. Y que en la preparación de la presidencia española, en aras de que sea un "proyecto de país", se ha tratado de sumar a todos los partidos, las comunidades autónomas y la sociedad civil. De hecho, en el seno de la comisión parlamentaria de la UE se llegó a pactar un texto de prioridades entre PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos que finalmente, con el anticipo electoral no ha podido remitirse formalmente a la Moncloa.

Pero en Exteriores están muy molestos por la ausencia de los europarlamentarios populares en la reunión que el ministro José Manuel Albares convocó en Estrasburgo el pasado mes de abril para hablar, precisamente, del semestre de España al frente de la UE. Creen que es "política politiquera", en alusión a que el PP no quiere acompañar al Gobierno en este hito.

"Preocupación por Vox en la UE"

“Lo que no es normal es que Feijóo sepa más por el primer ministro sueco que por el presidente del Gobierno”, dicen en Génova, en referencia al encuentro que mantuvo el líder popular en Estocolmo en abril. En marzo, también en la embajada de ese país en Madrid, se encontró con un elenco de diplomáticos con los que también intercambió impresiones sin disponer de información del Ministerio de Exteriores.

La imagen, reconocen, “no es la idónea” de cara a Bruselas. De hecho, otros dirigentes de la dirección aseguran que en los contactos que mantuvieron con el PP europeo tras conocer el adelanto electoral de Sánchez, ya percibieron “malestar” por una decisión que no solo afecta a España en un momento especialmente delicado para todo el continente con la guerra en Ucrania.

Desde el Gobierno lo que defienden es que lo que inquieta en Bruselas es la posibilidad de que Vox forme parte del Ejecutivo español. Sobre esto, remarcan, "hay preocupación en la UE" porque España no es país cualquiera y la ultraderecha en el poder estaría "en contra de pacto verde, la Europa social o el pacto de asilo e inmigración",

En este ambiente encara España unas elecciones. El movimiento de Sánchez ya tenido efectos directos. La Moncloa ha retrasado hasta septiembre el discurso de presentación de la Presidencia Española del Consejo de la UE, que el jefe del Ejecutivo debía realizar el 13 de julio porque coincide con la campaña electoral. A la vuelta del verano, en función del dictamen de las urnas, lo pronunciará Sánchez o lo hará Feijóo