RUGBY

Levi Davis: 16 meses desaparecido, una investigación abierta y ningún hilo del que tirar

Al polifacético jugador de rugby inglés se le perdió la pista en Barcelona en el otoño de 2022: la principal tesis es que murió ahogado

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Levi Davis, jugador de rugby desaparecido en Barcelona en 2022.

Levi Davis, jugador de rugby desaparecido en Barcelona en 2022. / Archivo

Levi Simeon Davis es un jugador de rugby que militó durante tres temporadas, hasta 2020, en el histórico equipo de Bath, uno de los clubes más antiguos de Inglaterra que, pese a todo, no rasca bola en lo que a títulos se refiere desde que en 2008 ganara la European Challenge Cup a los Worcester Warriors. Su carrera deportiva no era para tirar cohetes. Ocho partidos en tres años en los que logró cuatro ensayos resulta una marca un tanto pobre para un jugador que lleva el 14 a la espalda. La fama de Davis, por tanto, no estaba relacionada con su actividad deportiva. Obedecía, sobre todo, a sus apariciones televisivas en un programa de máxima audiencia como The X Factor. Sin embargo, cuando se ha escrito y hablado más sobre su vida es a raíz de su misteriosa desaparición en Barcelona hace año y medio.

La causa, en su vertiente judicial, está archivada desde el 17 de noviembre de 2022 de forma provisional por la titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona “sin perjuicio de proceder a su reapertura en caso de recibir diligencias ampliatorias”. La ley contempla que deben transcurrir diez años desde el día de la desaparición de una persona para declararla oficialmente fallecida, un periodo que se acorta a cinco años si hubiese cumplido los 75 años de edad. Fuentes de los Mossos d´Esquadra confirmaron a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que “siguen abiertas todas las líneas de investigación”, esto es, no descartan ni que la desaparición fuera algo fortuito (ahogado en el mar) o que hubiera sido asesinado. En este caso la prescripción del delito alcanza los 20 años.

El historial de muertes del rugby

El rugby también tiene su propia crónica negra, y en el caso de Barcelona, llovía sobre mojado. El 18 de octubre de 2022 fallecía un jugador de rugby australiano Liam Hampson al caerse al suelo desde una terraza que estaba a una altura de diez metros. Un caso que se parecía, y mucho, al del exjugador del Ordizia y de la selección española Kawa Leauma. El rugby apareció también en las páginas de sucesos de la prensa gala hace un mes cuando se hizo eco de la muerte del que fuera durante nueve años medio de melé del Stade Bagnérais (Fedérale 1) y más tarde del Tarbes, Benjamin Arnauré. Su cuerpo apareció calcinado el pasado 30 de diciembre tras arder su vivienda situada en Bagnères de Bigorre, en la Occitania francesa. Días más tarde, la Policía comprobó que su muerte no fue fortuita, sino por un impacto de bala recibido antes del incendio. La principal sospechosa es su esposa Tatiana.

Kawa Leauma.

Kawa Leauma. / Archivo

Mayor repercusión tuvo hace tres años en el país vecino el asesinato a tiros del que fuera internacional por Argentina Federico Martín Aramburu cuando salía del restaurante argentino “Volver”, ubicado en el barrio parisino de Saint-Germain-des-Prè, en compañía de su amigo y socio en una agencia de viajes, el neozelandés Shaun Hegarty. Nadie se explica aún los motivos que llevaron a Loïk Le Priol a apretar el gatillo y descerrajar cuatro balazos, tres de ellos por la espalda, al que también fuera jugador del Biarritz Olympique. El sospechoso, que fue detenido días después del crimen en Hungría, se había formado en el cuerpo de élite de la marina francesa, con el que participó en operaciones especiales en Mali y Yibuti, y era una figura destacada del Grupo Unión Defensa (GUD), de clara tendencia ultraderechista. Aun no hay fecha para la celebración del juicio en el que Le Priol se sentará en el banquillo de los acusados junto al otro sospechoso, Romain Bouvier.

La historia de Levi Davies

Cuando Davis llegó a Barcelona como turista, era un perfecto desconocido en España. No así en su país de origen, donde este jugador nacido en Birmingham en 1998, era un personaje muy popular por motivos extradeportivos. Tras su poco exitoso paso por Bath, recaló en los Earling Trailfinders de Londres, un equipo de una categoría inferior, que pese a haber logrado el año pasado su ascenso a la máxima categoría, la Federación se lo impidió porque su campo no reunía todos los requisitos exigidos a cualquier otro equipo de la Premiership. Su primera aparición televisiva, a los 21 años, le sirvió de trampolín a la fama, que no al éxito. Quedó en quinto lugar en The X Factor: Celelebrity con un grupo llamado 'Try Star' del que formaban parte jugadores de rugby de la talla del escocés Thomas Evans, de los Glasgow Warriors, o del inglés Ben Foden, que llegó a jugar en 34 ocasiones con el XV de la Rosa.

Su popularidad televisiva subía como la espuma al mismo tiempo que su presencia en los campos de rugby se hacía casi testimonial. Por ello, un año más tarde participó en un 'reality' bastante cutre de Channel 4 llamado Celebs Go Dating (Los famosos van a ligar). A los 22 años su vida dio un giro radical al declararse públicamente bisexual. Lo hizo con un mensaje por Whatsapp a sus compañeros de equipo: “Hola chicos. Solo quiero contaros algo que me ha estado carcomiendo los últimos cuatro años. Quiero ser honesto con vosotros. Soy bisexual, algo que ya sabía desde que tenía 18”. Su mensaje terminaba exhibiendo la famosa flema inglesa: “Que sepáis que ninguno de vosotros está en mi radar”.

Davis se convertía así en el primer jugador de rugby profesional en declararse bisexual en activo. Su vida, hasta entonces, tampoco había sido nada fácil. Fue criado en un hogar de acogida, sufrió una fuerte depresión durante su adolescencia y, como suele ocurrir en estos casos, se dio a la bebida. Eso no le impidió grabar en 2022 un disco titulado 'With me' que se podía escuchar en Spotify con el nombre de LEDA. Esa faceta de cantante fue lo que le pudo impulsar a viajar con cierta frecuencia a Barcelona puesto que trabajaba con Richard Mark Squire, un productor musical que tenía fijada su residencia en Ibiza. Casi al mismo tiempo colgó su primer video en Onlyfans, una red social de pago exclusiva para suscriptores de contenidos pornográficos.

El viaje a Ibiza previo a su muerte

Uno de esos viajes a Ibiza tuvo lugar en octubre de 2022. En concreto, existe constancia de que el día 29 de ese mismo mes Davis cogió un ferry desde la isla que le llevó a la Ciudad Condal donde desembarcó con una pequeña mochila que portaba a la espalda. Iba vestido de sport con camiseta blanca, unos tejanos de color negros y unas zapatillas también blancas. Lo siguiente, y lo último que se sabe del jugador inglés, es que acudió a un pub irlandés ubicado en La Rambla llamado The Old Irish Pub donde tomó una consumición. A partir de ahí los hacedores de teorías conspirativas se pusieron a trabajar a destajo a tras la denuncia presentada por Squire en el juzgado por la desaparición de su amigo.

La tesis con la que trabajan los Mossos d´Esquadra, según las mismas fuentes, es que Davis pudo haberse ahogado. Hay una serie de datos que la avalan, pero ninguno es “concluyente”. Por ejemplo, el hecho de que se captara una señal de su móvil durante la madrugada del 30 de octubre cerca del puerto permite albergar la posibilidad de que estuviera merodeando por la zona. A ello se unen otras certezas como la de que unos días más tarde apareciera su documentación en las inmediaciones o la de que el personal de un barco que estaba maniobrando aquella madrugada para entrar en el puerto viera sobre las 6:30 horas a un hombre en el agua pidiendo auxilio en inglés a quien arrojaron un chaleco salvavidas. El intento de rescate resultó baldío y hasta la fecha no se ha podido recuperar ningún cadáver pese a los esfuerzos de los buzos que rastrearon varias veces la zona.

Los jueces valoran la falta de noticias sobre el paradero de Davis, unido a que su teléfono dejó de funcionar, que no haya utilizado sus tarjetas de crédito o que no exista constancia de que estuviera hospedado en algún establecimiento o que haya cogido un barco o un avión, como un “claro” riesgo de que el desaparecido “se encuentre en una situación en la que necesite ser localizado para proteger su propia integridad física”. En cualquier caso, de todas las diligencias requeridas hasta la fecha, incluidas la revisión de los mensajes de audio o escritos en el móvil del desaparecido, ninguna de ellas ha permitido avanzar lo más mínimo en la investigación.

Mossos d'Esquadra durante la búsqueda de Levi Davis.

Mossos d'Esquadra durante la búsqueda de Levi Davis. / Archivo

La teoría de la mafia somalí

La teoría de la implicación de la mafia somalí en su posible asesinato también tiene miga. A los investigadores, sin embargo, no les resulta “muy verosímil” el hecho de que un grupo de gánsters hiciera desaparecer al jugador de rugby por una deuda cercana a los 100.000 euros que había contraído con ellos por su adicción a las drogas. Más creíble, pero tampoco mucho, es la existencia de 'grooming' o, lo que es lo mismo, extorsión. Es cierto que existe un vídeo que Davis subió en su perfil de Instagram y que luego borró donde afirmaba que su vida corría peligro, pero deducir que a raíz de aquel mensaje fuera asesinado dista un abismo.

Davis, sin revelar ninguna identidad, explicaba que personas relacionadas con el crimen organizado le estaban chantajeando con hacer público un vídeo de contenido sexual grabado semanas antes en el que mantenía relaciones con otro hombre después de que le hubieran drogado. Tras derramar alguna que otra lágrima el deportista hacía una especie de examen de conciencia donde reconocía su adicción a las drogas y que a raíz de su participación en The X Factor: Celebrity había conocido a gente que le había cambiado su vida para mal. De hecho, es a ese grupo de personas al que acusaba de haberle drogado para que mantuviera relaciones sexuales con otro hombre y publicar el vídeo. Según Davis, sus extorsionadores tenían contactos con políticos, periodistas y hasta con la policía. De ahí que siempre alegara tener miedo para denunciar todo lo que le había ocurrido.