COPA ÁFRICA

Milagros y campos de reeducación en Costa de Marfil, un finalista sin entrenador

Tras la dimisión de su entrenador al pensar que estarían eliminados, una serie de partidos milagrosos les han metido entre los dos mejores de la Copa África

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Costa de Marfil se clasifica para la final de la Copa África

Costa de Marfil se clasifica para la final de la Copa África / LEGNAN KOULA / EFE

Isabel Guillén

Isabel Guillén

Lo bonito del fútbol es que es capaz de sorprender hasta al más experimentado. Hay cosas que no se pueden explicar. Lo vemos cada año con el resurgimiento de las cenizas de equipos que acaban levantando títulos con mucha más épica que fútbol. En la Copa África de este año se están sucediendo una serie de milagros que ni el mejor brujo hubiese predecido. Si bien es cierto que la competición acostumbra a dejar historias imposibles, el tembloroso camino de Costa de Marfil hasta llegar a la final del campeonato africano ha sido tan milagroso que ni su entrenador llegó a creérselo.

De hecho, Jean Louis Gasset dimitió pensando que la selección marfileña estaría eliminada. Anfitriona, sin técnico, con una tanda de penaltis en octavos y un gol en el minuto 120 en cuartos están a solo un partido de levantar el título, pues se enfrentan este domingo en la final a Nigeria (21:00). Una hazaña digna de película de Spielberg.

Y todo ello después de haber estado al borde del precipicio, casi en caída libre, pero rescatados en el último segundo de la fase de grupos por Mozambique, que empató a Ghana en el descuento y Marruecos, que se impuso ante Zambia y convirtieron a Costa de Marfil en uno de los cuatro mejores terceros de la fase de grupos. Con mucha más épica que fútbol, la selección estaba en octavos de final gracias a unos rivales convertidos en superhéroes. Sin embargo, aunque parezca un hecho insólito, que lo es, los marfileños ya fueron salvados por otros rivales hace 24 años y no precisamente de una fase de grupos, sino de un campo de reeducación. Parece que por la sangre de estos jugadores, cuyos hermanos y excompañeros estuvieron en aquella gesta, todavía corre ese espíritu de experiencias paranormales.

El 'castigo' a sus antepasados por no pasar a octavos

En la Copa África del 2000, la selección de Costa de Marfil no encontró, como en esta, a esos héroes sin capa para pasar de la fase de grupos, a pesar de regresar al país con mucho mejor bagaje que ahora (una victoria, un empate y una derrota). De regreso a casa, los jugadores vieron como el piloto tomaba una trayectoria un tanto inesperada, y es que en el país se acababa de producir un Golpe de Estado y su avión no iba a aterrizar en Abiyán, la capital, sino en Yamusuk.

Realmente, ellos esperaban ser recibidos como estrellas, por representar a un país sumido en un terremoto político y social, pero su rumbo dio un giro de 180 grados. Aterrizaje forzoso, metidos en camiones militares y llegada a un campamento en Zanbrako, a 30 kilómetros. Adiós móviles y hola a un programa para aprender "civismo y disciplina", que consistía en instrucción militar y estudio de libros de patriotismo, bajo el mando del Roberto Guéi, que gobernaba por aquel entonces y quien no aplicó filtro ni con los jugadores del combinado nacional. Todos debían ser reeducados.

No tardó en llegar esta noticia a Europa y a las selecciones que seguían compitiendo en la Copa África. Sobre todo a los países donde muchos de ellos jugaban, por lo que acabaron siendo liberados e hicieron la vista gorda gracias a las peticiones de sus compañeros y aficionados. Otra vez más, recatados al borde del abismo. Destino o casualidad, Bonaventure Kalou, que estaba en ese grupo de jugadores, empezó a trazar, sin saberlo, ese camino del milagro que parece no tener punto y final, marcando el gol que clasificó a Costa de Marfil para su primer Mundial en 2006.

Su hermano Salomón siguió sus pasos y lideró a la selección para que consiguiese consolidarse en campeonatos internacionales hasta conquistar la Copa África en 2015. Y no es que lo hicieran precisamente exentos de sufrimiento, pues levantaron el título tras una tanda de penaltis en 'muerte súbita' ante Ghana. Los hermanos Touré (Yaya y Kolo), lideraron aquel combinado junto a Didier Drogba, que se convirtió en el máximo goleador del combinado marfileño y que celebraba en redes el pase de su selección.

Franck Kessié, ex del Barça, aprendió de su excompañero y certificó con un potente lanzamiento la clasificación a cuartos en la tanda de penaltis de esta Copa África. En Costa de Marfil, la filosofía del milagro ha trascendido de generación en generación. Lo aprendieron de sus hermanos y excompañeros. Si salieron de aquel campo de concentración, salen de octavos, de cuartos y, llegados a este punto, a proclamarse campeones en casa.

El milagroso camino en el que 'murió' el entrenador

En 'Lo imposible' no se obró tanto milagro como en esta Copa África que, paradójicamente, Costa de Marfíl empezó ganando. De hecho fueron los únicos 90 minutos de los que salieron victoriosos, ante Guinea Bissau (2-0). Después, perdió por la mínima ante Nigeria, lo que le obligó a jugarse todo frente a Guinea Ecuatorial. Ante su público, lo lógico era ganar y pasar a octavos, pero fueron pisoteados por completo por el cuadro guineano y los goles de Nsue. Les endosaron un 4-0, lo que provocó un aroma de fracaso en el país. Tocaba esperar, con la llama de la esperanza reducida a cenizas por Jean-Louis Gasset, que la había apagado con su dimisión. Entonces empezaron a salir rescatadores de debajo de las piedras.

Costa de Marfil en el partido frente a Guinea Bissau de la Copa África

Costa de Marfil en el partido frente a Guinea Bissau de la Copa África / LEGNAN KOULA / EFE

Primero, la débil Mozambique empatando a Ghana. El doblete de Ayew (0-2) parecía poner fin al sueño, pero los milagros empezaron a sucederse. Penalti para Mozambique transformado por Geny en el 91' y un gol de Reinildo, jugador del Atlético de Madrid, que igualó el encuentro en el 94', dejó fuera a Ghana, mandó a Iñaki Williams a San Mamés, y dio paso a la ultimísima bala de Costa de Marfil. El encuentro decisivo pasaba, entonces, a ser el Zambia-Marruecos, en el que el delantero marroquí Hakim Ziyech cogió el testigo de Reinildo y marcó el gol de la victoria. Semifinalistas en Qatar y superhéroes en Costa de Marfil.

Estaban en octavos y no tenían seleccionador. Entonces, empezaron a buscar a toda prisa a un técnico de garantías, intentando incluso que la federación francesa les "cediese" al seleccionador del equipo femenino, sin éxito. Así que dejaron en el banquillo al primero que pasaba por allí y el dueño de los 'Elefantes' sería Emerse Faé, hasta entonces asistente de Jean-Louis Gasset, pero sin experiencia.

Épica y espíritu de elefante

El elefante es un animal que está presente tanto en el escudo de la nación como en el de la federación marfileña. Animales que tienen el cerebro más grande y con más memoria del mundo animal. Una mente que los jugadores heredaron de sus compatriotas desde aquel 2000, y que explica por qué les bautizaron como tales. Excompañeros que les enseñaron que podían consolidarse como una potencia futbolística gracias a un equipo sin individualidades, como esos elefantes que se mueven en manadas en las que no destaca ninguno. Así se las gasta Costa de Marfil.

Seko Fofana, jugador de Costa de Marfil celebra el pase a semifinales de la Copa África

Seko Fofana, jugador de Costa de Marfil celebra el pase a semifinales de la Copa África / Twitter @CAF_Online

Con esta filosofía se enfrentaron a la Senegal de Sadio Mané y Nicolas Jackson, vigente campeona del torneo y la única selección que había ganado todos sus partidos en la fase de grupos. Parecía una noche difícil para Costa de Marfil en Yamoussoukro, ya que Senegal se adelantó en el minuto cuatro. La anfitriona se encerraba atrás y sufría las rápidas transiciones del conjunto senegalés. No tardó en aparecer el suceso paranormal, el héroe de esa noche, que esta vez iba a ser Kessié, suplente y encargado de convertir un penalti y forzar la prórroga. Sin más goles, todo llegó a los penaltis, que se alargaron a la muerte súbita y en el que Kessié anotó un tiro decisivo. Con diez jugadores y el marcador en contra, sobrevivió el pasado sábado 3 al empuje y entusiasmo de Mali con un gol en la última acción de la prórroga por Oumar Diakit en el minuto 122. El penúltimo asalto llegó este miércoles en la semifinal ante la República Democrática del Congo, que saldaron con la primera victoria en la fase eliminatoria en los primeros 90 minutos, con un 1-0 en el minuto 65, anotado por el delantero del Borussia, Sébastien Haller.

Descendientes de la generación 'reeducada', los 'Elefantes' llegaron a la fase eliminatoria con el peor historial de los cuatro mejores terceros clasificados, después de terminar la primera ronda con una humillante derrota por 4-0 ante Guinea Ecuatorial, la más abultada en casa. Entonces, se dan una serie de carambolas increíbles: dos goles en el tiempo añadido de Mozambique a Ghana, Costa de Marfil se mete en octavos sin seleccionador, gana a la vigente campeona en penaltis, a Mali en el 122' y al Congo en un partido marcado por la resistencia infinita. Están en semifinales, sin rastro de favoritas como Marruecos o Senegal. Esto es la Copa África.