FÚTBOL

Guinea Ecuatorial, la "mejor selección del mundo" que revoluciona la Copa África: "Los clubes te quieren un día, tu país siempre"

El 'Nzalang' se juega estar en cuartos del torneo ante Guinea-Conakri con un equipo de jugadores nacidos en España

"Para ellos son los mejores del mundo. Ir con la selección fue la gran decisión de mi carrera", defiende Juvenal Edjogo

Ni Salah, ni Mané, el 'pichichi' de la Copa África juega en la Primera RFEF española

Los jugadores de la selección de Guinea Ecuatorial, durante la vigente Copa África.

Los jugadores de la selección de Guinea Ecuatorial, durante la vigente Copa África. / FEGUIFUT

Denís Iglesias

Denís Iglesias

"Por la victoria de la 'Nzalang' declaro este 23 de enero de 2024 ¡día libre de trabajo!". El 'Pte. Teodoro Obiang Nguema Mbasogo', jefe de estado de Guinea Ecuatorial, no dudó en decretar a través de 'X' festiva la jornada siguiente a la goleada de la selección de la excolonia española sobre Costa de Marfil (4-0). Un triunfo con el que los de Juan Micha sellaban su clasificación para los octavos de final de la Copa África ante la anfitriona (y de paso la eliminaban).

"Además de la prima de participación por el buen partido realizado yo les prometo al 'Nzalang' -significa 'trueno' en fang, una de las lenguas habladas en el país- Nacional una prima de "un millón de euros". ¡Son los héroes nacionales!", añadía en su cuenta la máxima autoridad que gobierna el país desde 1979, cuando mediante un golpe de Estado derrocó a su tío Francisco Macías Nguema.

Los hijos cambiaron la mentalidad de Guinea Ecuatorial

El mensaje vino acompañado de una foto del propio Obiang con la camiseta de un combinado que empató en la jornada inaugural contra Nigeria (1-1) y venció a Guinea-Bisáu (4-2). A partir de las 18:00 buscará contra Guinea-Conakri un lugar en cuartos, ronda que alcanzó en 2012 en la Copa África que coorganizó junto a Gabón y en 2021 en Camerún. El techo del 'Nzalang' se fijó en 2015, cuando el equipo ecuatoguineano terminó en cuarto lugar tras perder frente a la RD Congo en los penaltis por el bronce. Acogió esa edición en solitario.

En aquella gesta participó Juvenal Edjogo (Sabadell, 1979), quien, al igual que su hermano Alberto y otros de su generación, decidió defender la camiseta de la selección de sus padres, tal y como cuenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Ellos, jugadores criados en Europa, cambiaron la historia del 'Nzalang', que hasta 2003 estaba formado únicamente por futbolistas locales. Además de los hermanos Edjogo fueron convocados profesionales como Rodolfo Bodipo o Iván Zarandona, y al cuerpo técnico llegaron técnicos del mismo perfil como Óscar Engonga.

"Tuvimos que dar mucha batalla y vivimos enfrentamientos. Conseguimos cambiar la mentalidad de los dirigentes", explica Juvenal Edjogo, que cuenta cómo su padre recibió con una mezcla de sorpresa y orgullo la noticia de que sus hijos iban a jugar con Guinea Ecuatorial. "Nuestros padres vinieron a España en las mismas circunstancias. Fue a mediados de los 70, cuando Francisco Macías gobernaba un país recién independizado. Reprimían de modo violento a los estudiantes y, en definitiva, a toda la gente inteligente o que tenía ideas propias. Solo quería sumisos", relata el que fue capitán del combinado ecuatoguineano.

Nsue, capitán de Guinea Ecuatorial, saluda a la cámara tras marcar uno de sus goles.

Nsue, capitán de Guinea Ecuatorial, saluda a la cámara tras marcar uno de sus goles. / CAF

El valor del grupo por encima de las individualidades

Ahora, comenta Edjogo, Guinea Ecuatorial "es un país donde hay mucho empresario extranjero, trabajo o inmigración" que ha pasado de pantalla con respecto a la época en la que sus antepasados huyeron con el miedo en la maleta. A nivel futbolístico, la selección de uno los países menos poblados de África no ha parado de crecer. Actualmente, conviven en sus filas internacionales de todas las categorías: desde Saúl Coco (UD Las Palmas) o Jesús Owono; hasta el capitán y artillero Emilio Nsue (CF Intercity de Primera RFEF) o Pablo Ganet (Alcoyano de Primera RFEF).

"La selección de Guinea Ecuatorial siempre ha rendido en las cuatro Copas África en las que ha participado. Jugador por jugador es cierto que tienen un nivel inferior a las grandes potencias, pero tiene una idea colectiva muy buena. Son solidarios y defienden bien. Eso en el fútbol africano te da mucho. Son hombres conscientes de sus limitaciones y que reman en la misma dirección", analiza Edjogo.

El que fuera jugador de la cantera del Espanyol o del Sabadell, entre otros, insiste en que un jugador de por ejemplo Segunda RFEF (cuarta categoría) tiene buenos conceptos tácticos. Además, en Guinea Ecuatorial, por el perfil de los internacionales, "existe un gran compromiso con el país y con el equipo nacional. Sin embargo, en otras selecciones los jugadores hacen sus torneos particulares. Al final por mucho que seas Ryad Mahrez o Nicolas Pépé (de Argelia y Costa de Marfil) si haces la guerra por tu cuenta no te alcanza".

¿Quién es Juan Micha, el seleccionador ecuatoguineano?

Esta argumentación quedó demostrada en 2012 cuando Guinea Ecuatorial eliminó a Senegal de Demba Ba. Lo mismo en 2015, cuando la 'Nzalang' se deshizo de la Gabón de Aubameyang o de la Burkina Faso de Traoré. Aunque todavía quedan asignaturas pendientes, como la total dependencia que tienen la selección y los equipos locales del dinero público. "Se necesitan formadores extranjeros que estén capacitados. Cuando fui coordinador general de la Federación Ecuatoguineana de Fútbol (FEGUIFUT) intentamos este proceso. Básicamente, el futbolista africano tiene un déficit con respecto al europeo: nadie le ha enseñado a pensar y conocer el juego. Están acostumbrados al juego de calle", explica Edjogo, quien destaca el carácter "salvaje" del fútbol africano.

Juan Micha, seleccionador de Guinea Ecuatorial, durante una comparecencia en la Copa África.

Juan Micha, seleccionador de Guinea Ecuatorial, durante una comparecencia en la Copa África. / CAF

El actual seleccionador de Guinea Ecuatorial es el nacional Juan Micha, fusión de lo propio y lo externo. Se formó como entrenador en España y participó en varios cuerpos técnicos del español Esteban Becker. Éste terminó denunciando a la FEGUIFUT por impagos en un caso que adelantó y contó este periódico. "Es un perfil bajo y tranquilo, sin grandes pretensiones. Cuando yo salí se lo dije al vicepresidente de la federación: 'Déjalo de interino'. En ese proceso fue sacando partidos adelante. Él sabe cuál es su papel y el equipo funciona bien", defiende Juvenal.

Micha forma parte de la 'descolonización' de los banquillos que ha vivido el fútbol de África, donde cada vez más equipos están dirigidos por entrenadores de sus países. Este perfil difiere del que, como relata Edjogo, dominó el fútbol de continente: seleccionadores extranjeros, de edad avanzada y desconocidos en el ámbito de clubes en Europa. Por norma general, con cachés inflados y sin objetivos ambiciosos o a medio plazo. Guinea también abandonó el plan de las nacionalizaciones gracias a la consolidación de los jugadores con origen ecuatoguineano.

La mejor decisión en la vida deportiva de Juvenal Edjogo

Pensar que lo de fuera era mejor también es un pensamiento que la generación de Juvenal Edjogo logró cambiar. "Cuando yo era capitán decidieron nacionalizar a un delantero -se había lesionado Bodipo- brasileño. Yo les dije que hay tres tipos de brasileños: el que juega con su selección; el que no es tan bueno, aunque tiene la ilusión de ser internacional y, por tanto, no va a aceptar otras propuestas; y el que es malo, pero viene por dinero. Como en las expectativas de Guinea Ecuatorial no está ganar un Mundial o una Copa África es mejor que hagas crecer a los jugadores desde dentro", razona uno de los futbolistas que más ha jugado con el 'Nzalang'.

Por tanto, hablar con Juvenal Edjogo sirve para desmontar los tópicos de un continente muy complejo. Comentarios hechos, en su mayoría, desde el eurocentrismo. "Escucho muchas veces cómo se critica el fútbol de África. Todos pasamos por lo mismo. Eto'o, Drogba, Obi Mikel o Essien. Jugaban con grandes clubes en Europa y después se quedaban tirados en los aeropuertos. Es una forma de funcionar propia que hay que entender", explica Juvenal.

"Durante los años que estuve en la federación intentaba planificar el año con las fechas FIFA, pero al final todo se hacía a última hora", cuenta el director general de la Feguifut, que descubrió su país y el de sus padres a través del fútbol. Cuando fue reclutado en 2003 su conocimiento de Guinea Ecuatorial era limitado, pero con la perspectiva que le da lo vivido, considera que esta fue "la mejor decisión de mi carrera deportiva". Y seguramente todos sus compañeros, tanto pasados como actuales, dirán lo mismo.

"El amor de un club es circunstancial, el de tu país es para siempre"

"A cada uno le llega el momento en una situación diferente. Yo tomé la determinación estando deprimido y desanimado. Fue una oportunidad que me sirvió de estímulo. Puede que si hubiera sido titular indiscutible en aquel momento en el Racing de Santander, o si hubiera tenido ofertas de otros equipos de la Liga, la pretensión fuera otra. Las alegrías que me ha dado Guinea Ecuatorial no me las ha dado ningún club, salvo contadas ocasiones", asevera Juvenal Edjogo.

Los jugadores de la selección de Guinea Ecuatorial celebran la clasificación para octavos de la Copa África.

Los jugadores de la selección de Guinea Ecuatorial celebran la clasificación para octavos de la Copa África. / AP

El exjugador recuerda una anécdota que ejemplifica a la perfección lo que significa para un africano representar a su país: "Fui a negociar con Pedro Obiang cuando estaba en la Sampdoria para que se uniese a Guinea Ecuatorial. En aquel equipo estaba Samuel Eto'o. Le dijo lo siguiente: 'Mira, hermano, cuando yo estaba en el Mallorca pude jugar con España. Llevaba muchos años y podía jurar la Constitución. Decidí ir con la selección de mi país (Camerún, cuya federación preside ahora). Los clubes te demuestran el apego circunstancial, el de tu país es para siempre'. Para los aficionados tú eres el mejor del mundo y su selección también. El agradecimiento que te dan no se paga con dinero".

Porque, como sentencia Juvenal Edjogo, cuando "juegas para tu equipo nacional lo haces por tu familia y por tus orígenes. Son elementos diferenciales en un fútbol cada vez más comercial y lleno de intereses económicos. El poder jugar y escuchar el himno de tu país, con toda la gente entregada... ¡Eso no tiene precio! Lo que te hace sentir un aficionado allí no tiene nada que ver con el fútbol de clubes. Te hacen creer que eres el mejor del mundo y tú a ellos lo mismo, porque el fútbol es una vía de escape para olvidarse de su realidad".