RINCONEANDO MADRID

Un gigante en el ensanche vallecano

El estado mexicano de Veracruz donó la escultura, réplica de la 'Cabeza Colosal Número 8', en 2005

Se construyó una pirámide de estilo precolombino para situarla en su punto más alto y justo en el centro de la glorieta

Pirámide con una cabeza olmeca en una rotonda de Ensanche de Vallecas.

Pirámide con una cabeza olmeca en una rotonda de Ensanche de Vallecas. / ALBA VIGARAY

En medio del Centro Histórico de Vallecas, uno de los tres barrios que componen el distrito de Villa de Vallecas y el más extenso de ellos, se encuentra el Ensanche de Vallecas. Esta zona residencial se empezó a plantear a partir de los años 90 para ampliar la ciudad de Madrid, pero no fue hasta mediados de la siguiente década cuando llegaron los primeros habitantes del PAU (Proyectos de Actuación Urbanística), ejemplo para Alemania ante su reto de construcción.

En ese momento, en concreto en el año 2005, en tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde, poco caracterizaba a la renderización hecha realidad en la que se convirtió el barrio. Anchas avenidas, sobrios bloques de viviendas nuevas y zonas verdes componían este nuevo territorio madrileño. Necesitaba algo que lo distinguiese. Un edificio diferente, un gran parque, más allá del secarral en el que se ha convertido el de La Gavia, o un monumento.

El primer emblema llegó con el barrio aún en construcción. El estado mexicano de Veracruz, considerado la puerta de este país al mundo, donó al Ensanche de Vallecas una gigantesca cabeza olmeca, réplica de la Cabeza Colosal Número 8. La testa original fue cincelada entre los años 1200 y 900 antes de Cristo. Esta cabeza mesoamericana se conoce como El Rey y se exhibe en el Museo de Antropología de Xalapa, capital de Veracruz.

Réplica de una cabeza olmeca donada por el estado de Veracruz (México) al Ensanche de Vallecas en 2005. 

Réplica de una cabeza olmeca donada por el estado de Veracruz (México) al Ensanche de Vallecas en 2005.  / ALBA VIGARAY

Pesa 5,5 toneladas

Este imponente busto, protegido por un casco con surcos, que podrían representar arañazos, tiene el ceño fruncido, la nariz chata y ancha y los labios carnosos y entreabiertos. Su autor es el escultor veracruzano Ignacio Pérez Solano, fallecido en 2021, que reprodujode manera fiel esa octava Cabeza Colosal.

La concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, inauguró en mayo de 2005 este imponente y desconocido monumento, que pesa 5,5 toneladas y cuenta con una altura de 2,18 metros y un ancho de 1,46 metros, en un acto al que también asistieron el edil de Vivienda, Sigfrido Herráez, así como varios representantes mexicanos, como el entonces secretario de Desarrollo Económico del Estado de Veracruz, Carlos García Méndez, y el presidente de la Fundación de Amigos de México, José Gárate.

La civilización olmeca "es importante porque fue fundacional para el resto de culturas en México", explica el periodista de México Desconocido Rodrigo Osegueda. Este redactor mexicano apostilla, sin embargo, que "no fue algo unidireccional, fue influyente, pero también algunas culturas tuvieron desarrollos autónomos o de cruce con otras civilizaciones".

Icono del barrio

La cabeza olmeca se ubicó en una rotonda que conecta las calles de la Granja de San Ildefonso, la de Puerto de Porzuna y la de Valderrebollo. Se construyó una pirámide de estilo precolombino para situarla en su punto más alto. Según el Padrón Municipal, el Ensanche de Vallecas se ha convertido en el barrio más poblado del distrito de Villa de Vallecas. Viven en el barrio más joven de Madrid 48.872 personas.

La cabeza olmeca del Ensanche de Vallecas mide 2,18 metros de alto y 1,46 de ancho. 

La cabeza olmeca del Ensanche de Vallecas mide 2,18 metros de alto y 1,46 de ancho.  / ALBA VIGARAY

Esta pirámide culminada por la cabeza olmeca, de la que sólo hay 17 originales en el mundo, se ha convertido en un emblema del barrio. La Asociación Vecinal PAU Ensanche de Vallecas la utiliza como "símbolo de nuestra carrera popular de 5 y 10 kms que realizamos todos los años y figura en la cartelería, dorsales y camisetas", explica Pedro Romero, su vicepresidente.

"Nos parce digna de reseñar", dice, y añade que "creemos que en general sí que gusta a la vecindad" este monumento. Considera que la mayoría de los habitantes del Ensanche han oído hablar de ella o la han visto, aunque el barrio es "muy grande y pueda haber gente que desconozca de su existencia".

El desconocido monumento de la cabeza olmeca del Ensanche de Vallecas se alza sobre una pirámide precolombina. 

El desconocido monumento de la cabeza olmeca del Ensanche de Vallecas se alza sobre una pirámide precolombina.  / ALBA VIGARAY

Esta cabeza olmeca también es el símbolo y da nombre a un restaurante aledaño, la Takería Olmeca, que se sitúa en la calle de Honrubia, a escasos 200 metros de la escultura. Sus dueños son mexicanos y afirman que aprovecharon "el monumento para darle el nombre" a su negocio, ya que "los olmecas fueron una civilización que se asentó en México y se denomina la cultura madre de todo Mesoamérica".

Los propietarios de este pequeño local, especializado en tacos, tostas, quesadillas, burritos y huaraches, un plato típico con forma de sandalia tradicional mexicana, suelen dedicar un tiempo para narrarles a sus comensales, sobre todo de otras zonas de Vallecas, qué es esa extraña cabeza y cuál es su origen. "La gente de Vallecas no se familiariza con ese monumento. La mayoría no saben que es y a casi toda la gente viene al local se lo explicamos", sentencian.