MONUMENTOS ESCONDIDOS DE MADRID (III)

El edificio creado por los arquitectos de Cibeles que pasa desapercibido y que pudo albergar la Asamblea de Madrid

Antonio Palacios y Joaquín Otamendi terminaron de construir este Monumento Nacional en 1914

El Hospital de Maudes fue adquirido por la Comunidad en 1984, cuando se encontraba en un estado deplorable

Hospital de Maudes o de Jornaleros, en Cuatro Caminos, que hoy alberga la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura.

Hospital de Maudes o de Jornaleros, en Cuatro Caminos, que hoy alberga la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura. / COMUNIDAD DE MADRID

Ana Ayuso

Ana Ayuso

En el recorrido por la calle de Raimundo Fernández Villaverde desde la parada de metro de Cuatro Caminos a la de Nuevos Ministerios, un monumental edificio aparta la vista de los caminantes del suelo. Una especie de catedral medieval de piedra caliza rompe con el urbanismo de una zona que se erigió mucho después que esta construcción. Se trata del Hospital de Maudes u Hospital de Jornaleros.

En un momento en el que el sistema sanitario español era casi inexistente y muy deficiente, las clases más bajas sólo podían acceder a los morideros, que es la forma en la que se conocía popularmente a los hospitales a finales del siglo XIX. Desde ese momento y hasta mediados del siglo XX, eran organizaciones y personas privadas las que, por filantropía, creaban hospitales, albergues, asilos y colegios, a los que accedía la población con menos recursos.

Este es el caso del Hospital de Maudes, que se denomina así por una de las calles con las que limita y que hacía referencia "a un camino que iba en dirección norte para cortar con el actual Paseo de la Castellana, donde estaba el caserío de Maudes, del que hay noticias desde tiempos bastante antiguos", refleja Álvaro Llorente, fundador de la empresa Madrid en la palma de tu mano y autor del libro Madrid no apto para guiris (Ediciones La Librería, 2022). 

Fue Dolores Romero Arano la precursora de este hospital consagrado a San Francisco de Paula, que atendía únicamente a hombres mayores de 14 años. "Nació en Teruel y se casó con Francisco Curiel, que era una de las personas más ricas del Madrid de ese momento, y en España. Tenía intereses económicos y acerías en el País Vasco. Él fue uno de los fundadores de lo que hoy conocemos como el Banco de España", y, cuando falleció, dejó toda su herencia a Dolores Romero, que se dedicó a partir de entonces a causas benéficas, explica este guía turístico.

Vista Paseo de Ronda esquina Treviño del Hospital de Maudes o de Jornaleros. 

Vista Paseo de Ronda esquina Treviño del Hospital de Maudes o de Jornaleros.  / COMUNIDAD DE MADRID

El antiguo Hospital de Jornaleros sólo tenía capacidad para 200 enfermos, pero aun así "servía para tapar un pequeño agujero dentro de esa sanidad tan deficiente", declara Álvaro Llorente. Se encontraba en las "afueras de las afueras" de Madrid, y ni siquiera pertenecía a la ciudad, sino a un pueblo llamado Chamartín de la Rosa, que concentraba lo que ahora son los distritos de Chamartín, Tetuán y la parte norte de Ciudad Lineal, el Pinar de Chamartín. "Era una zona rural, de campesinos, y en la parte que tiraba más hacia Madrid, había más obreros", ilustra este gran conocedor de la capital.

Antonio Palacios y Joaquín Otamendi

El proyecto lo dirigió el prestigioso arquitecto pontevedrés Antonio Palacios Ramilo, junto a Joaquín Otamendi, y el majestuoso edificio tardó ocho años en construirse (1908-1916). Palacios nació en Galicia y la familia de la madre tenía canteras de granito en O Porriño, por lo que estuvo siempre muy vinculado a las piedras y a la construcción de estructuras, porque su padre trabajaba en el ferrocarril. Estos aspectos influirían posteriormente en lo que sería luego su obra.

El Hospital de Jornaleros es uno de los pocos edificios de Madrid que se hizo con piedra caliza crema-beige de las canteras de Valhondo, cerca de Morata de Tajuña, en el sureste de Madrid, en una época en la que los materiales a los que se daba más importancia eran el hierro y el vidrio. No obstante, esos nuevos materiales también se emplearon en Cuatro Caminos para las estructuras y en los encofrados. Maudes se asemeja a una catedral medieval por su revestimiento de sillares auxiliares de más de medio metro de ancho de piedra caliza y por sus elementos arquitectónicos, pero en su interior cuenta con una estructura de hierros forjados y vigas roblonadas.

Palacios fue muy criticado por trabajar como si fuera un cantero medieval. Dijeron de su edificio que era brutalista y desproporcionado. Sin embargo, él siguió su propio camino, más allá de las modas, e hizo muchos edificios en Madrid con estas características en una época en la que no era habitual hacerlo así. Actualmente, Palacios es un arquitecto valorado por haber empleado la piedra natural. Fue quien ideó edificios tan importantes como el Círculo de Bellas Artes, el Hotel Florida, una emblemática construcción en Callao que ya desapareció o la Nave de motores del Metro de Madrid. 

Otamendi y Palacios también trabajaron juntos en la construcción del Edificio de las Cariátides, en la calle de Alcalá de Madrid, que es desde 2006 la sede del Instituto Cervantes, y en el palacio de Comunicaciones, donde se encuentra el Ayuntamiento de Madrid. "La estructura de Maudes nos recuerda al del edificio de Cibeles", llamado así por la plaza en la que se localiza, dice Álvaro Llorente, por ese "estilo ecléctico" que mezcla el neomedievalismo con detalles del Románico, del Gótico, bizantinos y monumentalistas, con grandes torreones y fachadas que parecen murallas. Ambos edificios se construyeron en periodos paralelos. El hospital se levantó entre 1908 y 1916, y Cibeles, entre 1907 y 1919.

Torreón del Hospital de Maudes o de Jornaleros, en Cuatro Caminos, Madrid. 

Torreón del Hospital de Maudes o de Jornaleros, en Cuatro Caminos, Madrid.  / COMUNIDAD DE MADRID

Hospital militar y sede de una consejería de la comunidad

Durante la Guerra Civil, funcionó como un hospital de sangre por el que se accedía por un túnel, con entrada en una casa, por la que circulaban los enfermos cada vez que había bombardeos. No se encontraba en una posición estratégica, ya que los ataques se producían en un punto más al oeste, cerca de Moncloa. Desde 1939, se convirtió en un hospital militar gestionado por el franquismo durante 25 años, hasta el Ministerio del Ejército de Franco decide dejar de utilizarlo y traslada a sus efectivos al Gómez Ulla.

Escalera del Hospital de Maudes, antes y después de la rehabilitación. 

Escalera del Hospital de Maudes, antes y después de la rehabilitación.  / COMUNIDAD DE MADRID

En ese momento, el dictador se lo devuelve a las hijas de la caridad de San Vicente de Paula y a la fundación del propio Hospital de Jornaleros. "Intentan mantener el servicio, pero no lo consiguen. Empieza a decaer y no tiene demasiado funcionamiento. A finales de la década de 1970, se deja de utilizar oficialmente como hospital y queda cerrado y abandonado", relata Álvaro Llorente, que indica que este palacio fue okupado y empleado como almacén para chatarreros, debido a que la fundación no se pudo hacer cargo de él.

Este edificio tiene un diseño en planta panóptico, diseño en aspa con un patio en el centro. Este tipo de modelo se empleaba con frecuencia en las cárceles, ya que minimiza las distancias y permite que circule el aire en una zona que antes era prácticamente un descampado, algo que resultaba más saludable para las personas que se tenían que recuperar en este hospital. En 1976 es declarado Monumento Nacional y la Comunidad de Madrid decide adquirirlo en un concurso de subasta pública y rehabilitarlo en 1984, durante el gobierno socialista de Joaquín Leguina.

Vista aérea del Hospital de Maudes o de Jornaleros. 

Vista aérea del Hospital de Maudes o de Jornaleros.  / COMUNIDAD DE MADRID

La compra y la reforma integral de este edificio, que se encontraba en un estado inhabitable, costaron a las arcas públicas 900 millones de pesetas que corrieron a cargo del Ministerio de Transportes. Se decidió que Maudes se convertiría en la sede de la Consejería de Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid y actualmente se instala en este lugar la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, encabezada por Jorge Rodrigo.

El Grupo Popular propuso en 1987 que la Asamblea de Madrid se trasladase al antiguo Hospital de Jornaleros desde el edificio del Ministerio de Educación, en la antigua Universidad Central de San Bernardo, en el que se ubicaba provisionalmente en esa época. Finalmente, se trasladó al distrito de Puente de Vallecas.


Este reportaje forma parte de una serie, 'Monumentos escondidos de Madrid', de la que EL PERIÓDICO DE ESPAÑA publicará una entrega cada semana de agosto de 2023.