A LA ESPERA DE QUE PP Y PSOE ACEPTEN

Bruselas incluye en su propuesta para supervisar la negociación del CGPJ un calendario rápido

La Comisión Europea tiene listo el papel con los objetivos y los plazos. Ahora deben ser PP y PSOE los que acepten esas condiciones para ponerse en marcha

Todas las partes asumen que los tiempos no pueden eternizarse por las elecciones europeas y porque se verá "rápidamente" si hay voluntad real para un acuerdo

El comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, en su visita al Congreso de los Diputados en 2022.

El comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, en su visita al Congreso de los Diputados en 2022. / ALBERTO ORTEGA.

La renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) empezará en breve un nuevo capítulo. La Comisión Europea recibió la propuesta del PP —a la que el presidente del Gobierno dio el visto bueno en su reunión de diciembre con Alberto Núñez Feijóo— de supervisar la negociación del órgano de gobierno de los jueces, tantas veces frustrada en los últimos años. Y según fuentes cercanas al ejecutivo comunitario el papel está terminado, y PP y PSOE lo tienen que recibir y dar luz verde.

La propuesta, según explican y también en los dos grandes partidos cuentan con ello, fijará una metodología con los objetivos a conseguir y, sobre todo, un calendario. No es un asunto menor porque en el mes de junio hay elecciones europeas, y ninguna de las partes ve viable que el asunto se estire ‘sine die’. Al contrario. Bruselas está dispuesta a mediar entre populares y socialistas para resolver un problema que ya ha tenido eco en las instituciones comunitarias desde hace tiempo. Pero en la Comisión también entienden que se debe comprobar en un plazo rápido si hay voluntad real y capacidad para el acuerdo. Y eso se hará a través de unos plazos concretos y tasados.

Tal y como ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el siguiente movimiento que debería ser “inminente” es que PP y PSOE den su visto bueno a la propuesta. Y a partir de ahí, si ambas partes aceptan, comenzarían los trabajos. Un calendario rápido, en todo caso, es lo que esperan en los dos cuarteles generales. 

Y también creen que debería ser así, aunque a la vuelta de la esquina está ya la primera cita electoral en Galicia. El PP se juega mucho porque necesita revalidar la mayoría absoluta. En otras ocasiones, especialmente en el último intento de 2022, las conversaciones terminaron frustrándose por la cercanía del nuevo ciclo electoral. En Génova, de hecho, cambiaron su estrategia para endurecer el tono contra el Gobierno, entendiendo que la renovación era incompatible con el cambio en el Código Penal exigido por los independentistas para eliminar el delito de sedición y modificar el de malversación.

Los socialistas evitan aclarar si están dispuestos a aceptar la propuesta del PP de renovar el CGPJ con el sistema vigente y de forma paralela acordar la reforma de la ley del poder judicial para que sean los jueces quienes elijan la mayoría de los vocales. Sí dicen estar dispuestos a aceptar la metodología que proponga la Comisión Europea, pero entienden que Bruselas no pedirá una reforma paralela al hipotético pacto. Con todo, desde el Gobierno dicen priorizar cualquier fórmula de negociación que plantee la Comisión si como consecuencia los populares acceden a sentarse para desbloquear la renovación.

Sobre lo que muestran más dudas desde el PSOE es respecto a la voluntad del PP para desbloquear el órgano de gobierno de los jueces. “El PP no soporta cualquier institución que no controla”, reprochaban fuentes socialistas después de las críticas de inparcialidad de varios dirigentes de Génova al Tribunal Constitucional. En Ferraz desconfían de que esta campaña se convierta en la “enésima excusa” para resistirse a pactar la renovación de órgano de gobierno de los jueces. “No les gusta cualquier renovación del CGPJ que implique la pérdida de la mayoría conservadora”, aseguran fuentes del partido.

La gran incógnita también está en quién estará al frente del trabajo de supervisión. En un momento inicial sonó mucho el comisario de Justicia, Didier Reynders, por ser el responsable del ramo y porque es quien ha mantenido encuentros con ambos partidos, incluso en visitas a España específicas. Reynders, de la familia de los liberales europeos, confirmó recientemente su objetivo de presentarse a la secretaría general del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo. Esa carrera comenzaría en el mes de abril y lo previsible es que a partir de ese momento no pueda ejercer ninguna competencia como comisario. El otro nombre encima de la mesa es el de la vicepresidenta de Valores y Transparencia de la Comisión, Věra Jourová. También es posible, explican fuentes comunitarias, que sean técnicos de sus equipos los que estén involucrados.

¿OPCIONES REALES?

La supervisión tendría como primer objetivo ver si realmente hay opciones de renovación. El PP propuso esta vía después de constatar que los puentes eran irreconciliables. El responsable de la negociación en Génova, Esteban González Pons, considera que el Gobierno “mintió de forma reiterada” y la pérdida de confianza en el ministro Félix Bolaños, dicen, “es clarísima”.

Teniendo en cuenta que las dos partes insisten en ver lecturas distintas cada vez que se pronuncia la Comisión (Moncloa asegura que exige una renovación del CGPJ inmediata, mientras que el PP pone el foco en el nuevo sistema de elección que avance hacia una mayor independencia de los jueces) Feijóo optó por reclamar que sea Europa la que supervise las conversaciones.

En el PP reconocen que necesitaban salir del “marco” en el que se encontraba la negociación, con los conservadores como agentes bloqueadores y sufriendo acusaciones constantes de incumplimiento de la Constitución. La aparición en escena de Bruselas les permite empezar en una nueva etapa y, sobre todo, tener la garantía de que Europa está en el proceso, aunque implique una renovación (como quiere el Gobierno) y después trabajar en un nuevo sistema de elección.