ACUERDOS TRAS EL 28-M

Barones del PP naturalizan los pactos con Vox al detectar que el de CyL no penaliza

Génova presiona a sus candidatos en busca de mayorías amplias, pero los territorios tienen testado que la coalición en Castilla y León no provoca reticencias ni penalización entre los electores

Feijóo, Gamarra y los candidatos a la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y a la alcaldía, María José Catalá.

Feijóo, Gamarra y los candidatos a la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y a la alcaldía, María José Catalá. / KAI FORSTERLING / EPC

Paloma Esteban

Paloma Esteban

El líder del PP mantiene la presión sobre todos sus territorios. La orden sigue siendo buscar mayorías suficientes que les permitan prescindir de Vox lo máximo posible. Pero los territorios, con excepciones como Madrid o Murcia donde la mayoría absoluta puede estar más cerca, asumen que el apoyo del partido ultra será decisivo para formar ejecutivos autonómicos. El eterno debate interno, cómo tratar a Vox, vuelve a entrar de lleno en el PP: mayo se acerca y la política de pactos será clave a partir del día 28 de ese mes.

A pesar de la animadversión de Alberto Núñez Feijóo (demostrando una tolerancia bastante menor de la que exhiben otros territorios), los barones y principales candidatos municipales mantienen la calma en vista de que ven más naturalizadas las alianzas de lo que lo estaban hace meses. El punto de inflexión fue la primera coalición de Castilla y León. “Y no ha pasado absolutamente nada. Nuestros votantes no lo penalizan”, dicen algunos dirigentes territoriales a este diario.

Cosa distinta son las polémicas recurrentes a las que se enfrenta Alfonso Fernández Mañueco, llegando al hartazgo en algunas ocasiones con su vicepresidente, Juan García-Gallardo. Una de las mayores crisis fue la relativa al protocolo antiabortista que intentó impulsar Vox en esa comunidad. Pero de puertas hacia afuera, confirman también en la comunidad castellanoleonesa, no se ha producido ningún toque de atención

De hecho, algunos cargos apuntan a lo contrario: “Nuestros votantes no entienden el rechazo tan agresivo a veces con Vox. La izquierda sobreactúa, los nuestros no lo ven mal”, reflexionan.

En Génova es donde han demostrado una postura más beligerante. Feijóo lo ha llegado a verbalizar: “Si puedo evitarlo, no habrá pactos con Vox”. La cuestión es cómo actuará el PP si no queda más remedio. Y en el equipo del líder nacional también son conscientes de que no hay penalización por el pacto con los ultras. Mantienen el discurso de que el objetivo debe ser el máximo de gobiernos en solitario, pero en la dirección nacional admiten que no se percibe un rechazo en el electorado de la derecha.

EL PROBLEMA: LAS GENERALES

El problema, eso sí, afirman, viene de cara a las generales. En Génova trabajan mirando la cita de diciembre, aunque la primera parada sea el mes de mayo. Y el agobio real es si verán alterada su hoja de ruta por culpa de los pactos. 

El escenario a día de hoy es que no: Feijóo seguirá centrado en una estrategia de captación de votos socialistas y su intención es seguir tejiendo futuras alianzas con otros grupos parlamentarios que le permitieran una investidura y gobernar sin Vox. Mariano Rajoy lo consiguió en 2016 con 137 escaños. Las encuestas internas que maneja el PP a día de hoy les sitúan en el entorno del 32% o 34% y la proyección de escaños se mueve entre los 145 o 150. Si esos resultados (optimistas para muchos dirigentes) se cumplen, Feijóo buscará apoyos de investidura.

Aunque el PP ha promovido el 28-M como una primera vuelta de las generales, la idea es también diferenciar la situación de las comunidades y los municipios con el Gobierno central. “Son cosas distintas”, aclaran en el equipo del líder conservador. 

PACTOS: ENTRE GÉNOVA Y LOS BARONES

Feijóo siempre ha presumido de dar independencia total a los territorios, asumiendo que las comunidades deben tomar sus propias decisiones y que lo que exige como líder nacional son resultados. Ni él se metió en las listas electorales ni permitirá que los barones interfieran en la suya cuando tenga que hacerla para el Congreso de los Diputados.

Sobre la política de pactos, reconocen en Génova, las decisiones se tomarán a través de un modelo mixto. Los territorios pondrán encima de la mesa sus conclusiones y sus preferencias tras los resultados. Y Feijóo pretende dejar parte de la estrategia en sus manos. Pero en el equipo del líder nacional también reconocen que “se involucrarán” en los pactos y que dependerá mucho de cómo quede el mapa completo tras la noche electoral. 

Hay objetivos prioritarios como la Comunidad Valenciana. Arrebatar esa plaza al PSOE, dicen en Génova, “sería tener mucho camino hecho”. Y lo que es obvio en este momento es que el PP necesitará a Vox en ese territorio. Algo similar reflejan los sondeos en la ciudad de Valencia o en Islas Baleares. Ahí estará el debate: si gobernarán en todas las plazas posibles aun metiendo a Vox en los gobiernos o si están dispuestos a dejar caer alguna para escenificar que no pactan con la ultraderecha. 

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