INTERCONEXIONES ENERGÉTICAS

España no se resigna con el MidCat y trata de involucrar a toda la Unión Europea

"Es un asunto que afecta a todos los estados miembros y las instituciones europeas. Una cuestión que debe ser analizada con prudencia por los 27", apunta el Gobierno tras el rechazo francés a un nuevo gasoducto.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reúne con los portavoces de los grupos parlamentarios en el Consejo de ministros de Energía de la UE, en la sede del Ministerio, a 27 de julio de 2022, en Madrid (España)

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reúne con los portavoces de los grupos parlamentarios en el Consejo de ministros de Energía de la UE, en la sede del Ministerio, a 27 de julio de 2022, en Madrid (España) / Marta Fernández Jara - Europa Press

El claro rechazo mostrado este lunes por Emmanuel Macron a la construcción del MidCat -un tercer gasoducto entre España y Francia por los Pirineos- no ha variado la apuesta manifiesta del Gobierno español por incrementar sus interconexiones con el resto de la Unión Europea a través de territorio francés. El proyecto para la construcción de un gasoducto a través de los Pirineos sigue siendo la prioridad del Ejecutivo de Pedro Sánchez y las primeras reacciones desde su Gabinete apuntan a que no habrá resignación.

Desde el Gobierno vienen defendiendo en los últimos meses el proyecto como parte de la respuesta europea a la guerra en Ucrania, "una reacción casi más política que técnica" y una nueva muestra de consenso en la UE para elaborar "nuevas políticas energéticas". En base a esta estrategia, por ejemplo, España ha trabajado de forma manera conjunta con España, Portugal y Alemania para impulsar esta infraestructura y la idea ahora es involucrar más si cabe a toda la Unión Europea en ello.

"Es un asunto que afecta a todos los estados miembros y las instituciones europeas. Una cuestión que debe ser analizada con prudencia por los 27", afirman fuentes del Ministerio de Transición Ecológica. La Comisión Europea ya ha venido mostrando su interés en respaldar la construcción de un nuevo gasoducto pirenaico, ahora España se mueve para involucrar a todos los estados miembros tras el rechazo francés.

"Es un debate que no puede quedar restringido a la relación bilateral de dos países. Es un tema que seguro que se tratará en el Consejo Europeo del próximo viernes", ha apuntado la propia vicepresidenta y ministra para Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista con Onda Cero. "Es un debate que no se puede cerrar por el rechazo de un solo país. Habrá que ver qué piensan el resto de países de la UE".

Desde el Gobierno se insiste en que España apuesta por incrementar sus interconexiones con el resto de la UE, "fomentando la solidaridad entre los distintos estados, poniendo a su disposición sus infraestructuras para incrementar la seguridad de suministro comunitaria y pensando en la canalización futura de hidrógeno y gases renovables que ya está contemplada en los planes de la UE".

El 'no' de Macron

Sin embargo, Macron ha hecho hincapié este lunes en que el MidCat no es una solución para las posibles carencias de gas y que la puesta de su país pasa por las "interconexiones eléctricas". Su argumento se basa en que entre España y Francia ya existen dos gasoductos (el de Larrau-Alçay y el de Irún-Biriatou) que desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania en febrero "se están utilizando solo al 53% de su capacidad". Ya hay, por tanto, dos instalaciones "infrautilizadas" y no es necesaria una tercera.

"Si hoy estuviésemos en el 100% de la utilización de nuestros gasoductos y hubiese necesidad de exportar gas hacia Francia, Alemania y otro lugar, les diría que sí, pero no es así", se ha reafirmado, aludiendo también a cuestiones ecologistas para engrosar su rechazo.

Contra este argumento, tanto España insiste en que la infraestructura también servirá para transportar hidrógeno verde en el futuro. "La anticipación de un corredor del hidrógeno creemos que contribuirá a satisfacer los objetivos a medio y largo plazo y también a corto para reducir la dependencia energética", subrayan desde el Ministerio de Transición Ecológica, que ha dejado puesto como condición para construir cualquier nuevo gasoducto que puedan adaptarse en unos años y utilizarlo también para transportar hidrógeno renovable.

Sánchez y Scholz defienden la interconexión energética de Europa a través de España

/ Agencia ATLAS | Foto: EFE

MERCADO ENERGÉTICO EUROPEO

La intención de elevar la pugna a Bruselas e implicar a todos los estados miembros también ha sido deslizada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que ha insistido en una comparecencia en el Congreso minutos después de que Macron anunciara su rechazo en que el objetivo de España es una "reordenación del mercado energético europeo" y, para ello, ofrece las "soluciones que puede aportar", aludiendo en el MidCat.

"Europa no puede volver a ser chantajeada y para ello lo primero que debe hacer es dotarse de unos medios", ha afirmado el máximo responsable de la diplomacia española en una comparecencia en el Congreso para hablar de la Presidencia de turno de la UE en el segundo semestre de 2023 que ejercerá España.

Albares ha defendido que la política europea es una "política de Estado" por la importancia que tiene para los españoles y ha reivindicado que "el éxito de la Presidencia será un éxito de todos". El ministro ha subrayado que "España asumirá la Presidencia en un contexto muy complejo" marcado por las consecuencias de la pandemia por un lado y de la guerra en Ucrania por otro, y "será uno de los hitos de mayor importancia para nuestro país en muchos años" habida cuenta de que la próxima Presidencia del consejo no será hasta 2037 y la anterior fue en 2010.

El plan B que pasa por Italia

Francia ya ha había venido deslizando en las últimas semanas sus reticencias a retomar el proyecto del Midcat ante las presiones de España y Alemania. Ante esta situación, el Pedro Sánchez y varios de sus ministros han venido dando alas a un plan alternativo. "Si no sale adelante el plan A, habrá que buscar el plan B", advirtió Sánchez. Y el plan B pasa por construir un gasoducto submarino entre España y el norte de Italia, y desde allí suministrarlo al resto de Europa.

Un proyecto de unir por gasoducto las plantas gasistas de Barcelona y de Livorno que ya figuraba como una de las alternativas en el RePowerEU, la estrategia impulsada por la Comisión Europea para blindarse frente a la amenaza de corte de suministro de Rusia, y también en el nuevo plan estratégico de Enagás, que el gestor del sistema gasista español y de la red de gasoductos presentó hace poco más de un mes. Aunque el Gobierno español mantiene como prioritaria la opción del tubo por Francia, por ser la opción más sencilla y más barata, la apuesta por unir España e Italia va tomando forma.

Enagás y su homóloga italiana Snam ultiman el estudio de viabilidad técnica del proyecto, cuyos trabajos iniciaron el pasado mayo. A falta de conocerse los detalles definitivos del informe, las estimaciones iniciales contemplan inversiones conjuntas por unos 3.000 millones de euros para construir un tubo submarino de cerca de 800 kilómetros, que podría estar operativo en 2028 y que pasaría a utilizarse para transportar hidrógeno verde en 2039. El tubo tendría una capacidad para transportar 10.000 millones de metros cúbicos de gas (10 bcm) al año, con posibilidad de elevarlo hasta 15.000, con lo que España duplicaría o incluso triplicaría su capacidad de exportación actual por tubo.

La opción francesa, según se destaca desde el Gobierno, es más barata, más sencilla técnicamente al no ser submarina, y también más rápida de activar. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, insiste en que la parte española del MidCat (apenas quedan 200 kilómetros para llevar el tubo desde Hostalric, en Girona, hasta la frontera francesa) podría terminarse en ocho o nueve meses y que la infraestructura estuviera activa de cara al inverno 2023-2024.