ESTRATEGIA ELECTORAL

Sánchez busca reconectar con el votante clásico del PSOE: celebrará con González los 40 años del 'cambio' del 82

El PSOE prepara la conmemoración de cuatro décadas de la primera victoria socialista con varios actos en los que participará el ex presidente

Los históricos del partido han sido los más críticos por las alianzas con ERC y EH Bildu pero González y Sánchez sellaron la paz en el último congreso socialista

Sánchez con tres de los ex secretarios generales del PSOE, González, Zapatero y Almunia, y la imagen de Rubalcaba de fondo en el último congreso del PSOE.

Sánchez con tres de los ex secretarios generales del PSOE, González, Zapatero y Almunia, y la imagen de Rubalcaba de fondo en el último congreso del PSOE. / Rober Solsona

"A la ofensiva". "A por todas". Al PSOE le falta sólo apropiarse del lema del primer Podemos -"Sí se puede"- para terminar de definir el espíritu con el que estrena la temporada política, absolutamente combativo y confiado en dar la vuelta a las encuestas que, desde antes del verano, colocan en primer lugar al PP. Un comienzo de curso singular no sólo porque inicia una larguísima carrera entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo a la Moncloa sino porque nos aboca a un precipicio de incertidumbre por la evolución de la guerra en Ucrania, la amenaza de Vladímir Putin de cortar el gas a media Europa y el temor a una recesión económica global.

Lejos de amilanarse Sánchez ha optado por pelear al máximo su continuidad con el Gobierno con los cambios en el partido que realizó en julio y la duda de si tocará a alguno de sus ministros (él públicamente asegura que no). Pero la transformación viene de lejos. Concretamente más de un año, cuando sí revolucionó el Ejecutivo, con una crisis que se sigue percibiendo como fallida, en la que recuperó a Óscar López como jefe de gabinete y a Antonio Hernando como número dos. Fue el primer paso de la reconciliación de un partido que en la primera vida de Sánchez en el PSOE quedó partido en dos y que se completó con un acercamiento a Felipe González, con quien el presidente habla de vez en cuando, tras años de distanciamiento. La paz se selló gráficamente con su asistencia al último congreso federal, que reunió a Sánchez, González, José Luis Rodríguez Zapatero y Joaquín Almunia.

ACTOS Y ACTIVIDADES POR EL 'CAMBIO' DEL 82

Antes de las vacaciones el jefe del Ejecutivo movió de nueva ficha y aupó a María Jesús Montero a la vicesecretaría general en sustitución de Adriana Lastra. Con ese impulso el PSOE ha diseñado la celebración de 30 mítines, de septiembre a diciembre, con los que pretende volver a pisar la calle y acercar a Sánchez a los ciudadanos. Un nuevo intento de humanizar al presidente al que en algunos ámbitos se percibe como "soberbio", según reflejan sus propias encuestas. En esta ronda hay una conmemoración especial: el 40 aniversario de la victoria socialista de 1982 el próximo 28 de octubre. Ferraz ha preparado varios actos y actividades en los que, confirman, participará el ex presidente. Por ahora no está cerrado la presencia de otros dirigentes de aquella época pero fuentes socialistas aseguran que habrá un "hilo conductor sobre la modernización de España con la victoria de Felipe y los distintos gobiernos del PSOE".

VOTO "EN LA ABSTENCIÓN"

Esta celebración es otra nuestra de que Sánchez está volcado en "dar la batalla" porque supone todo un gesto al votante socialista clásico que puede haberse sentido desencantado por las alianzas con ERC o EH Bildu. El propio González ha sido muy crítico con ellas. Fuentes territoriales, sobre todo en autonomías como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, corroboran este malestar entre el electorado. De hecho, junto al constante 'ruido' que genera el Ejecutivo de coalición, por los constantes roces con Unidas Podemos, la factura de los pactos con el independentismo parece ser una de las causas de la desmovilización de parte del votante socialista. A ellos apela Ferraz para cambiar el signo de los sondeos. El problema no es que el PP vaya primero sino que el electorado progresista no está movilizado. "Nuestro voto está en la abstención, no es un voto que hemos perdido", aseguran en la cúpula del partido.

Los socialistas necesitan sacar a sus votantes de casa y para ello Sánchez y su Gobierno se van a volcar en vender a pie de calle su gestión. Aseguran que no temen posibles abucheos, cuya organización atribuyen a la oposición (PP o Vox) y que, en todo caso, están dispuestos a "asumir los riesgos". "Vamos a por todas", insisten. "Nuestro proyecto es para más de una legislatura".