NUEVO GOBIERNO

El PP aparca en Andalucía el discurso del cambio político para centrarse en la economía

La sólida mayoría absoluta alcanzada el pasado 19 de junio permite a Juanma Moreno dirigirse hacia una investidura sin incertidumbres, ahorrándose negociaciones o pactos

Moreno preside el último Consejo de Gobierno

Moreno preside el último Consejo de Gobierno / Eduardo Briones /Europa Press

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Con el acelerador pisado y acortando todos los plazos dentro de la ley, el PP estrenará este jueves su mayoría absoluta histórica en Andalucía para investir por segunda vez a Juan Manuel Moreno, que presenta su proyecto este miércoles en el Parlamento en una comparecencia que arrancará a las 12.30 y se extenderá hasta el medio día. Será veinticuatro horas después cuando la oposición tome la palabra y vote su candidatura como presidente de Andalucía. Se abre una legislatura que tendrá, avisan en el PP, “un marcado carácter económico”. La economía junto la gestión del agua constituirán las columnas vertebrales del nuevo periodo.

No hay ninguna duda ni negociación abierta sobre esta votación. La sólida mayoría absoluta alcanzada el pasado 19 de junio ha permitido al PP dirigirse hacia una investidura sin incertidumbres, ahorrándose negociaciones o pactos y con la ambición de que el Gobierno estuviera constituido y ejerciendo antes de que acabara julio. Moreno quiere preservar su imagen de político de centro moderado y promete diálogo pero no lo necesita. Sabe que tiene mucho voto prestado y asegura que evitará el rodillo, tirando de talante y cintura política, aunque queda por ver si eso se plasma en algo más.

La única negociación abierta hasta ahora ha girado alrededor de los órganos de extracción parlamentaria que deben ser renovados, el consejo de administración de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) y el Consejo Audiovisual. Ambos se conforman en función de los representantes de los grupos en la Cámara y requieren mayoría reforzada, más que absoluta, para su renovación, así que debe sumarse el PSOE a PP y Vox. Los socialistas admiten que quieren renovar esos sillones, que ocupan ahora mismo afines a Susana Díaz, pero no han llegado, hasta ahora, a ningún acuerdo.

Ampliación de sillones

El Gobierno andaluz aboga porque en ambos estén representados todos los partidos, incluidos Por Andalucía (5 diputados) y Adelante Andalucía (2 escaños), aunque en puridad la representación sería de cinco sillones para el PP, tres para el PSOE y uno para Vox, que ya ostenta una vicepresidencia del Parlamento por una concesión del PP. Para dar asiento al resto de partidos de izquierda, el PP pide a los socialistas que cedan una plaza, lo que no ocurrirá, y llaman a “la generosidad”.

La otra opción es ampliar el número de sillones en estos órganos, lo que todos los partidos, sin excepción, están dispuestos a votar. En cualquier caso, será, avisaron desde el Gobierno, en el primer pleno de septiembre ya que hasta ahora el acuerdo no ha sido posible. El pleno del 27 de julio se limitará a votar a los senadores por designación de la comunidad autónoma. El PP alcanzó un acuerdo con los cinco partidos en la anterior legislatura que permitió renovar estos órganos, bloqueados durante cinco años con el PSOE, y apostó por recortar sus puestos, pasando de quince a nueve consejeros en la RTVA y el Audiovisual. Ahora ampliarían a dos sillones en cada órgano más para dar cabida a todos los grupos.

No es la única ampliación que planea el PP, que ya ha avanzado que Moreno valora pasar de doce, incluido el presidente, a catorce consejerías en su Gobierno para desgajar competencias como medio ambiente, justicia o turismo, actualmente en ‘macroconsejerías’ que se han revelado, aseguran, poco operativas e ineficientes. Los populares aparcan así el discurso de ahorro, reducción de sillones y eficiencia de costes en la administración con el que llegó a Andalucía hace cuatro años y con el que se dirige al Gobierno de Pedro Sánchez en plena crisis de inflación. Consideran que dista mucho la estructura del Ejecutivo andaluz del Consejo de Ministros de PSOE y Unidas Podemos y admiten que se pasaron recortando en la anterior etapa, incluida la administración periférica de la Junta, es decir las delegaciones en las provincias. Vox ya ha avanzado que se opondrá a cualquier ampliación, aunque sus diputados sí negocian la ampliación de sillones en los órganos de extracción parlamentaria.

Discurso "inclusivo"

Los 58 votos del PP sacarán adelante una investidura sin que se sepa aún que votará Vox, si optará por el voto en contra o la abstención, y con el bloque de izquierdas, PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía en el ‘no’. El consejero de Presidencia saliente y portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, aseguró que Moreno hará “un discurso inclusivo” en el que todos los grupos podrán verse “identificados” en alguna parte y que permitiría a cualquier partido votar a favor de su investidura porque nadie tiene que sentirse “incómodo”.

En su estreno como presidente, Moreno se reunirá el próximo jueves 28 de julio con el presidente Pedro Sánchez en la Moncloa y llevará en cartera la reforma de la financiación autonómica como asunto central del mandato.

Bendodo, que se despide del cargo para dedicarse a su puesto de coordinador general del PP, aunque durante unos meses mantendrá un pie en Andalucía y conservará su escaño autonómico junto al de senador por la comunidad autónoma, aseguró que el PP culmina su Gobierno “del cambio” para pasar al del “impulso”. La prioridad, desveló, será la economía en un clima incierto con amenazas por una subida de precios “brutal” y “una crisis energética poniendo a familias, empresas y autónomos contra las cuerdas”. “Será una legislatura de marcado carácter económico”, subrayó el portavoz.

Poco tiene que ver el contexto de esta segunda investidura con la que hizo a Moreno presidente del cambio en enero de 2019, tras un vuelco político en Andalucía que no vaticinó ninguna encuesta. El PP necesitó entonces los votos de Cs y Vox y centró su discurso en el necesidad de “regeneración” democrática en Andalucía con promesas como la limitación de mandato del presidente y los consejeros del Gobierno a ocho años, que no se han cumplido y no se sabe si se mantendrán