ELECCIONES EN ANDALUCÍA

El PP hace historia y barre en Andalucía con una sólida mayoría absoluta

Juan Manuel Moreno alcanza para los 'populares' la mayoría absoluta por primera vez desde 1982

El PSOE de Juan Espadas no logra superar el dato de Susana Díaz en los últimos comicios

Ciudadanos no ha conseguido superar la barrera del 3% y se queda sin representación en la comunidad autónoma.

Vox tampoco cumple las expectativas con las que llegó al inicio de la campaña

Juanma Moreno celebra la mayoría absoluta del PP con sus votantes, en Sevilla

Juanma Moreno celebra la mayoría absoluta del PP con sus votantes, en Sevilla / EFE

“Gracias Andalucía”. El PP pudo por fin colgar su pancarta en la sede regional de Andalucía. Un sueño para los populares que les ha costado la friolera de 40 años. El PP gana las elecciones en Andalucía haciendo historia y con mayoría absoluta, con 58 escaños. Es el mejor resultado del partido en unas elecciones autonómicas, tras la victoria de 2012, con 50 diputados, que no le sirvió para formar Gobierno. Es un vuelco social histórico, toda una transformación, en un bastión del PSOE donde el PP ha pasado años muy difíciles. Más de un millón y medio de andaluces han dado “una contundente” victoria a un partido que estaba bien entrenado en las derrotas en las andaluzas. 

Juan Manuel Moreno repetirá como presidente de la Junta de Andalucía y podrá gobernar en solitario, sin ataduras, con manos libres. Ante la pregunta de si había frenado a la extrema derecha, fue firme: "Lo han hecho los andaluces". Para celebrarlo se envolvió en la bandera de Andalucía, su talismán, dijo. El PP gana por primera vez en las ocho provincias andaluzas, incluida Sevilla, la aldea gala del PSOE donde nunca había anotado una derrota. El momento era histórico y así lo celebraron. El PP ha subido 22 puntos respecto a 2018, pasa del 20,75% de los votos al 43,13%.

Un Moreno Bonilla eufórico se da un ‘baño de masas’ tras superar la mayoría absoluta

Agencia ATLAS | Foto: EP

Los socialistas se hunden y caen por debajo de la barrera psicológica del millón de votos. Quedan días para que el PSOE digiera estos resultados y entienda de verdad lo que está pasando. Es un terremoto para el partido de máxima magnitud en la escala Ritcher. Durante las últimas semanas no daba crédito a lo que decían las encuestas.

La participación fue del 58,30%, ligeramente por encima del 56,56% de los comicios autonómicos de 2018. Es la tercera más baja, pero supera a la de hace casi cuatro años. Los gritos de felicidad y celebración llegan a la planta baja de la sede del PP de Andalucía, en la sevillana calle San Fernando, con cada escaño que suman los populares. Moreno hace historia y cumple su sueño. Mejora los resultados de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, que no logró esa mayoría absoluta. La estrategia de moderación del presidente de la Junta de Andalucía, que ha rehuido los debates ideológicos y los enfrentamientos con Vox, dejando a un lado todas sus provocaciones, han surtido efecto. Andalucía se pone en manos del PP y su marca 'Juanma'. El llamado 'efecto Feijóo' y el cambio de ciclo en España que tanto ha anunciado el PP se cumple en la comunidad más socialista de España, esa en la que el PSOE gobernó sin interrupción durante 37 años.

Después de que Vox haya advertido de que no daría ni un solo voto al PP sin entrar en el Gobierno sus amenazas se quedan en agua de borrajas. Moreno no necesita a nadie. Macarena Olona no es el cañón electoral que los suyos pronosticaron y se queda en 14 escaños, apenas dos por encima de los que consiguieron cuando en 2018 irrumpieron por primera vez y por sorpresa en las instituciones. El miedo a Vox lo ha capitalizado el PP, que pidió el voto útil para frenar la entrada de la extrema derecha en el Gobierno andaluz. Le ha funcionado y hasta esa bandera le ha quitado Moreno a los socialistas.

El PSOE cae a 30 diputados. Pierde tres respecto a las últimas elecciones, cuando ya este partido firmó el peor resultado de su historia en Andalucía. Será difícil digerir este resultado y el partido cae del suelo psicológico del millón de votos (883.625), una barrera traspasada que complica de forma muy importante a Pedro Sánchez lo que le queda hacia las elecciones generales. El castigo a los socialistas en una comunidad en la que han sido hegemónicos durante casi 40 años es muy importante y mina el estado de ánimo del partido.

El resto de las izquierdas también sufren un fracaso rotundo. Por Andalucía se queda en cinco escaños y Adelante Andalucía, la marca de Teresa Rodríguez, alcanza dos. La gaditana no ocultó su satisfacción porque su proyecto en solitario haya conseguido entrar en el Parlamento. La suma de ambas marcas quedaría diez escaños por debajo de lo que consiguieron hace tres años y medio. El severo castigo para la izquierda es todo un aviso. La autocrítica es urgente y la vicepresidenta Yolanda Díaz ha recibido todo un baño de realidad sobre lo que tiene por delante para convertir su proyecto político 'Sumar' en una marca con posibilidades electorales. Díaz ha sido un cañón para llenar mítines, pero la izquierda está destruida en Andalucía.

Ciudadanos se queda fuera del Parlamento andaluz. Es el gran descalabro que ya vivieron en el ámbito nacional. Pasan de 21 diputados a cero. Desaparecen de la Cámara andaluza pese a la coalición con el PP, que se lleva todo el voto del centro derecha. El presidente del partido,

Juan Marín

, dimitió de sus cargos. Inés Arrimadas tiene muy difícil la supervivencia de su proyecto.

VUELCO HISTÓRICO

El PP de Juan Manuel Moreno logró llegar al poder en Andalucía por sorpresa de la mano de Cs y tras un pacto de investidura con Vox. Lo hizo con el peor resultado de su historia en unas autonómicas, 26 diputados. Este resultado supone un vuelco histórico en una comunidad que siempre se ha decantado de forma mayoritaria por la papeleta socialista. La ansiada transformación social que ha peleado Moreno, vendiendo un perfil moderado y de centro, con una gestión que ha asegurado estaba alejada de las ideologías, cumple su misión. Con estos datos, el PP cimenta su mayoría absoluta tragándose a Cs, rescatando voto que se fue a Vox y también convenciendo a electores socialistas en comicios anteriores de que le presten su voto a Moreno para frenar a Vox.

En las últimas elecciones andaluzas, en diciembre de 2018, el PSOE ganó con 33 diputados, el PP obtuvo 26, Ciudadanos 21, Adelante Andalucía 17 y Vox 12. Por primera vez en la historia desde 1982 en unas autonómicas, el PP gana en las ocho provincias de Andalucía, incluida Sevilla, que siempre ha sido socialista en todas las convocatorias, la aldea gala que resistía incluso en los momentos más delicados del PSOE. Ya no.

Moreno compareció entre la euforia disparada de los suyos pasadas las once de la noche para pedir a los suyos que tengan en la victoria la humildad que han tenido en las derrotas. Dio las gracias a Andalucía, le trasladó a los votantes de otras formaciones que le han prestado su voto que estén tranquilos porque va “a gobernar para todos”, admitió que el PP ha pasado una eterna travesía del desierto, años muy difíciles, y repitió esa frase de 2018, cuando se hizo contra pronóstico y por sorpresa con la presidencia de Andalucía: “Solo pueden los que creen que pueden”. Él ha podido.