REUNIONES EN FERRAZ

Moncloa y PSOE hacen ronda con los barones para preparar el ciclo electoral

Bolaños , Lastra y Santos han mantenido reuniones con todos los presidentes y secretarios generales durante los últimos meses de honda preocupación en el PSOE porque no se rentabiliza la gestión

En el partido se había instalado la sensación de que había "desconexión" del Ejecutivo con la calle y faltaba iniciativa aunque se ha disipado momentáneamente tras el debate

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en el Congreso.

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en el Congreso. / Alberto Ortega / Europa Press

El PSOE ha empezado a prepararse para una larga y rocosa carrera electoral, que afronta con las siglas desgastadas por el continuo 'ruido' que genera el Gobierno de coalición y los pactos con ERC y EH Bildu y en un clima de desconcierto económico y de alta inflación tras la invasión rusa de Ucrania. El reto requiere, como mínimo, algo de previsión, pese al chute de energía que ha supuesto el debate del estado de la nación. A un año de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, Ferraz ha iniciado el entrenamiento con una evaluación global del estado de salud del partido. La idea es que a partir de septiembre el partido esté a pleno rendimiento.

En los últimos cuatro meses todos los presidentes autonómicos y secretarios generales han pasado por Ferraz para entrevistarse con el triunvirato que componen la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, el responsable de Organización, Santos Cerdán, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que forma parte también de la dirección socialista en calidad de secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos. En realidad su función es ejercer de enlace entre el Gobierno y el partido y eso es lo que explica su presencia en estas reuniones.

En los territorios se vive con cierta distancia el incendio continuo que caracteriza la política nacional pero esto no evita la inquietud por los episodios de tensión que atraviesa el Ejecutivo de coalición, ya sea por discrepancias entre los socios de coalición o por la obligación de hacer continuamente concesiones en el Congreso para salvar sus proyectos legislativos, aunque al final Moncloa logre aprobar sus iniciativas. En general los barones socialistas creen que, como ha sucedido en otras regiones, los votantes valorarán su gestión pero son conscientes de que Alberto Núñez Feijóo ha fortalecido al PP y esto tiene un efecto expansivo.

CAMBIOS EN EL GOBIERNO

Como ha ido contando este diario, desde la guerra en Ucrania y la escalada de la factura de la luz, la inflación y su repercusión en el precio de los alimentos, la preocupación a lo largo y ancho del PSOE fue creciendo hasta el punto de considerar que son necesarios cambios en el Gobierno, para ganar peso político, y en el partido, con el objetivo de que ayude más a dar publicidad a la acción del Ejecutivo. Esta reclamación persiste aunque el ánimo interno ha mejorado. Desde hace semanas nadie se atreve a negar que pueda producirse una nuevo remodelación del Ejecutivo tras el verano. En Moncloa y en las conversaciones del presidente con algunos de sus ministros se habla de ello.

Pedro Sánchez, Adriana Lastra, Santos Cerdán y Cristina Narbona, en una acto del PSOE.  

Pedro Sánchez, Adriana Lastra, Santos Cerdán y Cristina Narbona, en una acto del PSOE.   / Roger Solsona

En este contexto se han producido las reuniones con los presidentes y los secretarios generales que, de manera unánime tras la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía, pidieron "tomar nota", "cambiar", alumbrar una "estrategia renovada" y "conectar más con los territorios", como contó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Ahora la maquinaria se va a engrasar para atender las necesidades de los barones, que se han dejado en segundo plano.

Además, para los socialistas las municipales son clave, porque impulsan el voto autonómico. Por ello se están buscando los mejores candidatos para las capitales más pobladas, con la posibilidad incluso de enviar a ministros como cabeza de cartel en Valencia (Diana Morant), Barcelona (Miquel Iceta) y Las Palmas (Carolina Darias).

NUEVO ÁNIMO TRAS EL DEBATE

No obstante, aunque la ronda con los dirigentes territoriales se ha cerrado recientemente, en pleno duelo aún de las andaluzas, el ánimo en el partido ha variado totalmente en la última semana tras la intervención de Pedro Sánchez en el debate del estado de la nación y los anuncios que ha realizado (impuesto a los gastos extraordinarios de las empresas energéticas y de la banca y subvención al transporte público). No se llega a la euforia de Moncloa pero el optimismo se ha extendido también fuera de Madrid.

El Gobierno y el PSOE han salido del estado de desazón que imperaba en los últimos meses. "Al menos no nos vamos de vacaciones con el bajón que había tras el 19-J", comenta un dirigente territorial. "El verano nos da una tregua aunque pendientes del precio de la luz y de los incendios".

En Moncloa la sensación es la misma. Fuentes gubernamentales sostienen que han logrado frenar esa sensación de despegue que el PP trata de imponer con su triunfos en Castilla y León y después en Andalucía. "Es la misma hoja de ruta que tenía Pablo Casado y que ahora ha seguido Feijóo: estas victorias como antesala de unas generales adelantadas". Esto es lo que se ha truncado, señalan las mismas fuentes, porque el Gobierno ha evidenciado que actúa, que tiene soluciones para los problemas de la clase media y un proyecto para acabar la legislatura.

Se seguirán tomando decisiones en función de las circunstancias económicas, aseguran. Pese a la satisfacción por el resultado del debate los socialistas son conscientes de que enfrentan a un otoño "caliente" en el que continuamente tendrán que echar "carbón a la caldera", en el sentido de que harán falta más medidas contra el empobrecimiento que produce la subida de precios.