Opinión | GATO ADOPTIVO

El precio de un gobierno

Sánchez ha salvado un match ball y el PSOE intentará seguir en Moncloa reeditando la coalición con Sumar y el pacto con sus socios de la legislatura, sumando además la abstención de Junts

Acto de cierre de campaña del PSOE con Pedro Sánchez

Acto de cierre de campaña del PSOE con Pedro Sánchez / José Luis Roca

España no acaba de despejar el riesgo del bloqueo político y en las próximas semanas veremos si desemboca en una repetición electoral, como ya sucedió en 2015, cuando Mariano Rajoy no pudo formar gobierno, y en 2019, cuando Pedro Sánchez y Albert Rivera orillaron la posibilidad de un pacto. La victoria del PP, muy lejos de las expectativas generadas por las encuestas, no tumba al PSOE, que incluso mejora ligeramente sus números de hace cuatro años. La tan publicitada resiliencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parecía herida de muerte tras los malos resultados del 28 de mayo, pero dos graneros tradicionales para los socialistas, Andalucía y Cataluña, le han mantenido en pie. Tiene muy difícil poder gobernar, porque además de no haber ganado las elecciones ni en votos ni en número de escaños, tendría que contar con la abstención de Junts, pero no sale noqueado de la noche electoral.

El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, reivindicó su derecho a intentar formar gobierno y pidió la abstención del PSOE, consciente de que los números tampoco le dan, puesto que los populares se han quedado muy lejos de los 150 diputados que anhelaban y, además, la ultraderecha de Vox ha sufrido un castigo sin precedentes. El PSOE y su líder, Pedro Sánchez, habían dicho por activa y por pasiva que en ningún caso se plantearían la abstención para que gobernara Feijóo, pero es que tras los resultados de este 23J es imposible que los votantes socialistas acepten un cambio de estrategia. Así lo gritó Ferraz y recogió el testigo Sánchez, consciente de que los socialistas no asumirían repetir el desgarro que sufrió el partido en 2016, cuando se forzó su salida de la secretaría general para facilitar la investidura de Rajoy.

Con los números en la mano, se hace difícil predecir lo que pasará, pero el match ball que ha salvado Sánchez nos tiene que llevar a la prudencia, porque el PSOE va a intentar seguir en Moncloa reeditando la coalición con Sumar y el pacto con sus socios de la legislatura, sumando además la abstención de Junts. La clave puede estar en el precio.