Apuesta política

El Reino Unido registra un nuevo récord de llegadas irregulares de inmigrantes en una jornada electoral clave para Rishi Sunak

Llegada de migrantes al puerto de Dover en enero.

Llegada de migrantes al puerto de Dover en enero. / Europa Press

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha sufrido un nuevo revés político en un día clave para su futuro al frente del Partido Conservador. El Ministerio del Interior ha confirmado este jueves un nuevo récord diario en el número de llegadas irregulares de inmigrantes a través del Canal de la Mancha en lo que llevamos de año, tan sólo un día después de que Sunak recalcara en el Parlamento que su plan contra la inmigración está funcionando. El primer ministro ha tratado de aprovechar el supuesto éxito de su política migratoria para convencer a una parte de los votantes en las elecciones locales, que se están celebrando en 107 municipios de Inglaterra y que auguran un mal resultado para su partido. 

Han sido 711 personas las que han llegado al Reino Unido en las últimas horas procedentes de Francia, repartidas en 14 embarcaciones. Una cifra que eleva el total de llegadas irregulares a través del Canal de la Mancha en más de 8.000 en lo que llevamos de año, un 34% más que en el mismo período del año anterior. En caso de seguir esta tendencia, 2024 sería el año con más llegadas irregulares al país, superando el récord de 2022. Los datos han echado por tierra los intentos de Sunak de aprovechar la aprobación de la Ley de Seguridad de Ruanda la semana pasada para lograr un empuje de cara a la cita electoral de este jueves. 

Apuesta de campaña

El Gobierno británico ha tratado de relanzar la campaña a principios de esta semana con el anuncio de las primeras detenciones de solicitantes de asilo para su eventual deportación a Ruanda a principios de julio. El Ministerio del Interior no ha querido confirmar cuántas personas han sido detenidas hasta ahora, pero algunos medios británicos apuntan a que decenas de ellos ya estarían bajo custodia policial. El objetivo es deportar a más de 5.000 personas antes de que termine el año. 

El Ejecutivo también ha tratado de mostrar mano dura contra la inmigración –y ganarse el apoyo de los votantes más radicales de su partido– con la confirmación de la primera deportación al país africano esta semana. Una deportación que, sin embargo, no está relacionada con el plan de deportaciones forzosas aprobado la semana pasada, ya que en este caso se trataba de una persona cuya solicitud de asilo en el Reino Unido ya había sido rechazada y que aceptó viajar a Ruanda de forma voluntaria a cambio de una ayuda de 3.500 euros

La publicación de los datos migratorios de este jueves demuestran, al menos por ahora, que el plan de deportaciones al país africano no está sirviendo como elemento disuasorio para detener las llegadas irregulares a través del Canal de la Mancha. Algo que podría pasar factura al primer ministro en unas elecciones que, según las encuestas, ya prevén un mal resultado para los 'tories', quienes podrían perder hasta la mitad del cerca de un millar de concejales que se presentan este jueves bajo las siglas del partido. 

Alcaldías clave

Los conservadores estarán especialmente pendientes de los resultados en dos de las diez grandes alcaldías que están en juego, West Midlands y Tees Valley, que siguen en su poder. Sus dos candidatos han tratado de distanciarse de su partido durante la campaña, conscientes de que el apoyo popular ha caído en picado en los últimos meses, pero todavía no está claro que consigan mantener la plaza frente a un Partido Laborista en auge. Los primeros resultados se darán a conocer en la madrugada de este viernes, aunque no será hasta el sábado por la tarde cuando se sabrán todos los resultados, incluido el de Londres, donde el alcalde laborista Sadiq Khan parte con una clara ventaja para lograr un tercer mandato. 

En caso de que se confirmen los peores pronósticos, Sunak podría enfrentarse a una rebelión interna dentro de su partido, con un sector cada vez más favorable a sustituir al líder antes de las elecciones generales, previstas para finales de año. Su apuesta por el combate contra la inmigración como principal arma electoral podría desmoronarse este fin de semana tras el recuento de los votos.