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Una oportunidad en el Senado

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo tienen la responsabilidad de debatir de forma conciliadora para rebajar el nivel de ruido en la escena política

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en una sesión plenaria en el Senado, a 7 de junio de 2022.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en una sesión plenaria en el Senado, a 7 de junio de 2022. / Ricardo Rubio / Europa Press

La opinión pública está lamentablemente acostumbrada a que la escena política se haya convertido en esta legislatura en una gran escandalera en la que vuelan los dardos dialécticos, se deteriora el prestigio de las instituciones y se debilita el Parlamento. Las formaciones que están a derecha e izquierda del binomio PP-PSOE han influido en la radicalización, pero parece claro que tanto el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo —que ha cambiado el tono sin renunciar a la dureza de su predecesor— como Sánchez —poco dado a consultar sus propuestas con el resto de las formaciones— tienen responsabilidad en el griterío. La democracia se pervierte si se mantiene todo el tiempo un clima de hostilidad. El martes el presidente y el líder de la oposición, senador por designación autonómica, se verán las caras en el Senado. después de que Feijóo propusiera un debate en la Cámara Alta e inesperadamente Sánchez aceptara el envite, aunque no para hablar de política general, como pretendía el PP, sino sobre el plan de ahorro energético y su "perspectiva territorial".

El líder del PP, que se enfrentará por segunda vez al presidente del Gobierno, llevará el debate al terreno de la economía doméstica, al dar por hecho que el objetivo de Sánchez será vender los éxitos logrados recientemente en Europa. El presidente, respaldado internacionalmente por las nuevas tesis de Bruselas sobre la reforma del mercado eléctrico y su importante reunión con el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció el pasado jueves una bajada del IVA del gas, del 21% al 5% para favorecer una bajada en el precio de la luz en los meses más fríos. La medida es una propuesta que el líder de la oposición venía reclamando desde julio y que el Ejecutivo había desdeñado hasta ahora. Con este telón de fondo será interesante ver en qué se convierte el cara a cara entre Sánchez y el líder popular. El primero, con muchas tablas y buen conocimiento de la cuestión energética, tendrá enfrente al veterano Feijóo, curtido en otras lides, necesitado ahora de crédito y dispuesto a batirse el cobre a cualquier precio. Resultaría frustrante que en lugar de una confrontación de ideas asistiéramos a un choque de trenes que condenaría al país al barullo y la discordia de aquí a las elecciones del próximo mayo.

El presidente y el líder del PP deberían resolver la cuenta pendiente de la renovación del CGPJ"

Lo deseable sería que Sánchez y Feijóo acotasen una serie de asuntos susceptibles de acuerdo, resolviesen las cuentas pendientes que desangran el sistema —como la renovación del Consejo General del Poder Judicial—y manifestaran su disposición a combinar la conciliación con el disenso. A fin de cuentas, la democracia se basa en la evidencia de que todos los problemas tienen más de una solución posible y en la certeza de que el antagonista puede tener razón, por lo que el debate es siempre enriquecedor. Pero la discusión política no debe de ser como una batalla sino una apuesta por el bien común. En este sentido habría que orientar al país.