Opinión

Unidad, consenso y compromiso para vencer a la violencia de género

Imagen de unas manos manchadas con pintura morada en la manifestación del 8 de marzo de 2018 en Santa Cruz de Tenerife.

Imagen de unas manos manchadas con pintura morada en la manifestación del 8 de marzo de 2018 en Santa Cruz de Tenerife. / EFE/Ramón de la Rocha

El 25 de noviembre celebramos el Día Internacional contra la Violencia de Género y debemos seguir recordando que ésta es la cara más cruel de la desigualdad, de un machismo que sigue maltratando y asesinando mujeres por el hecho de serlo.

Una violencia con distintas formas: la que se ceba con los más inocentes para matar en vida a sus madres; la violencia sexual que no deja de crecer, que se multiplica y ensaña con las más jóvenes, una violencia cada vez más numerosa y más cruel; la violencia digital que requiere una respuesta urgente; la múltiple violencia que sufren las mujeres con discapacidad; sin olvidar la trata que requiere una legislación inaplazable.

Una violencia que lejos de disminuir sigue creciendo, convirtiéndose en un riesgo vital durante la pandemia para miles de víctimas que han tenido que convivir con su agresor durante todo este tiempo sin interrupción, sin salida, sin refugio, sin escapatoria. Sus hogares, los que las protegían de la violencia del virus, se convertían en su cárcel contra un virus más potente, más letal y silencioso llamado violencia de género.

Por eso, son días para recordar a las 37 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año, a los 5 menores que perdieron la vida a manos de sus propios padres, y a los 24 menores huérfanos de esta sinrazón.

Pero también son días para reconocer que España es uno de los países más avanzados en cuanto a legislación y que, durante años, el consenso ha imperado en una lucha que nos incumbe a todos, administraciones, partidos políticos, asociaciones y la sociedad en su conjunto.

En 2004 Zapatero promovió la Ley Integral aprobada por unanimidad, en 2017 Rajoy impulsó el Pacto de Estado respaldado por todos los partidos, con la excepción de Podemos, y ahora, es el momento de seguir reclamando unidad, altura de miras y esfuerzo conjunto para vencer el maltrato.

Porque hay que seguir dando respuestas y soluciones a las mujeres y a los menores que sufren en su casa el horror de la violencia. Porque hay que ofrecer a las víctimas la protección, asistencia y recuperación que necesitan, porque los maltratadores deben sentir el rechazo de toda la sociedad y recibir el castigo que merecen.

Contamos con un Pacto de Estado que es un hito histórico, pero también la mejor hoja de ruta para combatir esta violencia, con medidas transversales que nacen del trabajo y compromiso de las fuerzas políticas, administraciones y asociaciones que trabajan con las víctimas.

Un Pacto que necesita ser implementado, que ha estado ralentizado, frenado en los últimos años por una ministra que no lo apoyó y no lo considera propio. Un Pacto cuya vigencia termina en unos meses pero que es necesario renovar, blindar y garantizar tanto su financiación, como sus medidas. No es el momento de cambiar la Ley, ni abrir debates estériles para adjudicarse la titularidad de un Pacto que es del conjunto de la sociedad.

Un Pacto que hay que reeditar porque las víctimas merecen unidad, consenso, y compromiso. Sólo juntos y juntas, hombres y mujeres, fuerzas políticas, administraciones y sociedad civil lograremos acabar con la violencia de género.


El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.